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Arte y vino como tramado del concurso Punta Corral

Viernes, 20 de julio de 2012 20:18

RICARDO DUBIN

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RICARDO DUBIN

El museo Terry presentó las obras plásticas que concursaron en el quinto certamen de la bodega maimareña de Fernando Dupont, costumbre que aúna el arte de hacer vino con el visual, en un vínculo que potencia aquel anterior de la inspiración del vino sobre la creatividad del artista plástico. "Me han dicho que el beber vino", dice la copla, "en la medida prudente, en vez embotar la mente, más bien ensancha el sentido."

Que las viñas estén bajo la Paleta del Pintor, que donde reposa el vino haya un mural de Haro Galli, además de la promoción del arte local por medio de sus concursos, nos habla de una intención sobre la que quisimos conversar con el dueño de la bodega. Entonces, Dupont nos dice que "esta es la quinta edición del concurso Punta Corral, de donde que se elige un ganador y una mención."
Lo que buscaban era una etiqueta. "El concurso nació para hacer el cambio de etiqueta del vino Punta Corral", sigue contándonos Fernando Dupont. "El tema es que unos franceses amigos, comunicadores de grandes campañas en Francia, dijeron: este es un tema de marketing. El nombre de Punta Corral es tan fuerte que vas a poder cambiar todos los años la etiqueta, pero con el tiempo me di cuenta que no es así."

Entonces supo que "Punta Corral es muy fuerte para nosotros, pero no lo es en Buenos Aires, en Córdoba, en Rosario. Pero el problema grande que tuvimos fue cuando el año pasado empezamos a exportar a Estados Unidos y me dijeron que no podía cambiar la etiqueta. Para ellos ya es bastante complicado la aprobación de una etiqueta, y cambiarla puede producir demoras."
Francisco es el hijo de Fernando y su diseñador y el encargado de adaptar la obra a la etiqueta. Algunas veces, más allá de la calidad de la obra plástica, se utilizaba sólo una parte, "como la de Huayra Nadalino, que es la que está hoy vigente", nos cuenta Fernando. "Mi hijo extrajo una parte de la obra, reprodujo en la contra etiqueta otra parte, es decir que la adaptó."

A partir de esta edición, el concurso pasó a ser bienal y la etiqueta va a cambiar cada dos bienales, con lo que cada una va a durar cuatro años, por lo que la etiqueta basada en la obra de Nadalino se mantendrá por ese tiempo. Desde el 2007 el vino cambia su presentación gráfica, con lo que ya tuvo cuatro etiquetas distintas.
Nos cuenta Dupont que "la gente se identificó más con una, le gustó otra, y se cumplió con ese asunto del marketing. El concurso Punta Corral es una parte importante. En el mundo del vino, la cuestión es como distinguirte de los demás, y eso puede ser por la presentación y también por el contenido. Hay que tener en cuenta que, muchas veces, el continente es casi tan importante como el contenido."

Define que "arte y vino están siempre de la mano. En Tarija, en el Valle de la Concepción, por ejemplo, hay todos los años un encuentro de arte y vino que es precioso. Para nuestro vino Rosa de Maimará hay una acuarela pintada por Catalina, mi hija, que es licenciada en Bellas Artes. Y con el tiempo me di cuenta que la gente fija su imagen en una etiqueta, y así como te es fiel y quiere que le seas fiel con la calidad, no le gusta que le andés cambiando la presentación."

El concurso, de todas maneras, se va a seguir manteniendo, salgan o no salgan nuevas etiquetas "porque muchas", nos dice, "que son un gran trabajo plástico, no son etiquetas, pero hay que premiarlas por su calidad. Nosotros así apoyamos al arte, como este año premiando a José Octavio Vilte y a la mención: Sofía Elena Palacios."
La próxima edición será en el 2014, "y de estas dos bienales deberá surgir una etiqueta, pero nadie lo sabe. Esta vez se presentaron dieciséis obras. El primer año ganó una procesión maravillosa pintada por Fidel Chaile, lindísima, en un año en el que se presentaron cincuenta y ocho obras", nos comenta.
El tema del concurso es Punta Corral. "No es ni la procesión ni la Virgen", nos cuenta. "Y los artistas plásticos tienen que hacer su obra, pero el diseñador debe interpretar el deseo del cliente. Pero, ¿qué es Punta Corral para cada cual? A mi me gustaría que sigan presentándose y premiarlos. Para el año que viene, hablamos con el museo Terry para hacer una retrospectiva de las obras recibidas."

La muestra inaugurada el sábado presenta todas las obras concursantes para esta edición. "Yo no quiero que desaparezca el contacto con los artistas", nos dice Dupont, "y dos años es mucho tiempo. Me gustaría ver la forma de seguir contactado de alguna forma con los artistas, más allá de que el concurso para nosotros ha sido una difusión muy importante." Las primeras parras se plantaron en el 2004, cuatro años antes de empezar los concursos que ilustraron el vino del 2007, cuando producían 2.500 botellas que hoy son 16.000, de las que, algunas, nos dicen que se venden en Usuhaia. "Mirá vos", nos dice, "el vino del Norte está en Usuhaia. Es un mundo fascinante el del vino", define. "Si vos querés plantar con agua del río, tenés para media hectárea. Si querés más, tenés que irte al cerro a buscar agua." Así pintó la banda de Maimará, con los verdes de sus viñedos, en ese huayco rinconcito que sube frente al pueblo. Así funciona eso que hace que, en la altura, "las diferentes temperaturas hagan que la cáscara de la uva se llene de sabores y aromas y de colores mucho más oscuros", y les yapa el premio a los pintores. "Yo siempre desanimo a los ilusos, a los ingenuos, pero a los que vienen con un planteo técnico concreto los aliento a continuar", dice refiriéndose al mundo vitivinícola, aunque pudiera también estar hablando de arte. Y es que ambos caminos se cruzan, al menos para la propuesta de Fernando Dupont.