De cómo se complican las cosas y hasta cuando se navegará en la neblina, es el capítulo al que este octubre le pone su sello distintivo en la cosa pública. Cristina Elisabeth Fernández de Kirchner, volvió a ajustar a su tropa con el sesgo de un chauvinismo a ultranza, y ordenó a sus seguidores el desprecio total por "el norte" al que acusó hasta de estar pergeñando un presunto atentado en su contra. Eximió a "al oriente", siempre rotulado de terrorista, y focalizó los horrores del mundo occidental y cristiano en la voluntad de los buitres y su sistema económico financiero, legal y cultural. Definido esto, se volvió hacia adentro para arremeter nuevamente en contra de los supuestos socios vernáculos de aquellos centro de poder mundial, (grupos mediáticos, empresarios, industriales, el campo, los especuladores financieros y hasta miembros de su propio elenco gubernativo). Nadie olvidará nunca la humillación en vivo y directo que le propinó hoy al exdirector del Banco Central, Juan Carlos Fábrega, quien soportó estoicamente las andanas, (otro ante tamaño escarnio quizá hasta hubiera cometido el desaire de retirarse del lugar) pero horas después, entregó su renuncia. La misma suerte debieron haber corrido los funcionarios de la inteligencia del estado que habían cometido la gigantesca torpeza de haber filtrado hasta el nombre y apellido de un empresario tunecino sindicado como el cerebro de una amenaza de muerte a la señora presidente, que ella misma desmintió. Pero como éstas son personas invisibles, siguen silenciosamente en sus cargos. Detrás del nuevo triunfo del ministro de Economía, se sucedieron los recambios de funcionarios, hasta una denuncia penal en contra de Fábrega y su hermano por supuestos manejos turbios en una cueva financiera, la bolsa cayó estrepitosamente durante dos días aunque luego el rebote la hizo recuperar terreno, el dólar oficial se mantuvo casi sin cambios, el "blue" sigue arriba de los $15 y el "dólar ahorro" batió todos los records de compras, al punto que se analizaría congelar su oferta. Naturalmente, la inflación sigue asustando y la producción jaqueada, mostró otra caída en el sector automotor que hizo pasar las luces amarillas a rojas. Éste es, someramente el panorama de octubre, con el que la Nación y las provincias deberán entenderse en cada paso. Muchos gobernadores, han tomado el guante de esas luces de alarma, aunque ninguno se anima –ni se animará por ahora- a cuestionar las decisiones de CEFK, pero confiesan en la intimidad de sus despachos y sólo frente a algunos colaboradores, de sus temores por la trepidante carrera de Axel Kicillof, un ministro sin techo, al que comparan en voz baja con aquel Domingo Cavallo (también autoconsiderado como "cero defecto" e incapaz de ninguna autocrítica), al que Carlos Menem le cedió tanta capacidad de decisión y esplendor que hasta le terminó hipotecando enormes porciones de poder político hasta que casi fue tarde. Claro, la situación y los protagonistas son otros, pero el paralelismo es totalmente válido: un jefe de estado encandilado por un ministro de economía, que parece escuchar una sola voz en el gabinete.
