Aunque el inicio de su proyecto social se remonta al año 2009, cuando se constituyó legalmente como institución intermedia, y sus primeros pasos benéficos al año pasado, la Fundación Banco de Alimentos Jujuy hizo su presentación formal recién ayer. Mediante un sencillo acto ratificó la meta que se impuso de triplicar en lo que resta del año las 22 toneladas de alimentos almacenadas en el primer semestre.
Sebastián Del Frari, su presidente, fue el encargado de llevar adelante la ceremonia, que incluyó la proyección de un video relatando las motivaciones que impulsaron a varias empresas privadas de la provincia a sumarse a la iniciativa. La noticia más sobresaliente puertas adentro es, sin duda, el haber conseguido un lugar fijo para el funcionamiento de la institución.
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Aunque el inicio de su proyecto social se remonta al año 2009, cuando se constituyó legalmente como institución intermedia, y sus primeros pasos benéficos al año pasado, la Fundación Banco de Alimentos Jujuy hizo su presentación formal recién ayer. Mediante un sencillo acto ratificó la meta que se impuso de triplicar en lo que resta del año las 22 toneladas de alimentos almacenadas en el primer semestre.
Sebastián Del Frari, su presidente, fue el encargado de llevar adelante la ceremonia, que incluyó la proyección de un video relatando las motivaciones que impulsaron a varias empresas privadas de la provincia a sumarse a la iniciativa. La noticia más sobresaliente puertas adentro es, sin duda, el haber conseguido un lugar fijo para el funcionamiento de la institución.
Así las cosas, el Banco de Alimentos Jujuy no tendrá que deambular más, como lo venía haciendo, por espacios físicos prestados temporariamente. De ahora en más, su depósito y sede administrativa funcionará en forma definitiva en un edificio ubicado en la intersección de calles El Payador y Las Heras, del barrio 1º de Marzo de esta capital.
De esta movida participan empresas locales de reconocida trayectoria a nivel nacional e internacional, como la Cooperativa de Tabacaleros de Jujuy, Ledesma, Minetti, Otito, ExIncor, Consorcio de Riego del Valle de los Pericos y Papelnoa, entre otras. Pero el objetivo de sus actuales autoridades es sumar nuevos aportes y lograr la meta que dio origen a su creación y que no es otra que llevar ayuda a los sectores más vulnerables de la sociedad.
La idea fundacional de este Banco nació hace un par de años, aunque su constitución legal se dio en el 2009 con la obtención de la personería jurídica correspondiente. La iniciativa tuvo inicialmente una gran aceptación entre varias empresas de gran importancia dentro de la provincia.
Actualmente, la institución colabora con medio centenar de comedores que se encuentran diseminados en toda la geografía jujeña. La ayuda impacta directamente en alrededor de 5 mil niños que reciben diariamente los nutrientes que necesitan para su desarrollo y desenvolvimiento académico-escolar.
Si bien la tarea de juntar, almacenar y distribuir los alimentos se realiza en la institución desde el año pasado, el motivo principal de la presentación era darle a esa tarea loable un nuevo impulso y, así, tratar de seducir a otras empresas que quieran sumarse y sumar su aporte.
El Banco recibe como contribuciones alimentos y dinero en efectivo, el cual se emplea en la compra de productos alimenticios que no se consiguen mediante la donación. Todo lo obtenido es distribuido entre los comedores que se encuentran registrados en los listados de la institución.
Para combatir el hambre
El espíritu central de su creación es la lucha contra la problemática del hambre.
“Las empresas que forman parte del Banco están convencidas que la mejor forma de aliviar esa situación era realizando un aporte solidario de alimentos y que la mejor manera de efectivizar la ayuda era estrechar vínculos con los comedores que enfrentar a diario la cruda realidad de muchas familias jujeñas”, explicó Del Frari.
“Quienes formamos parte de esta institución consideramos que este apoyo se podía canalizar a través de los comedores y que de esa manera se aseguraba que los niños de escasos recursos iban a recibir los nutrientes que necesitan para su desarrollo social, físico y mental”, apuntó.