Detalló que la proporción de empleo de ese tipo de producciones extensivas por hectárea no da trabajo ni a una persona, mientras desde el punto de vista
agroecológico, entre media hectárea o una, da trabajo a una familia. "Respecto a la otra agricultura, la tradicional, la convencional, no decimos que son enemigas, sino que son complementarias, que está bien que esa agricultura siga siendo para grandes cantidades masivas de la población. La otra para el consumo local, no necesita grandes volúmenes", explicó el investigador y docente Raúl Llobeta.
Consideró que la ventaja es que desde el punto de vista productivo es casi igual que la otra o más, que en el momento de producir tiene el mismo rendimiento y genera mano de obra. Explicó de hecho que "uno de los grandes problemas hoy es que la gente se va del campo se amontona en las ciudades, y esto al sistema le sale carísimo, porque no hay trabajo en la ciudad entonces el resto de la parte activa tiene que mantener al que no trabaja", dijo.
Reflexionó explicando que hay que pensar si es mejor que sigan en el campo con una propuesta de agricultura familiar agroecológica en la Quebrada, Puna y Valles, o tenerla en Alto Comedero porque hay una agricultura extensiva. Por ello reiteró que al sistema en el mediano o largo plazo la alternativa de expulsar gente del campo le es carísima.
Detalló que la proporción de empleo de ese tipo de producciones extensivas por hectárea no da trabajo ni a una persona, mientras desde el punto de vista
agroecológico, entre media hectárea o una, da trabajo a una familia. "Respecto a la otra agricultura, la tradicional, la convencional, no decimos que son enemigas, sino que son complementarias, que está bien que esa agricultura siga siendo para grandes cantidades masivas de la población. La otra para el consumo local, no necesita grandes volúmenes", explicó el investigador y docente Raúl Llobeta.
Consideró que la ventaja es que desde el punto de vista productivo es casi igual que la otra o más, que en el momento de producir tiene el mismo rendimiento y genera mano de obra. Explicó de hecho que "uno de los grandes problemas hoy es que la gente se va del campo se amontona en las ciudades, y esto al sistema le sale carísimo, porque no hay trabajo en la ciudad entonces el resto de la parte activa tiene que mantener al que no trabaja", dijo.
Reflexionó explicando que hay que pensar si es mejor que sigan en el campo con una propuesta de agricultura familiar agroecológica en la Quebrada, Puna y Valles, o tenerla en Alto Comedero porque hay una agricultura extensiva. Por ello reiteró que al sistema en el mediano o largo plazo la alternativa de expulsar gente del campo le es carísima.