Los automovilistas no respetan sendas ni lugares demarcados. Los peatones también contribuyen al desorden.
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Los automovilistas no respetan sendas ni lugares demarcados. Los peatones también contribuyen al desorden.
Las infracciones más comunes se dan con los estacionamientos en doble fila y en la ocupación de espacios demarcados.
La falta de respeto a normas elementales de tránsito que se observa en la capital provincial dejó de ser hace tiempo un motivo para la queja ciudadana o las charlas de café.
La convivencia diaria con las más insólitas infracciones cometidas por automovilistas, motociclistas, choferes de colectivos y hasta incluso peatones hicieron que el ojo ciudadano perdiera su agudeza a la hora de observar la mutiplicidad de faltas viales que se producen en las calles de San Salvador de Jujuy.
A tal extremo llegó esta situación que hasta existe una suerte de miopía en los propios inspectores de tránsito, que muchas veces hacen la vista gorda -por acostumbramiento seguramente- ante las flagrantes violaciones a la Ley vial.
Dicho esto, una crítica que a cualquier vecinos le surge con espontaneidad cuando se habla del tema, la cosa pareciera terminar allí, pero cuando esta vivencia es padecida por un visitante, el problema vuelve a ponerse en el centro de la escena.
El tema es que la crítica de un turista duele más que los comentarios cotidianos que uno mismo puede hacer de su país, provincia, o ciudad. La cuestión es saber tomar esa crítica para mejorar e intentar un cambio en la mentalidad ciudadana, principalmente -tratándose del tránsito- de los conductores y peatones en general.
También debería servir para que los organismos que ejercen los controles apliquen con todo el rigor la fuerza la vigencia de un instrumento legal.
En la sección "las cartas" de nuestro matutino un turista chileno, agobiado por lo que le tocó vivir en las calles de esta capital, describió una realidad que los jujeños aprendimos a asimilar como algo normal, pero que en otras ciudades, del país y del extranjero, se tornan repudiables.
"Es muy triste que en una ciudad tan plena, los conductores de bus y autos (taxis y particulares) no tengan el menor respeto por la senda peatonal y peatones. Ello hace pensar cómo lograron su licencia de conducir. Lo invito a usted que pruebe de cruzar en esas áreas (zona de Plaza Belgrano, frente a la Catedral) a horas 11 y podrá apreciar cuán doloroso es ser peatón en su Jujuy", reza uno de los párrafos de la carta enviada por Horacio Antonio Heredia Díaz, de Santiago de Chile, a nuestro matutino.
"Es una pena que toda la imagen que se ofrece de Jujuy se vea atacada por la falta de respeto a normas de tránsito que cuando se cumplen muestran la madurez social de un pueblo", agregó en el escrito, donde también remarcó que "más triste es ver a los inspectores negarse para ayudar a peatones para asegurar que se pague un ticket" (de estacionamiento).
"Menos mal que este ciudadano chileno no transitó a pie o en auto por otros sectores no menos conflictivos que la zona de plaza central", diríamos con seguridad muchos jujeños que diariamente sufrimos una situación semejante a la de Heredia Díaz.
Porque, por ejemplo, caminar e intentar cruzar varias arterias céntricas en horarios pico es realmente una odisea, lo mismo que estacionar el vehículo en lugares públicos, semipúblicos o privados.
En los últimos tiempos el caos comenzó a exceder los límites de la zona céntrica para ganar espacios sobre todo en la salida de la ciudad.