El incendio que consumió más de 200 hectáreas en la zona ubicada en los “altos” de Guerrero y Termas de Reyes, y que se pudo observar desde el centro de nuestra ciudad, finalmente fue controlado a última hora de la tarde del lunes por los brigadistas de la Coordinación Provincial de Manejo del Fuego.
Ante esta situación los combatientes de las llamas entraron en “guardia de cenizas” con vistas a controlar que no se reaviven las llamas del foco ígneo.
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El incendio que consumió más de 200 hectáreas en la zona ubicada en los “altos” de Guerrero y Termas de Reyes, y que se pudo observar desde el centro de nuestra ciudad, finalmente fue controlado a última hora de la tarde del lunes por los brigadistas de la Coordinación Provincial de Manejo del Fuego.
Ante esta situación los combatientes de las llamas entraron en “guardia de cenizas” con vistas a controlar que no se reaviven las llamas del foco ígneo.
Los brigadistas lograron controlar los focos que restaban y el paso siguiente fue quedar en la mencionada guardia de cenizas; aunque la misma sería realizada a la distancia, para detectar a lo lejos la aparición de alguna nueva columna de humo.
Según explicó Ezequiel Morales, coordinador provincial de Manejo del Fuego, la extinción definitiva de las llamas puede llevar de un día a un mes, aunque en esta ocasión dependería mucho que las condiciones climáticas acompañen. Es decir que se produzcan algunas llovizna en el lugar, lo cual estaba previsto para las últimas horas de la jornada de ayer.
De la misma manera, el titular del Plan Manejo del Fuego en Jujuy, confirmó que la cantidad de terreno arrasado por las llamas superó las 200 hectáreas, y al tiempo afirmó que sólo falta corroborar los datos del sistema de posicionamiento global (GPS por sus siglas en inglés) de uno de los brigadistas.
Por lo tanto una vez que se terminen de analizar las mediciones del equipo tecnológico se entregarán los datos definitivos, aunque no se descarta que las llamas hayan calcinado cerca de 250 hectáreas de pastizal de altura y bosque nativo del sector (en menor medida).
El coordinador remarcó además la necesidad de no realizar ningún tipo de quemas, y mucho menos bajo las condiciones climáticas de las últimas horas, donde la combinación del frío matutino y nocturno, sumado al calor y viento norte durante el día atentan contra la vegetación, convirtiéndola en combustible altamente volátil.
Al mismo tiempo, Morales, destacó que son muchas las hipótesis que se manejan en relación al inicio de las llamaradas. Explicó que en base a los datos recabados entre algunos lugareños coincidían en que podría haberse tratado de cazadores.
También se barajó que pudo ser de una quema de pastizales para renovar la vegetación para el pastoreo del ganado o también para ahuyentar a pumas o algún otro felino salvaje de modo de evitar que ataquen a las haciendas apostadas en los puestos ganaderos. (Ignacio Igarzábal)