Pasaron 8 años y casi dos meses del crimen del joven Diego Chiri (17) en La Quiaca. Durante ese lapso hubo varios fallecidos en circunstancias dudosas que nunca fueron develadas y poco se sabe en que quedaron las causas.
inicia sesión o regístrate.
Pasaron 8 años y casi dos meses del crimen del joven Diego Chiri (17) en La Quiaca. Durante ese lapso hubo varios fallecidos en circunstancias dudosas que nunca fueron develadas y poco se sabe en que quedaron las causas.
Un periodista quiaqueño una vez citó "tierra de impunidad" refiriéndose al caso puntual en esa ciudad fronteriza, el drama que le toco vivir a la familia Chiri durante años, y hasta ahora seguramente continua latente siempre en sus corazones, porque nunca se halló al o los culpables del crimen.
Tampoco nunca quedaron claros los motivos de cual fue el móvil para terminar con la vida del joven Diego, muchas son las conjeturas la mas fuerte es porque le tenían "bronca", por definición los crímenes de odio se caracterizan por la saña con que son cometidos, lo que refleja la necesidad psicológica del asesino, no sólo de causar daño a su víctima, sino de castigarle hasta el exterminio.
También por aquel año quedó al descubierto la falta de personal idóneo en la policía provincial, el poder político e influencias turbulentas para fraguar pruebas omitiendo varios aspectos del asesinato, con lo cual hoy habría algún detenido por el hecho.
Son los condimentos que tuvieron en vilo a todos los habitantes de esa zona, en definitiva varios crímenes y "supuestos suicidios" nunca fueron resueltos. A pesar que la causa esta "cajoneada’, los familiares continúan con la postura de que hoy aun los culpables están en libertad y caminan tranquilamente por las calles, confían en que la justicia vuelva a rever la situaciones de quienes estuvieron detenidos como supuestos culpables, para que quienes conocieron a Diego puedan tener paz espiritual. La familia lo recuerda como un buen hijo y persona con todo un futuro por delante truncado por personas de mal vivir, hasta ahora continua el pedido de mayor seguridad en las calles.
Los hechos
Se remontan al 5 de marzo del año 2003 luego del martes de carnaval cuando esa mañana el adolescente fue encontrado sin vida cerca de la pasarela ferroviaria, con un cordón de zapatilla rodeando su cuello y atado a un árbol y la víctima de rodillas.
Según las investigaciones el joven se encontraba en un local bailable la noche anterior en un momento dado salió a la calle y no se supo nada mas hasta el día siguiente, cuando fue encontrado por la policía, que inmediatamente llevó el cuerpo al nosocomio local, donde el médico de guardia por ese entonces al realizar la primera inspección ocular, determino la muerte por asfixia.
Ese dato fue corroborado en su oportunidad por la policía quien le señaló a la familia resignación y que acepte el hecho como un suicidio, presuntamente por una discusión con la novia. La respuesta no conformó a los familiares y exigieron la presencia de un médico forense, quien luego de una segunda autopsia determinó que presentaba hematomas en todas partes del cuerpo, por lo tanto la causa del deceso no fue asfixia. Esto derivó en una causa judicial por homicidio, a la fecha sin culpables.