Otra vez la misma película, habrá dicho más de un espectador que estuvo la noche del sábado en la derrota 0 - 1 de Zapla ante San Martín de Tucumán.
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Otra vez la misma película, habrá dicho más de un espectador que estuvo la noche del sábado en la derrota 0 - 1 de Zapla ante San Martín de Tucumán.
Es que la 4º caída consecutiva del "merengue" en el "Emilio Fabrizzi" golpeó fuerte en el orgullo de los hinchas palpaleños. Y es entendible, porque el "ciruja" no mostró lucidez ni mucho menos, pero con esa falta de claros argumentos terminó confirmando una falta de identidad en el juego de Zapla a pesar de que el resultado se definió por un error involuntario del golero Piris.
La carencia de plantear un estilo o avasallamiento desde el primer minuto, genera que los rivales propongan hasta animarse a conseguir la ventaja. Y por ende el "merengue" en su casa da la sensación de que espera recibir el golpe para recién reaccionar.
Cuando tendría que obligar a que la visita se retrase en su propio campo. Sin dudas que esa estrategia le fue favorable jugando de visitante con el gran respaldo del golero rosarino, porque de contra aprovechó los espacios y terminó amargando a varios rivales.
Sin embargo, la cruel realidad es que en Palpalá aún no pudo encontrar la fórmula y eso le impidió que su público no pueda festejar ni un sólo gol. Y frente a eso, el sacrificio, la voluntad y entrega plasmada opacaron a las jugadas hilvanas o pases entre líneas que supieron caracterizar a los equipos presentados por el DT Horacio Zingariello.
Nadie niega la rudeza que demuestra la categoría y el gran respaldo de cada uno de los adversarios, pero el claro ejemplo de un funcionamiento compacto es Unión Aconquija que con practicidad y sin muchos nombres consiguió justificadamente el liderazgo.
Es verdad que el DT Horacio Zingariello en 9 fechas no pudo repetir la misma formación por diferentes imponderables, pero esos recambios tampoco le confiaron una regularidad para reafirmar su titularidad. ¿Entonces que está fallando?
El análisis jugando de local o de visitante obviamente que no es compatible. Eso sí, ambos coinciden en que la mirada es simple y detallada, porque cuando los resultados son favorables se resaltan con generosidad los puntos altos y cuando son adversos se intenta marcar la realidad con críticas constructivas.
En ese sentido se resalta que a Zapla el orden y concentración le dieron buenos réditos en Salta cuando venció merecidamente a Gimnasia y Tiro. También se le adhieren unos 30' ante San Jorge, pero siempre aparecen esas falencias o distracciones propias que se terminan pagando caro todo el esfuerzo expuesto. Por eso construir un estilo de juego le simplificará los lamentos, ya que cuenta con jugadores buen pie que todavía tienen mucho para dar.
En ese caso consolidar una motivación interna será lo ideal para reencontrar su nivel y de esa manera hecer sentir la localía en los 90' de juego. Y el miércoles a las 21.30 podrá demostrarlo ante Juventud.