La noticia fue sorpresiva, pero al mismo tiempo acertada. No hay que ser falsos. Una cosa no quitará la otra. Mario Gómez es el técnico más exitoso de Gimnasia, ya que fue el artífice del ascenso a primera división en el 2005 y de la mejor campaña del equipo en el máxima divisional. Luego, dos veces, lo salvó del temido descenso. Sin embargo, ahora, los números le daban la espalda.
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La noticia fue sorpresiva, pero al mismo tiempo acertada. No hay que ser falsos. Una cosa no quitará la otra. Mario Gómez es el técnico más exitoso de Gimnasia, ya que fue el artífice del ascenso a primera división en el 2005 y de la mejor campaña del equipo en el máxima divisional. Luego, dos veces, lo salvó del temido descenso. Sin embargo, ahora, los números le daban la espalda.
En esta primera parte de la B Nacional sólo sumó 24 puntos de los 30 propuestos y la preocupación es enorme. Las críticas fueron una constante en la última etapa, donde el triunfo sobre Boca Unidos implicó algo de aire fresco en medio del desierto. Había estado ocho fechas sin ganar.
Pero la derrota en manos de Aldosivi en Mar del Plata, sexta consecutiva en condición de visitante, pareció ser determinante. El posterior silencio dirigencial junto a las reuniones que se mantuvieron en Buenos Aires llevó a pensar que la continuidad de Gómez era un hecho. Ayer al mediodía, el presidente Fernando Yécora informó a El Tribuno de Jujuy que el DT no seguía en el cargo.
“No fue una decisión apresurada. Analizamos bien el tema y creemos que es lo mejor para Gimnasia. Llegamos a un acuerdo y Gómez dio un paso al costado. Así se descomprimirá la situación”, agregó el titular “albiceleste”.
Y tiene razón. Siempre cuando se cambia un entrenador, los jugadores tienen otra motivación. Y son los jugadores los que entran a la cancha, los que marcan los goles y los que evitan que los rivales los hagan. Entonces, quienes no vienen siendo titulares se esforzarán el doble para ser tenidos en cuenta y los que están dentro del “once” deberán esforzarse al máximo para mantener el lugar.
Eso sí, nada garantiza el éxito. Mucho menos cuando se tiene la soga al cuello, pero había que hacer algo.
En las semanas previas se escuchó a los integrantes del plantel hacerse cargo, relativizando la responsabilidad del DT en el mal momento. Parecieron palabras honestas, pero no alcanzaron. El fusible es el entrenador. No hay vuelta que darle.
También se apuntó a la mínima participación de Franco Sosa, el refuerzo de más jerarquía que arribó a Jujuy. El central debió ser el patrón del fondo, pero apenas jugó 28 minutos en 21 jornadas. Primero fue una lesión y luego decisiones tácticas, según afirmó el tucumano, lo que impidieron que tuviera continuidad. “No volví a Jujuy por plata”, le aclaró a este matutino hace un par de días.
Se vienen días de rumores y trascendidos -ver aparte-, pero Yécora no quiso dar pistas. “Estamos analizando. No es fácil la elección de un técnico. En los próximos días trataremos de cerrar negociaciones e informar quién asumirá en enero”, declaró.
Gimnasia se prepara para comenzar una nueva etapa, una de las más difíciles futbolísticamente con el agravante que la parte económica no se recupera desde la Copa América. La ilusión está puesta en que se podrá cambiar el rumbo.