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EE.UU y Cuba anuncian histórica normalización de sus relaciones

Miércoles, 17 de diciembre de 2014 18:36
CASTRO Y OBAMA REALIZANDO ANUNCIOS HISTORICOS. 
El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, y su par cubano Raúl Castro dieron este miércoles un paso histórico al anunciar la normalización de sus relaciones bilaterales, poniendo fin a más de medio siglo de enfrentamientos. "He dado instrucciones al Secretario (de Estado, John) Kerry para que inicie de inmediato discusiones con Cuba para restablecer relaciones diplomáticas que han estado interrumpidas desde enero de 1961", dijo Obama en un discurso pronunciado desde la Casa Blanca, en el que anunció un alivio del embargo comercial. Exactamente al mismo tiempo, Raúl Castro afirmaba desde La Habana en una conferencia de prensa orquestada: "Hemos acordado el restablecimiento de las relaciones diplomáticas" con Estados Unidos.
La decisión de Obama de cambiar la política hacia Cuba, que "busca renovar el liderazgo en el continente americano", según la Casa Blanca, fue anunciada un año después del histórico apretón de manos entre Obama y Castro en Sudáfrica en los funerales del expresidente Nelson Mandela. "Estados Unidos va a restablecer una embajada en La Habana y altos funcionarios visitarán Cuba", dijo el presidente estadounidense.
Una nueva era
Obama admitió, con parte de su discurso en español, que "existe una historia difícil entre Estados Unidos y Cuba", pero se dijo dispuesto a iniciar un "nuevo capítulo". De acuerdo con Obama, "en el cambio más importante de nuestra política en más de 50 años, pondremos punto final a un abordaje obsoleto que por décadas fracasó en defender nuestros intereses, y comenzaremos a normalizar las relaciones entre los dos países". En su histórico discurso, Obama admitió que el embargo "que ha sido impuesto durante décadas está ahora codificado en la legislación" estadounidense. Pero expresó su confianza de "poder comprometer al Congreso a un debate honesto y serio sobre el levantamiento del embargo".
En ese sentido, Castro lamentó que se mantenga el "bloqueo" económico sobre la isla. Ambos ofrecieron detalles de la llamada telefónica que mantuvieron sin precedentes en más de medio siglo. En esa conversación, dijo Obama, "dejé clara mi convicción de que la sociedad cubana y sus ciudadanos sufren restricciones", pero eso no impidió que los dos dirigentes acuerden pasar la página y normalizar las relaciones bilaterales. "Se ha podido avanzar en la solución de algunos temas de interés para ambas naciones", dijo el gobernante cubano.
Reacciones de apoyo a un momento "histórico"
"Todo el mundo está contento. Este es un día histórico. Cuba y Estados Unidos son países vecinos, no hay porqué llevarse mal", celebraba en La Habana Amelia Gutiérrez, una empleada bancaria de 28 años. La mujer -embarazada de siete meses- mostró su alegría porque su hijo "no tendrá que vivir bajo el ambiente de tensión que ha caracterizado las relaciones entre Cuba y Estados Unidos durante los últimos 50 años". Instantes después del discurso de Obama, el Secretario general de la ONU, Ban Ki-moon "saludó calurosamente" el acuerdo y adelantó que "las Naciones Unidas están listas para ayudar a estos dos países a desarrollar sus relaciones de buena vecindad". A su vez, el secretario general de la Organización de Estados Americanos (OEA), José Miguel Insulza, calificó como "históricos" los pasos anunciados por Obama, y recordó que la organización dejó sin efecto la suspensión que había motivado el alejamiento de Cuba de la comunidad regional, en 1962.
En la ciudad argentina de Paraná, donde participa de una reunión del Mercosur, el presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, quien suele arrojar dardos contra Estados Unidos, afirmó: "El gesto de Obama es de valentía y necesario en la historia, da un paso sin precedentes". En una declaración, el Papa Francisco aseguró sentirse "vivamente complacido por esta decisión histórica", además de confirmar que el Vaticano ofreció sus "buenos oficios" como mediador.
Intercambio de detenidos
Los anuncios ocurrieron pocas horas después de la decisión de Cuba de liberar al estadounidense Alan Gross, quien había sido condenado a 15 años de prisión por espionaje. Washington había insistido que su detención desde 2009 era un obstáculo al acercamiento diplomático. El mandatario estadounidense saludó la libertad de Gross y dijo que paralelamente Cuba y Estados Unidos acordaron un intercambio de prisioneros, que permitió la liberación de tres agentes cubanos, de un grupo original de cinco, que cumplían pena por espionaje en cárceles estadounidenses. A cambio, "Cuba hoy liberó a uno de los más importantes agentes de inteligencia que Estados Unidos haya tenido en Cuba y quien ha estado en prisión por casi dos décadas", dijo Obama sin revelar la entidad del agente.
Congresistas furiosos
Las críticas llegaron desde el Congreso. Legisladores republicanos y demócratas mostraron su oposición al anuncio de Barack Obama. Varios advirtieron incluso que el Congreso frenará cualquier esfuerzo para levantar el embargo económico. "La Casa Blanca ha concedido todo y ha ganado poco", señaló el senador republicano cubano-estadounidense Marco Rubio, visiblemente molesto. Las críticas a Obama también vinieron desde filas demócratas. El presidente de la Comisión de Relaciones Exteriores del Senado, Robert Menendez, aseguró que las acciones de Obama "han justificado el comportamiento brutal del gobierno cubano".
