MARIA E. MONTERO
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MARIA E. MONTERO
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La Vida es una Barca Jujuy es un grupo que llegó desde la Puna jujeña y sorprendió por su calidad interpretativa y estética al jurado y al público el año pasado. Resultó ser ganador con su obra “El camino del Puma” de la instancia provincial.
Sin embargo, el grupo se formó en Córdoba en el año 2005, cuando varios estudiantes de distintas carreras artísticas, coincidieron en la Escuela de Artes de la Universidad de esa ciudad. El primer espectáculo que presentaron fue “Las ocurrencias de Bonilla” que prepararon para participar del Maratón de Teatro de la Universidad Nacional de Córdoba, y ganaron. Luego, recuerda que trajeron a Jujuy la obra “Las Moscas de Sartre” y una adaptación de “Calígula”. También presentaron en Jujuy “Sinopsis”, una obra de danza; y luego llegó esta última producción que llegó a la fiesta del teatro, “El camino del Puma”.
El grupo sigue trabajando en Jujuy, porque muchos de sus integrantes ya se volvieron a la Puna, pero como otro grupo quedó allá, el nombre oficial para la presentación en la fiesta nacional será, La Vida es una Barca Jujuy.
¿Cuántos forman actualmente el grupo de La Vida es una Barca?
Somos alrededor de siete personas, entre artistas de teatro, música, fotografía y plástica, y estamos abiertos a cualquier persona que quiera sumarse.
“El camino del Puma” es un unipersonal con música en vivo…
Es como que este proyecto va creciendo de a poco. Empezó como algo personal, y con la ayuda de amigos y del grupo, se fue retroalimentando. No sería lo mismo si no estarían los músicos, que se tornaron indispensables. Empezaron como músicos y ahora son músicos actores, cada vez actúan más. Antes no se los enfocaba tanto con las luces, se jugaba más con las sombras que generaban, y ahora los músicos tienen una luz. Iván Díaz es quien se encargó de la parte musical de la obra, y cuenta demás con cuatro músicos más actuando en vivo durante la puesta.
¿Cómo es que el grupo nació en Córdoba?
Todos los integrantes tenemos casi la misma edad. En el 2000 nos fuimos a estudiar a Córdoba y no nos conocíamos acá en Jujuy, pero nos encontramos en la Escuela de Arte. Aquí vivíamos a tres cuadras, y nos conocimos a más de mil kilómetros. Ya sea por el lugar de donde veníamos o por la búsqueda que teníamos, nos fuimos aglomerando allá.
¿Se conocieron haciendo la carrera de teatro?
Yo estudié teatro. Iván es técnico en Cine, y hay otros chicos que son de fotografía, música, de distintas disciplinas de las Escuela de Arte de Córdoba. Nos cruzábamos en los pasillos de la institución. Compartiendo los mismos gustos nos fuimos encontrando. Todo empezó como un juego, y después nos dimos cuenta que jugando también se pueden crear cosas. Así formamos parte de un grupo que se llamó Piedra Negra, que hacía música andina, y mientras tanto yo actuaba y recitaba poesías. Yo, actor, era un complemento más de lo que ellos tocan. Y en este caso se dio lo de la obra, espectáculo en el que yo tengo un papel más al frente, y los músicos “pechan” de atrás componiendo incluso para la obra. Se fue cambiando la idea original por música de autoría propia. Hasta incluso está la idea de poder grabar un disco con el radioteatro de la obra, y con los temas de los chicos que hoy están empezando a hacer composiciones con este fin.
¿De qué habla “El camino del Puma”?
Es la historia de una persona que vive en la Quebrada de Humahuaca, y lo que intenta plasmar es como una fotografía de lo que son las relaciones de poder, y de esta vida que parece más sencilla. La quebrada tiene un lenguaje muy fuerte con mucha poesía, y por ahí uno se encuentra solo, y se siente pequeño por la inmensidad del lugar, viviendo una vida muy simple. Esa simpleza, muchas veces uno la encuentra con la soledad, y en esa soledad, uno divaga y se deja llevar por pensamientos que lo llevan a la depresión o a ferrarse a un vicio. Habla mucho de la alegría, de la tristeza, del padecer, de las relaciones de poder, pero al mismo tiempo no pierde su visión de la alegría, su coca, su carnaval, y todo el tiempo se entrecruza con la cosmovisión andina. Tuve el atrevimiento de escribir la obra con dos libros de referencia, uno de poesía, del Germán “El Churqui” Choquevilca, quizás el más grande poeta quebradeño; y uno de antropología, “El despertar del Puma” que es de Jaime Arévalo Hermenegildo Chasqui, que habla de una persona de luz que tiene que despojarse de los males y de los vicios, para poder llegar a la “Ciudad de Cristal”, que es el Machu Pichu.
Habla de esta persona que puede llegar a perder todo aquello que lo aferra a todo lo que no tiene valor, y que puede llegar a liberar más lo espiritual. Mucho de realidad y mucho de cosmovisión.
¿Trabajás solo, en actuación, guión y dirección?
La puesta comenzó a gestarse hace casi dos años, como un proyecto personal. Pero se fue enriqueciendo con el aporte de los músicos y de Agustín Javier desde la plástica y la iluminación y composición espacial. Terminó siendo totalmente otra obra. Hemos crecido mucho. Y en teatro, mientras más presentaciones se tiene, la obra se va haciendo más carne y va floreciendo con más colores. Cuando estaba yo solo, tuve como veinticinco presentaciones en peñas, aunque parezca un ámbito raro de teatro, nosotros nos hemos pulido en ellas.
Ahora con los chicos, de esta manera, ya tenemos más de diez presentaciones y el material se ha ido asentando y puliendo.
¿Cómo llega o en qué estado llega la obra a la Fiesta Provincial de Teatro esta obra? ¿Estaba el proceso terminado?
Todavía no. Nos agarra medio a contramano porque Iván recién está llegando de Ecuador, y teníamos pensado irnos a mediados de año para ahí. El tocando y uniéndonos a un grupo de folclore Akulliko de amigos de Salta, y pensábamos quedarnos hasta fin de año. Hacemos la presentación en la fiesta, y justo cuando nos estábamos por ir nos dan la noticia que habíamos salido elegidos como representantes de la provincia. Entonces yo me fui, y él se quedó. Todos estamos terminando de estudiar en Córdoba, y a partir de esto y de otra posibilidad que se nos presentó de grabar un disco de Piedra Negra, estamos todos con ganas de volvernos.
¿Quiénes forman parte del grupo?
Los músicos son Iván Díaz, Sebastián Sardina, Leandro Martínez, Guillermo Martínez, Rolando Maidana y Cocho López , en plástica, gráfica y composición de la obra está Agustín Javier; y yo en la actuación.