Para Nickolay Lamm, una muñeca no tiene por qué representar un estereotipo de mujer que nada tiene que ver con la realidad. Bajo ese concepto, este joven estadounidense de 26 años y diseñador gráfico, creó una muñeca que pretende señalar que no hace falta ser como Barbie, porque "la realidad también puede ser bonita". Además, dejó aclarado que "Lammily" es la firma que la fabrica y no el nombre de la muñeca, porque viene con un pasaporte numerado y el sitio web de la empresa eventualmente incluirá una base de datos donde las personas puedan registrar el nombre elegido.
"Tiene tanta celulitis, acné y lunares como puede tener la mujer promedio. Es más baja, más ancha y más castaña que la rubia endiosada de Mattel y además se ve tan real, tan común, que no te enfocás en cómo se ve sino en lo que hace", explicó Lamm en una entrevista de la CNN. Ese espíritu de carne y hueso, no de plástico, de Lammily fue suficiente para impulsar el crowdfunding (financiamiento colectivo) de Lamm para fabricarla. Hasta el momento consiguió medio millón de dólares, muchísimo más que el objetivo de 95.000 que se había propuesto.
Lammily cuesta 25 dólares y habrá paquetitos de stickers con acné y una línea de ropa para vestirla. Tiene caderas que no mienten, piernas gruesas y cola grande y ya comenzó a hacer furor entre las chicas.
"Tiene tanta celulitis, acné y lunares como puede tener la mujer promedio. Es más baja, más ancha y más castaña que la rubia endiosada de Mattel y además se ve tan real, tan común, que no te enfocás en cómo se ve sino en lo que hace", explicó Lamm en una entrevista de la CNN. Ese espíritu de carne y hueso, no de plástico, de Lammily fue suficiente para impulsar el crowdfunding (financiamiento colectivo) de Lamm para fabricarla. Hasta el momento consiguió medio millón de dólares, muchísimo más que el objetivo de 95.000 que se había propuesto.
Lammily cuesta 25 dólares y habrá paquetitos de stickers con acné y una línea de ropa para vestirla. Tiene caderas que no mienten, piernas gruesas y cola grande y ya comenzó a hacer furor entre las chicas.
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Para Nickolay Lamm, una muñeca no tiene por qué representar un estereotipo de mujer que nada tiene que ver con la realidad. Bajo ese concepto, este joven estadounidense de 26 años y diseñador gráfico, creó una muñeca que pretende señalar que no hace falta ser como Barbie, porque "la realidad también puede ser bonita". Además, dejó aclarado que "Lammily" es la firma que la fabrica y no el nombre de la muñeca, porque viene con un pasaporte numerado y el sitio web de la empresa eventualmente incluirá una base de datos donde las personas puedan registrar el nombre elegido.
"Tiene tanta celulitis, acné y lunares como puede tener la mujer promedio. Es más baja, más ancha y más castaña que la rubia endiosada de Mattel y además se ve tan real, tan común, que no te enfocás en cómo se ve sino en lo que hace", explicó Lamm en una entrevista de la CNN. Ese espíritu de carne y hueso, no de plástico, de Lammily fue suficiente para impulsar el crowdfunding (financiamiento colectivo) de Lamm para fabricarla. Hasta el momento consiguió medio millón de dólares, muchísimo más que el objetivo de 95.000 que se había propuesto.
Lammily cuesta 25 dólares y habrá paquetitos de stickers con acné y una línea de ropa para vestirla. Tiene caderas que no mienten, piernas gruesas y cola grande y ya comenzó a hacer furor entre las chicas.
"Tiene tanta celulitis, acné y lunares como puede tener la mujer promedio. Es más baja, más ancha y más castaña que la rubia endiosada de Mattel y además se ve tan real, tan común, que no te enfocás en cómo se ve sino en lo que hace", explicó Lamm en una entrevista de la CNN. Ese espíritu de carne y hueso, no de plástico, de Lammily fue suficiente para impulsar el crowdfunding (financiamiento colectivo) de Lamm para fabricarla. Hasta el momento consiguió medio millón de dólares, muchísimo más que el objetivo de 95.000 que se había propuesto.
Lammily cuesta 25 dólares y habrá paquetitos de stickers con acné y una línea de ropa para vestirla. Tiene caderas que no mienten, piernas gruesas y cola grande y ya comenzó a hacer furor entre las chicas.