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De cómo se complican las cosas y hasta cuando se navegará en la neblina, es el capítulo al que este octubre le pone su sello distintivo en la cosa pública. Cristina Elisabeth Fernández de Kirchner, volvió a ajustar a su tropa con el sesgo de un chauvinismo a ultranza, y ordenó a sus seguidores el desprecio total por "el norte" al que acusó hasta de estar pergeñando un presunto atentado en su contra. Eximió a "al oriente", siempre rotulado de terrorista, y focalizó los horrores del mundo occidental y cristiano en la voluntad de los buitres y su sistema económico financiero, legal y cultural. Definido esto, se volvió hacia adentro para arremeter nuevamente en contra de los supuestos socios vernáculos de aquellos centro de poder mundial, (grupos mediáticos, empresarios, industriales, el campo, los especuladores financieros y hasta miembros de su propio elenco gubernativo). Nadie olvidará nunca la humillación en vivo y directo que le propinó hoy al exdirector del Banco Central, Juan Carlos Fábrega, quien soportó estoicamente las andanas, (otro ante tamaño escarnio quizá hasta hubiera cometido el desaire de retirarse del lugar) pero horas después, entregó su renuncia. La misma suerte debieron haber corrido los funcionarios de la inteligencia del estado que habían cometido la gigantesca torpeza de haber filtrado hasta el nombre y apellido de un empresario tunecino sindicado como el cerebro de una amenaza de muerte a la señora presidente, que ella misma desmintió. Pero como éstas son personas invisibles, siguen silenciosamente en sus cargos. Detrás del nuevo triunfo del ministro de Economía, se sucedieron los recambios de funcionarios, hasta una denuncia penal en contra de Fábrega y su hermano por supuestos manejos turbios en una cueva financiera, la bolsa cayó estrepitosamente durante dos días aunque luego el rebote la hizo recuperar terreno, el dólar oficial se mantuvo casi sin cambios, el "blue" sigue arriba de los $15 y el "dólar ahorro" batió todos los records de compras, al punto que se analizaría congelar su oferta. Naturalmente, la inflación sigue asustando y la producción jaqueada, mostró otra caída en el sector automotor que hizo pasar las luces amarillas a rojas. Éste es, someramente el panorama de octubre, con el que la Nación y las provincias deberán entenderse en cada paso. Muchos gobernadores, han tomado el guante de esas luces de alarma, aunque ninguno se anima –ni se animará por ahora- a cuestionar las decisiones de CEFK, pero confiesan en la intimidad de sus despachos y sólo frente a algunos colaboradores, de sus temores por la trepidante carrera de Axel Kicillof, un ministro sin techo, al que comparan en voz baja con aquel Domingo Cavallo (también autoconsiderado como "cero defecto" e incapaz de ninguna autocrítica), al que Carlos Menem le cedió tanta capacidad de decisión y esplendor que hasta le terminó hipotecando enormes porciones de poder político hasta que casi fue tarde. Claro, la situación y los protagonistas son otros, pero el paralelismo es totalmente válido: un jefe de estado encandilado por un ministro de economía, que parece escuchar una sola voz en el gabinete.
Eduardo Alfredo Fellner, fue y volvió de Buenos Aires varias veces. Por un lado tiene la preocupación de sostener la famosa previsibilidad de los gastos salariales y del funcionamiento del estado. Por otro, es el Presidente del Partido Justicialista, y sus pares gobernadores requieren su presencia y su opinión en el momento tan complicado. Además, necesitan hacer ante él, la catarsis por su angustia frente al deterioro de las variables de la economía, que arrastra consigo a las expectativas electorales. La foto de las últimas horas mostró a Eduardo Alfredo con Daniel Scioli, Julián Domínguez, José Luis Gioja, Sergio Urribarri entre otros, todos sonrientes con sonrisas que no disimulan sus urgencias y su contrariedad. Confían todos, seguramente, en que el gobernador jujeño pueda llevar esas preocupaciones a la mismísimo despacho principal de Balcarce 50, o tal vez, a alguna reunión más distendida en la quinta de Olivos, aunque nadie, ni el propio Fellner podrían suscribir que habrá respuesta positiva. O siquiera, si habrá respuesta. Todos sienten que las dilaciones en fijar rumbos y nombres para el 2015, particularmente el hoy amesetado Daniel Scioli, más el fantasma cada vez menos transparente de una cesión del poder al ascendienteMauricio Macri para apostar a un regreso triunfal en el 2019 con Cristina Elisabeth Fernández como jefa de la oposición –previo victorioso escalón intermedio en el 2017-, son cuestiones que hipotecan el futuro de todos los aspirantes. La preocupación por UNEN es menor, porque siguen ensimismados en su hoguera de vanidades que les empantana el crecimiento en las encuestas, mientras el tren ya está anunciando la partida. Pero si le duele al Frente para la Victoria, que Sergio Massa siga arriba y ahora, agregando cierto plafón favorable entre los no kirchneristas, lectura que indica, que avanza también sobre radicales, izquierdas y derechas moderadas. Como se ve, la tarea de administración, de gestión y de vaivenes políticos, no es sencilla ni mucho menos para Eduardo Fellner, que tiene aquí y allá responsabilidades y compromisos que lo enfrentan con su propio destino.