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El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, y su par cubano Raúl Castro dieron este miércoles un paso histórico al anunciar la normalización de sus relaciones bilaterales, poniendo fin a más de medio siglo de enfrentamientos. "He dado instrucciones al Secretario (de Estado, John) Kerry para que inicie de inmediato discusiones con Cuba para restablecer relaciones diplomáticas que han estado interrumpidas desde enero de 1961", dijo Obama en un discurso pronunciado desde la Casa Blanca, en el que anunció un alivio del embargo comercial. Exactamente al mismo tiempo, Raúl Castro afirmaba desde La Habana en una conferencia de prensa orquestada: "Hemos acordado el restablecimiento de las relaciones diplomáticas" con Estados Unidos.
La decisión de Obama de cambiar la política hacia Cuba, que "busca renovar el liderazgo en el continente americano", según la Casa Blanca, fue anunciada un año después del histórico apretón de manos entre Obama y Castro en Sudáfrica en los funerales del expresidente Nelson Mandela. "Estados Unidos va a restablecer una embajada en La Habana y altos funcionarios visitarán Cuba", dijo el presidente estadounidense.
Una nueva era
Obama admitió, con parte de su discurso en español, que "existe una historia difícil entre Estados Unidos y Cuba", pero se dijo dispuesto a iniciar un "nuevo capítulo". De acuerdo con Obama, "en el cambio más importante de nuestra política en más de 50 años, pondremos punto final a un abordaje obsoleto que por décadas fracasó en defender nuestros intereses, y comenzaremos a normalizar las relaciones entre los dos países". En su histórico discurso, Obama admitió que el embargo "que ha sido impuesto durante décadas está ahora codificado en la legislación" estadounidense. Pero expresó su confianza de "poder comprometer al Congreso a un debate honesto y serio sobre el levantamiento del embargo".
En ese sentido, Castro lamentó que se mantenga el "bloqueo" económico sobre la isla. Ambos ofrecieron detalles de la llamada telefónica que mantuvieron sin precedentes en más de medio siglo. En esa conversación, dijo Obama, "dejé clara mi convicción de que la sociedad cubana y sus ciudadanos sufren restricciones", pero eso no impidió que los dos dirigentes acuerden pasar la página y normalizar las relaciones bilaterales. "Se ha podido avanzar en la solución de algunos temas de interés para ambas naciones", dijo el gobernante cubano.
Reacciones de apoyo a un momento "histórico"
"Todo el mundo está contento. Este es un día histórico. Cuba y Estados Unidos son países vecinos, no hay porqué llevarse mal", celebraba en La Habana Amelia Gutiérrez, una empleada bancaria de 28 años. La mujer -embarazada de siete meses- mostró su alegría porque su hijo "no tendrá que vivir bajo el ambiente de tensión que ha caracterizado las relaciones entre Cuba y Estados Unidos durante los últimos 50 años". Instantes después del discurso de Obama, el Secretario general de la ONU, Ban Ki-moon "saludó calurosamente" el acuerdo y adelantó que "las Naciones Unidas están listas para ayudar a estos dos países a desarrollar sus relaciones de buena vecindad". A su vez, el secretario general de la Organización de Estados Americanos (OEA), José Miguel Insulza, calificó como "históricos" los pasos anunciados por Obama, y recordó que la organización dejó sin efecto la suspensión que había motivado el alejamiento de Cuba de la comunidad regional, en 1962.
En la ciudad argentina de Paraná, donde participa de una reunión del Mercosur, el presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, quien suele arrojar dardos contra Estados Unidos, afirmó: "El gesto de Obama es de valentía y necesario en la historia, da un paso sin precedentes". En una declaración, el Papa Francisco aseguró sentirse "vivamente complacido por esta decisión histórica", además de confirmar que el Vaticano ofreció sus "buenos oficios" como mediador.
Intercambio de detenidos
Los anuncios ocurrieron pocas horas después de la decisión de Cuba de liberar al estadounidense Alan Gross, quien había sido condenado a 15 años de prisión por espionaje. Washington había insistido que su detención desde 2009 era un obstáculo al acercamiento diplomático. El mandatario estadounidense saludó la libertad de Gross y dijo que paralelamente Cuba y Estados Unidos acordaron un intercambio de prisioneros, que permitió la liberación de tres agentes cubanos, de un grupo original de cinco, que cumplían pena por espionaje en cárceles estadounidenses. A cambio, "Cuba hoy liberó a uno de los más importantes agentes de inteligencia que Estados Unidos haya tenido en Cuba y quien ha estado en prisión por casi dos décadas", dijo Obama sin revelar la entidad del agente.
Congresistas furiosos
Las críticas llegaron desde el Congreso. Legisladores republicanos y demócratas mostraron su oposición al anuncio de Barack Obama. Varios advirtieron incluso que el Congreso frenará cualquier esfuerzo para levantar el embargo económico. "La Casa Blanca ha concedido todo y ha ganado poco", señaló el senador republicano cubano-estadounidense Marco Rubio, visiblemente molesto. Las críticas a Obama también vinieron desde filas demócratas. El presidente de la Comisión de Relaciones Exteriores del Senado, Robert Menendez, aseguró que las acciones de Obama "han justificado el comportamiento brutal del gobierno cubano".

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