SAN PEDRO (Corresponsal). "Una vez más manifestamos nuestra alegría por este acontecimiento tan importante que vivimos en nuestra comunidad. No podemos dejar de mencionar la inspiración divina de nuestro recordado padre Miguel, al haber traído la imagen de San Cayetano allá por el año 1962. Seguramente, al contemplar tantas familias, año tras año, abocada a esta fiesta, sólo podemos decir que esto viene de Dios, que es Dios quien a través de ese gesto del padre Miguel, hoy nos ha reunido para celebrar la acción de gracia". Lo dijo en su homilía el padre Gustavo Leiva durante la misa de acción de gracia que se realizó en el marco de la festividad patronal y la octava de San Cayetano, que convocó a una multitud.
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SAN PEDRO (Corresponsal). "Una vez más manifestamos nuestra alegría por este acontecimiento tan importante que vivimos en nuestra comunidad. No podemos dejar de mencionar la inspiración divina de nuestro recordado padre Miguel, al haber traído la imagen de San Cayetano allá por el año 1962. Seguramente, al contemplar tantas familias, año tras año, abocada a esta fiesta, sólo podemos decir que esto viene de Dios, que es Dios quien a través de ese gesto del padre Miguel, hoy nos ha reunido para celebrar la acción de gracia". Lo dijo en su homilía el padre Gustavo Leiva durante la misa de acción de gracia que se realizó en el marco de la festividad patronal y la octava de San Cayetano, que convocó a una multitud.
Cabe acotar que las familias del barrio, celebraron con júbilo junto a la comunidad toda, la llegada de la imagen del santo patrono del pan y del trabajo, el que desde hace medio siglo, convoca, bendice e invita a compartir el pan, en una de las festividades de mayor convocatoria en esta ciudad.
Finalizada la misa, la multitud se convocó detrás de la imagen del santo para iniciar la procesión por las calles del sector. El sacerdote invitó a doña Eusebia, una de las pioneras que acompañó al padre Miguel y fue testigo de la llegada de la imagen hace 50 años. Luego bendijo el pan el que fue repartido y compartido por la gran feligresía que con alegría se acercó a la celebración.