El rompecabezas del PJ
El peronismo de Jujuy busca ese destino. Condicionado por la derrota del 2013, ya se puso en marcha hacia torcer esa historia y recuperar su hegemonía tradicional. No será fácil. Está tejiendo una trama de conversaciones y acuerdos que posiblemente terminen en una ingeniería electoral que asegure el triunfo. Claro, esa trama deberá incluir en su mismísimo origen, el compromiso de la gobernabilidad posterior, porque ganar para sufrir inmediatamente desencuentros, deslealtades y abandonos, es también una historia que el PJ debe evitar repetir.Ya se dijo desde estas líneas que todos los kirchneristas deberán estar unidos y más o menos organizados para que ello ocurra. Es decir, deberán bajar pretensiones, unificar criterios, ser solidarios y recrear afectos duraderos. Eduardo Fellner, Guillermo Jenefes, Rubén Rivarola, Julio y Carolina Moisés, Milagro Angela Amalia Sala de Noro, por citar a los más visibles, tendrán esa doble tarea. ¿Se reagrupará la "Mesa Chica"? y si así lo exigiera la situación política, ¿aumentarán la cantidad de sillas para sentar a esos otros partidos en el Frente para la Victoria? Cómo se construye el andamiaje que sostenga las alianzas por ahora, es un secreto que no sale de un par de despachos oficiales y algunas comidas reservadas, bien regadas y conversadas. La gente de Jujuy, mira y espera para saber que solamente es ambición de mantener el control de la Provincia, o si verdaderamente, podrá seguir vigente y útil a través de los años el modelo K que crearon Néstor y Cristina y al que adscriben con tanto fervor, tan diferentes expresiones políticas, culturales y personales.
El "puzzle" radical
El radicalismo de Jujuy, también busca su destino. Y su aventura electoral, es casi como la del PJ: si realmente cree que puede llegar a ser gobierno, sabe y siente también que solos no lo lograrán y cerrar una alianza como el massismo, que ya fue adelantada también en estas líneas, obligará a los radicales a cerrar un sólido acuerdo de gobernabilidad y mantenimiento de sus acuerdos en el tiempo. Hasta ahora nunca lo logró, ni con el viejo Movimiento Popular Jujeño de don Horacio Guzmán, ni con Lyder de Isolda Calsina, ni con partidos municipales como el de Esteban Fado Zamar de San Pedro, ni con tantos otros. Sólo le duran hoy los socialistas. Hacia adelante, será más complejo y delicado porque de concretarse algo con el massismo, estarán uniéndose con fuerzas del peronismo, con las que son visceral y genéticamente incompatibles. Hoy finalmente estará en Jujuy el diputado nacional tigrense, visita que esta columna anticipó y que fue postergada semanas atrás. El motivo oficial será firmar un convenio con la Municipalidad de la Capital para que en San Salvador de Jujuy Chuli Jorge trate de remedar el esquema de cámaras de Seguridad que con tanto éxito el renovador instaló en su municipio de Tigre. El motivo político, será como nos había anticipado un encumbrado –y esperanzado dirigente radical local- "hacer un café con Gerardín, y mostrarse unidos en una conferencia de prensa que quizá sea el comienzo de algo muy importante". Y tan importante como la foto de los dos juntos, será ver quiénes en segundo o tercer plano, o entre el público presente, concurren a ese encuentro. Y quiénes se resistieron a ir. Porque que Sergio Massa y Gerardo Moralesconversan de todo esto hace tiempo ya no es noticia. Tampoco es noticia que GM preferirá mil veces acordar con Massa antes que con Macri. Pero sí será noticia saber -y blanquear- a todos los sectores, frentes y dirigentes que desde hace meses, fogonean el "acercamiento de Jujuy", subidos al caballo de la libertad de acción que la UCR Nacional les otorgó a las provincias, con tal de que desalojen al peronismo de los despachos oficiales. También se conocerá que harán los autocandidateados massistas que habían comenzado a brotar con la primavera de Jujuy, algunos ya la lanzados y otros –más inteligentes- aún expectantes. Planteadas así las cosas, nuestra Provincia debería prepararse para la madre de todas las batallas, entre los dos grandotes del barrio: el PJ y la UCR, dejaría fuera de la conversación a todo el chiquitaje –dicho esto con enorme respeto por todas las ideas y trabajos políticos- y se podría reinstalar el viejo bipartidismo provinciano que durante décadas rigió los destinos de todos. En este caso, la gente de Jujuy también mira y espera ver si solamente lo importante es ganar, o si habrá la madurez para hacer que en el futuro, la hipotética victoria, le sirva a la Provincia.
