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La Manka Fiesta llegó a su fin

Domingo, 26 de octubre de 2014 13:40
La Manka Fiesta cerró su edición 2014.
LUIS BELTRÁN (Corresponsal)
La Manka Fiesta en la ciudad fronteriza de La Quiaca llegó a su finalización, tras siete días de encuentro, donde se revalorizó el ancestral evento del cual no tiene una fecha exacta desde sus inicios, pero que congrega a millares de personas.
Los predios del ex Ferrocarril dejaron su letargo por unas cuantas jornadas, a paso parsimonioso unas 10 mil personas concurrieron este año, entre puneños, vallistos, bolivianos y turistas. Así lo informó Arlene Carretero Directora de Cultura y Turismo del municipio quiaqueño, no es un dato menor, porque supera las estadísticas del año anterior especialmente en relación a gente de otros puntos del país que arribaron colmando un 80 por ciento la capacidad hotelera.
Algo característico es el trueque, aún las personas continúan intercambiando objetos por otros que le son de utilidad a ambas partes, quienes llegaron desde otras latitudes pudieron sentir aromas y sabores diferentes. Además de apreciar una simbiosis de colores fríos y cálidos, que al reflejo del intenso sol resaltan en la geografía agreste del lugar.
La espera de 365 días, llego a su fin, atrás quedaron largas noches bajo la intemperie, otras de diversión al ritmo de la caja y erkencho, ahora también "cumbia chicha" acompañado por agua ardiente. Algunos terminaron de vender sus productos, otros permanecerán un día más cuestión el retorno sea llevando algunos pocos pesos al hogar.
La "Fiesta de las Ollas" no solo es un espacio donde el cambalache y venta de productos es habitual, demás simboliza un punto de encuentro de varias culturas que convergen mostrando su identidad. Fiel a sus costumbres el puneño, despidió con mucho entusiasmo a la Manka, durante la noche del sábado y lo que resta del domingo, sabe es el momento cuando sale del anonimato, transformándose en protagonista de la celebración cultural más impactante en el norte provincial de pura raigambre nativa.
Es la festividad de mayor antigüedad en la Puna, de carácter anual, la Fiesta de la Olla recibió a personas llegadas desde los cuatro vientos. Algo digno de destacar es la conservación y su realización, con el objeto de fomentar la cultura jujeña, donde los saberes a pesar del tiempo permanecen intactos, y ojala desde los entes responsables y meddios puedan difundirla como se merece, porque la República Argentina no termina en la Quebrada, sino La Quiaca pórtico boreal patrio.
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LUIS BELTRÁN (Corresponsal)
La Manka Fiesta en la ciudad fronteriza de La Quiaca llegó a su finalización, tras siete días de encuentro, donde se revalorizó el ancestral evento del cual no tiene una fecha exacta desde sus inicios, pero que congrega a millares de personas.
Los predios del ex Ferrocarril dejaron su letargo por unas cuantas jornadas, a paso parsimonioso unas 10 mil personas concurrieron este año, entre puneños, vallistos, bolivianos y turistas. Así lo informó Arlene Carretero Directora de Cultura y Turismo del municipio quiaqueño, no es un dato menor, porque supera las estadísticas del año anterior especialmente en relación a gente de otros puntos del país que arribaron colmando un 80 por ciento la capacidad hotelera.
Algo característico es el trueque, aún las personas continúan intercambiando objetos por otros que le son de utilidad a ambas partes, quienes llegaron desde otras latitudes pudieron sentir aromas y sabores diferentes. Además de apreciar una simbiosis de colores fríos y cálidos, que al reflejo del intenso sol resaltan en la geografía agreste del lugar.
La espera de 365 días, llego a su fin, atrás quedaron largas noches bajo la intemperie, otras de diversión al ritmo de la caja y erkencho, ahora también "cumbia chicha" acompañado por agua ardiente. Algunos terminaron de vender sus productos, otros permanecerán un día más cuestión el retorno sea llevando algunos pocos pesos al hogar.
La "Fiesta de las Ollas" no solo es un espacio donde el cambalache y venta de productos es habitual, demás simboliza un punto de encuentro de varias culturas que convergen mostrando su identidad. Fiel a sus costumbres el puneño, despidió con mucho entusiasmo a la Manka, durante la noche del sábado y lo que resta del domingo, sabe es el momento cuando sale del anonimato, transformándose en protagonista de la celebración cultural más impactante en el norte provincial de pura raigambre nativa.
Es la festividad de mayor antigüedad en la Puna, de carácter anual, la Fiesta de la Olla recibió a personas llegadas desde los cuatro vientos. Algo digno de destacar es la conservación y su realización, con el objeto de fomentar la cultura jujeña, donde los saberes a pesar del tiempo permanecen intactos, y ojala desde los entes responsables y meddios puedan difundirla como se merece, porque la República Argentina no termina en la Quebrada, sino La Quiaca pórtico boreal patrio.

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