En la Bodega Fernando Dupont, tuvo lugar recientemente la vendimia de uvas syrha. El establecimiento, que funciona en el paraje San Pedrito de Maimará, es la primera bodega de la Quebrada de Humahuaca.
Los viñedos se divisan en el paisaje árido que se extiende por los pronunciados cerros conocidos como "paleta de pintor".
El establecimiento, que produce vinos a 2500 metros de altura, es propiedad de Fernando Dupont con el asesoramiento del win-maker Marcos Etchart.
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En la Bodega Fernando Dupont, tuvo lugar recientemente la vendimia de uvas syrha. El establecimiento, que funciona en el paraje San Pedrito de Maimará, es la primera bodega de la Quebrada de Humahuaca.
Los viñedos se divisan en el paisaje árido que se extiende por los pronunciados cerros conocidos como "paleta de pintor".
El establecimiento, que produce vinos a 2500 metros de altura, es propiedad de Fernando Dupont con el asesoramiento del win-maker Marcos Etchart.
En las 25 hectáreas se cultivan 16 mil plantas de tres varietales diferentes entre ellos cabernet souvignon, malbec y syrha. Pero la que mejor se adapta a las tierras quebradeñas es el malbec.
"Este año por ser una cosecha grande calculamos tener una producción de 14 mil botellas, teniendo en cuenta que el año pasado hicimos 10 mil. Son vinos para guardar diez años, muy sanos", dijo Dupont en una entrevista con El Tribuno de Jujuy.
El empresario conoció las tierras quebradeñas cuando viajaba junto a sus amigos en motocicleta por el norte. En el 2002 luego de asaltos y olas de inseguridad en Buenos Aires decidió frente a la oportunidad comprar tierras en Maimará, y apostar a los vinos.
La bodega boutique es visitada por muchos turistas, en su mayoría son jujeños. En Semana Santa recibieron cinco contingentes por día.
"Empecé la bodega desde el 2004, y desde el 2008 la abrí al público. Al principio no quería, pero hace tres años empezó a llegar gente y ahora es una compañía muy grande", comentó el empresario.
Este año hicieron una vinificación especial, no industrial, en barricas de roble francés valuadas en 400 euros cada una. Las colocaron bajo toldos con calefactores, para que conserven la temperatura y cuando requieren de frío las sacan afuera. El año pasado el enólogo Etchart les enseño la nueva técnica de armado y desarme de las mismas.
Los vinos son un gran éxito, se venden en su mayoría en Maimará, Tilcara y Purmamarca. No se los consigue en Buenos Aires o fuera del país, por ello son exclusivos del norte argentino.
A fines de abril disertantes mendocinos realizaron el curso de elaboración de vinos caseros en Purmamarca, y visitaron la bodega de altura para observar la producción y degustar el vino.
Dupont aseguró que en la Quebrada no hay productores de vid, por ello el curso fue bueno para que aprendan a cultivar y realizar su propio vino.
"Creo que el negocio del vino pasa cuando le podes dar a tu producto una identidad", sostuvo al concluir.