Boca Juniors se clasificó a las semifinales de la Copa Sudamericana al golear a Cerro Porteño por 4 a 1, en un partido disputado en el estadio Defensores del Chaco.
Los goles del conjunto "xeneize" fueron convertidos por Jonathan Calleri, a los 9 minutos del primer tiempo, y Andrés Chávez, a los 23, Emanuel Gigliotti, a los 28, y otra vez Chávez, a los 40, todos en el complemento.
El delantero español Daniel Güiza, a los 27 de la etapa inicial, había igualado transitoriamente para el equipo paraguayo.
El partido se pensaba intenso desde el inicio y Ortigoza anunció las pretensiones del equipo guaraní a los 2 minutos, pero Orión conjuró el remate, aunque en el primer ataque a fondo del equipo de Rodolfo Arruabarrena, Chávez no supo aprovechar un mano a mano ante Barreto.
Pero a los 9 y tras unos rebotes en el área, Chávez capturó el balón, cedió al medio para Calleri, quien solo debió empujar al gol.
Boca sufrió un poco de ahogo, dado el intenso calor que hizo en tierras paraguayas, y a los 27 Güiza capturó un centro desde la derecha de Sperdutti y anticipó el cierre de Orión para decretar el empate.
El equipo paraguayo dirigido por el exRiver, Leonardo Astrada, no pudo nunca encontrarle la llave a la puerta de seguridad que puso Boca en la defensa y el contragolpe fue el arma letal, para armar una goleada histórica. A los 23 minutos Boca comenzó a liquidar la serie, cuando Gago lideró un contragolpe y dejó solo a Chávez, quien definió por entre las piernas del portero.
Desesperado, apostando a la pelota parada ya con Fabbro en cancha y con poca puntería, Cerro Porteño quedó expuesto a cualquier tipo de situación, y Boca se hizo fuerte y seguro, porque a los 28, el que quedó frente a Barreto fue Gigliotti, también recién ingresado, y el delantero se tomó su tiempo para establecer el 3-1 en contragolpes mortales.
Nada, salvo las esperanzas de los hinchas locales, hacía prever cualquier cambio de viento, y se vio más que visible, porque Cerro Porteño nunca tuvo un mano a mano con Orión en el complemento.
Una escapada de Fuenzalida, casi sobre el final, terminó con una nueva carrera de Chávez, que otra vez apostó a su zurda letal y venció nuevamente al ya vencido guardameta paraguayo Barreto.
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Boca Juniors se clasificó a las semifinales de la Copa Sudamericana al golear a Cerro Porteño por 4 a 1, en un partido disputado en el estadio Defensores del Chaco.
Los goles del conjunto "xeneize" fueron convertidos por Jonathan Calleri, a los 9 minutos del primer tiempo, y Andrés Chávez, a los 23, Emanuel Gigliotti, a los 28, y otra vez Chávez, a los 40, todos en el complemento.
El delantero español Daniel Güiza, a los 27 de la etapa inicial, había igualado transitoriamente para el equipo paraguayo.
El partido se pensaba intenso desde el inicio y Ortigoza anunció las pretensiones del equipo guaraní a los 2 minutos, pero Orión conjuró el remate, aunque en el primer ataque a fondo del equipo de Rodolfo Arruabarrena, Chávez no supo aprovechar un mano a mano ante Barreto.
Pero a los 9 y tras unos rebotes en el área, Chávez capturó el balón, cedió al medio para Calleri, quien solo debió empujar al gol.
Boca sufrió un poco de ahogo, dado el intenso calor que hizo en tierras paraguayas, y a los 27 Güiza capturó un centro desde la derecha de Sperdutti y anticipó el cierre de Orión para decretar el empate.
El equipo paraguayo dirigido por el exRiver, Leonardo Astrada, no pudo nunca encontrarle la llave a la puerta de seguridad que puso Boca en la defensa y el contragolpe fue el arma letal, para armar una goleada histórica. A los 23 minutos Boca comenzó a liquidar la serie, cuando Gago lideró un contragolpe y dejó solo a Chávez, quien definió por entre las piernas del portero.
Desesperado, apostando a la pelota parada ya con Fabbro en cancha y con poca puntería, Cerro Porteño quedó expuesto a cualquier tipo de situación, y Boca se hizo fuerte y seguro, porque a los 28, el que quedó frente a Barreto fue Gigliotti, también recién ingresado, y el delantero se tomó su tiempo para establecer el 3-1 en contragolpes mortales.
Nada, salvo las esperanzas de los hinchas locales, hacía prever cualquier cambio de viento, y se vio más que visible, porque Cerro Porteño nunca tuvo un mano a mano con Orión en el complemento.
Una escapada de Fuenzalida, casi sobre el final, terminó con una nueva carrera de Chávez, que otra vez apostó a su zurda letal y venció nuevamente al ya vencido guardameta paraguayo Barreto.