Con una aceptable labor defensiva que no le sirvió de mucho tras el primer tanto del rival, San Lorenzo de Almagro dejó pasar la chance de quedarse con el Mundial de Clubes al caer por 2 a 0 frente a un Real Madrid que lo superó claramente en un partido disputado en el Gran Estadio de Marrakech.
El primer tanto del encuentro lo marcó Sergio Ramos, de cabeza a los 36 minutos, luego de ganarle en el salto a Mario Yepes, mientras que el segundo lo marcó Gareth Bale, a los 5 del complemento, tras una débil respuesta de Sebastián Torrico.
El equipo argentino jugó concentrado en la faceta defensiva, pero cada vez que perdía la pelota sufría y, una vez que el Madrid abrió el marcador, no mostró argumentos como para lastimar a Casillas.
A lo largo todo el partido, quedó muy expuesta la diferencia de jerarquía individual y colectiva entre uno y otro. San Lorenzo jugó el primer tiempo como debía hacerlo: pura concentración, trató de quitarle espacios al Real y evitar que corra porque en dos o tres toques podía llegar a posición de gol.
El segundo tiempo encontró igual a San Lorenzo, refugiado cerca de su área, soportando los embates de su rival. Y tal como había ocurrido, una pérdida de balón, esta vez de Ortigoza, derivó en el segundo tanto del Real Madrid. Isco metió un gran pase filtrado para Bale y su remate se le metió por abajo de Torrico.
San Lorenzo jugó el partido más importante de su historia, ante el mejor equipo del mundo que hay en la actualidad.
Lágrimas del "Pipi"
El "Pipi" ingresó a los 15 del complemento, pero no pudo quebrar la muralla española y de a poco su juego se fue opacando. Cuando finalizó el encuentro no pudo contener las lágrimas y la desazón de haber perdido el partido más importante de la historia del club San Lorenzo de Almagro.
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Con una aceptable labor defensiva que no le sirvió de mucho tras el primer tanto del rival, San Lorenzo de Almagro dejó pasar la chance de quedarse con el Mundial de Clubes al caer por 2 a 0 frente a un Real Madrid que lo superó claramente en un partido disputado en el Gran Estadio de Marrakech.
El primer tanto del encuentro lo marcó Sergio Ramos, de cabeza a los 36 minutos, luego de ganarle en el salto a Mario Yepes, mientras que el segundo lo marcó Gareth Bale, a los 5 del complemento, tras una débil respuesta de Sebastián Torrico.
El equipo argentino jugó concentrado en la faceta defensiva, pero cada vez que perdía la pelota sufría y, una vez que el Madrid abrió el marcador, no mostró argumentos como para lastimar a Casillas.
A lo largo todo el partido, quedó muy expuesta la diferencia de jerarquía individual y colectiva entre uno y otro. San Lorenzo jugó el primer tiempo como debía hacerlo: pura concentración, trató de quitarle espacios al Real y evitar que corra porque en dos o tres toques podía llegar a posición de gol.
El segundo tiempo encontró igual a San Lorenzo, refugiado cerca de su área, soportando los embates de su rival. Y tal como había ocurrido, una pérdida de balón, esta vez de Ortigoza, derivó en el segundo tanto del Real Madrid. Isco metió un gran pase filtrado para Bale y su remate se le metió por abajo de Torrico.
San Lorenzo jugó el partido más importante de su historia, ante el mejor equipo del mundo que hay en la actualidad.
Lágrimas del "Pipi"
El "Pipi" ingresó a los 15 del complemento, pero no pudo quebrar la muralla española y de a poco su juego se fue opacando. Cuando finalizó el encuentro no pudo contener las lágrimas y la desazón de haber perdido el partido más importante de la historia del club San Lorenzo de Almagro.