La Organización No Gubernamental “Juanita Moro” inició ayer las “Jornadas de Formación de Facilitadores en Perspectiva de Género, Masculinidades y Educación Popular” con el objetivo de involucrar al género masculino en la lucha con las problemáticas de la mujer, como la violencia y la trata de personas.
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La Organización No Gubernamental “Juanita Moro” inició ayer las “Jornadas de Formación de Facilitadores en Perspectiva de Género, Masculinidades y Educación Popular” con el objetivo de involucrar al género masculino en la lucha con las problemáticas de la mujer, como la violencia y la trata de personas.
La jornada tuvo el formato de taller y estuvo coordinado por el referente de la Campaña Lazo Blanco de Argentina y Uruguay, Hugo Humberman, de la Red Argentina de Masculinidades por la Equidad. El objetivo fue comenzar a reflexionar sobre la construcción de las identidades masculinas y analizar las raíces de la violencia en los hombres, sus efectos en ellos, sus familias y la sociedad, y su relación con la actual crisis socio-económica.
Humberman expresó que la primer idea que deben tener en cuenta los hombres es que ellos también son portadores de género, porque durante mucho años hablar de “género” era sinónimos de ser mujer. “Creemos que el género es un concepto relacional y que es necesario involucrar a los hombres en la equidad y que sepan cómo funcionan sus privilegios masculinos y cómo funciona el modelo para que la mujer sea sancionada sólo por el hecho de ser mujer”, dijo el disertante.
El psicólogo invitado reconoció que es un trabajo a largo plazo porque se trata de una transformación cultural. Sostuvo además que hace cinco años que se trabaja con la campaña Lazo Blanco en todo el país y en América Latina por lo que notan que se está generando una “cierta crisis” en el sistema, porque muchos hombres fueron educados “en la razón y en tener razón”, y es por eso que en muchas sociedades es notable la impunidad al maltrato y a la sumisión de la mujer que las leyes no pueden cambiar.
Con respecto al trabajo en la provincia, Humberman dijo que observó un trabajo interesante de las organizaciones, pero que se deben seguir creando grupos de mujeres que pueden estar acompañados por los hombres.
“Si no trabajamos resignificando el rol del hombre, no vamos a poder evitar la violencia de género. La violencia hacia la mujer y a las niñas no es un problema de ellas, sino de toda la comunidad”, indicó Huberman, agregando que los hombre deben sentirse partícipes de una construcción social que tienden al mayor respeto por las diferencias y a una cultura mucho más equitativa. “Ser hombre, no es sinónimo de ser violento. A veces son culturalmente educado en la violencia, pero no implica ser violento”, finalizó.
Las actividades continuarán hoy desde las 8 en la Facultad de Humanidades y Ciencias Sociales de la Unju, con participación libre.