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Desarticulan banda narco y secuestran 235 kilos de cocaína que provenía de Bolivia

Miércoles, 10 de diciembre de 2014 00:00
OPERATIVO - SE SECUESTRARON 235 KILOS DE COCAÍNA DE MÁXIMA PUREZA PROVENIENTE DE BOLIVIA.
La Policía de Seguridad Aeroportuaria desarticuló una organización de narcotraficantes, detuvo a 27 personas y secuestró 235 kilos de cocaína de máxima pureza que provenía de Bolivia.
Según confirmaron fuentes policiales, la banda estaba conformada en su mayoría por ciudadanos extranjeros que ingresaban la droga desde Bolivia, la distribuían en el mercado local y también la vendían al exterior a través de mulas.
La investigación, denominada "Lagarto blanco", se extendió por casi dos años debido a las actividades de contrainteligencia que desarrollaba la banda que cambiaba permanentemente de líneas telefónicas, de medios de transporte, de lugares de entrega y acopio de la droga y hasta contaban con personal de custodia durante los traslados de la droga. En los procedimientos, según contó este martes en conferencia de prensa el secretario de Seguridad, Sergio Berni, fueron detenidas 27 personas, entre las que se encontraba una ciudadana boliviana que operaba como jefa.
La mujer trabajaba con cuatro personas, uno de ellos argentino, que eran los responsables de conseguir la droga y de diagramar su ingreso a Argentina oculta en dobles fondos de vehículos o disimulada en el cargamento de camiones. "Hace un año y medio se había detenido en Ezeiza a una señora extranjera que estaba sacando a manera de mula, droga hacia España", explicó Berni, sobre la manera que las autoridades tomaron el primer contacto con las actividades de la banda.
Desde entonces, los expertos antinarcóticos llevaron adelante diversas tareas de inteligencia, entre las que se realizaron múltiples seguimientos, se intervinieron 201 líneas telefónicas, se grabaron 15 mil horas de escuchas, y el pasado fin de semana realizaron 30 allanamientos en distintos domicilios del Conurbano bonaerense y de Capital Federal.
"La cabeza operaba desde Bolivia y se dedicaba a ingresar cocaína de alta pureza hacia Buenos Aires, y de aquí la mitad ingresaba al circuito local y la otra mitad era exportada hacia el exterior", manifestó Berni, quien añadió que "se pudo descabezar absolutamente la banda". Además de los detenidos, 13 de nacionalidad boliviana, ocho peruanos, tres dominicanos, dos argentinos y un colombiano; se secuestraron 235 kilos de cocaína, 10 autos, dos motos y 81 teléfonos celulares con gran cantidad de chips.
También se encontró un "laboratorio" donde la banda fraccionaba y estiraba la droga con elementos como prensas, balanzas, reactivos, éter, acetona y otros precursores químicos. Según las fuentes, una vez en Buenos Aires, la cocaína pasaba a manos de la organización liderada por dos hombres peruanos y con varios distribuidores mayoristas a su cargo.
Éstos entregaban cantidades de entre 20 y 30 kilos a distintos comercializadores, principalmente un colombiano, un peruano y un boliviano, quienes luego del fraccionamiento y el estiramiento la vendían a distribuidores minoristas. "Cada nacionalidad tenía su rol, los narcotraficantes de nacionalidad boliviana ingresaban la droga, los de nacionalidad peruana la vendían aquí en el mercado local y los colombianos eran los que hacían las ventas mayoristas hacia el exterior", explicó Berni, y detalló que "la rama de los peruanos adulteraba la cocaína, más o menos por cada kilo se sacaban tres más". La causa tramita en el Juzgado en lo Criminal y Correccional Federal N° 4, a cargo del juez federal Ariel Lijo.
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La Policía de Seguridad Aeroportuaria desarticuló una organización de narcotraficantes, detuvo a 27 personas y secuestró 235 kilos de cocaína de máxima pureza que provenía de Bolivia.
Según confirmaron fuentes policiales, la banda estaba conformada en su mayoría por ciudadanos extranjeros que ingresaban la droga desde Bolivia, la distribuían en el mercado local y también la vendían al exterior a través de mulas.
La investigación, denominada "Lagarto blanco", se extendió por casi dos años debido a las actividades de contrainteligencia que desarrollaba la banda que cambiaba permanentemente de líneas telefónicas, de medios de transporte, de lugares de entrega y acopio de la droga y hasta contaban con personal de custodia durante los traslados de la droga. En los procedimientos, según contó este martes en conferencia de prensa el secretario de Seguridad, Sergio Berni, fueron detenidas 27 personas, entre las que se encontraba una ciudadana boliviana que operaba como jefa.
La mujer trabajaba con cuatro personas, uno de ellos argentino, que eran los responsables de conseguir la droga y de diagramar su ingreso a Argentina oculta en dobles fondos de vehículos o disimulada en el cargamento de camiones. "Hace un año y medio se había detenido en Ezeiza a una señora extranjera que estaba sacando a manera de mula, droga hacia España", explicó Berni, sobre la manera que las autoridades tomaron el primer contacto con las actividades de la banda.
Desde entonces, los expertos antinarcóticos llevaron adelante diversas tareas de inteligencia, entre las que se realizaron múltiples seguimientos, se intervinieron 201 líneas telefónicas, se grabaron 15 mil horas de escuchas, y el pasado fin de semana realizaron 30 allanamientos en distintos domicilios del Conurbano bonaerense y de Capital Federal.
"La cabeza operaba desde Bolivia y se dedicaba a ingresar cocaína de alta pureza hacia Buenos Aires, y de aquí la mitad ingresaba al circuito local y la otra mitad era exportada hacia el exterior", manifestó Berni, quien añadió que "se pudo descabezar absolutamente la banda". Además de los detenidos, 13 de nacionalidad boliviana, ocho peruanos, tres dominicanos, dos argentinos y un colombiano; se secuestraron 235 kilos de cocaína, 10 autos, dos motos y 81 teléfonos celulares con gran cantidad de chips.
También se encontró un "laboratorio" donde la banda fraccionaba y estiraba la droga con elementos como prensas, balanzas, reactivos, éter, acetona y otros precursores químicos. Según las fuentes, una vez en Buenos Aires, la cocaína pasaba a manos de la organización liderada por dos hombres peruanos y con varios distribuidores mayoristas a su cargo.
Éstos entregaban cantidades de entre 20 y 30 kilos a distintos comercializadores, principalmente un colombiano, un peruano y un boliviano, quienes luego del fraccionamiento y el estiramiento la vendían a distribuidores minoristas. "Cada nacionalidad tenía su rol, los narcotraficantes de nacionalidad boliviana ingresaban la droga, los de nacionalidad peruana la vendían aquí en el mercado local y los colombianos eran los que hacían las ventas mayoristas hacia el exterior", explicó Berni, y detalló que "la rama de los peruanos adulteraba la cocaína, más o menos por cada kilo se sacaban tres más". La causa tramita en el Juzgado en lo Criminal y Correccional Federal N° 4, a cargo del juez federal Ariel Lijo.