Otros temas
Se cerró la semana con la dolorosa noticia del fallecimiento de la diputada Patricia Alejandra Arach. Lúcida militante del peronismo, soportó con gran fortaleza una penosa dolencia que lejos de amedrentarla le renovó bríos para trabajar precisamente a favor de las personas afectadas por enfermedades terminales y por niños con discapacidad. El amor de todo su pueblo –Perico- se reflejó en sus exequias y su ejemplo será sostenido en el tiempo por su familia y sus compañeros de lucha política. Se especuló que para mantener el cupo femenino –la diputada fue la tercera en la lista de electos en el 2013-, se correrían lugares de candidatos electos para reemplazar a la doctora Arach en la banca con otra mujer, pero finalmente se confirmó la manda constitucional y asumirá el primer suplente de la lista, Octavio Herrera.
En tanto, la provincia, va. Los gremios estatales volverán a la carga esta semana con planes de lucha y sus posiciones radicalizadas. Tanto el Frente de Gremios como la Intersindical –que hoy tiene plenario provincial- anunciaron que estudiarán endurecer sus acciones en contra del Gobierno. Sin dudas, se advierte que les está costando seguir convenciendo a la gente de la eficacia de sus métodos. Las últimas expresiones no tuvieron el efecto de otras oportunidades y los jujeños pudieron comprobar que a pesar de las dificultades y de los reclamos –cuya legitimidad nadie niega- la violencia de las manifestaciones, las ocupaciones, los destrozos y el amedrentamiento no constituyen la manera ideal de hacer valer ninguna clase de derecho. Lamentablemente, cuando esa espuma parece bajar, ha sucedido un hecho de violencia inadmisíble, sobre todo viniendo de sindicalistas docentes: para expresarse en contra del afiliado del CEDEMS Santos Vázquez que realizaba una reunión en un local partidario del massismo fue agredido por una patota identificada con la conducción gremial que insultó, realizó pintadas y amenazas y causó destrozos en el inmueble. Los dirigentes identificaron al secretario gremial de los profesores Iván Mendoza como cabecilla del lamentable del episodio. La peor manera de mezclar la política con el sindicalismo. Mientras, sigue la pelea por la ciudad: el gobierno provincial lanzó la refuncionalización y recuperación del casco histórico de San Salvador de Jujuy, obra anunciada en la campaña electoral, recibida con gran desagrado en despachos de la Municipalidad. Otra pelea en puerta es el pedido de algunas empresas de transporte urbano de llevar el pasaje 6 pesos como condición para no quebrar. Hay empresarios del transporte que aseguran que no es necesario ese incremento y a la vez, cuestionan a la municipalidad por estar auspiciando ese pedido mientras no hace cumplir la ordenanza aprobada que obliga a los colectivos a cobrar con tarjetas electrónicas. "Es una zanahoria para hacer caminar la licitación del transporte que está viciada de todos los vicios posibles" aseguran.
Jujuy parece condenado a no tener paz. Y a que la gran mayoría de la dirigencia siempre plantee acciones de máxima. Siempre blanco o negro. Siempre a todo o nada. Siempre a matar o morir. Será porque ha cundido la dolorosa humorada que dice: "por las buenas, se pueden conseguir muchas cosas... ahora, por las malas, ¡se consigue todo!". Una lástima.