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Cese de investigación

Miércoles, 24 de diciembre de 2014 00:00
La denuncia fue radicada por la joven ante el juez de instrucción Gustavo Herrera, en la provincia de Río Negro. La denuncia fue radicada por la joven ante el juez de instrucción Gustavo Herrera, en la provincia de Río Negro.
Una joven de 20 años que había denunciado a su novio en la ciudad rionegrina de Cipolletti por violencia de género luego de que la tatuara con un cuchillo, presentación que derivó en la detención del agresor, sorprendentemente pidió que cese la investigación judicial.
La víctima se presentó ante las autoridades judiciales y si bien no modificó la historia que anteriormente había relatado, aseveró que ya no estaba interesada en impulsar las actuaciones contra su pareja, un joven de 26 años que permanecía detenido en la comisaría 21 de esa ciudad del Alto Valle del Río Negro.
A pesar de los deseos de la joven, desde la Fiscalía que intervino en el caso pusieron en duda la libertad del imputado, ya que informaron que en dicha entidad no avalarían decisiones que interrumpan las investigaciones.
Según la información difundida por un medio gráfico local, la joven había radicado la denuncia el miércoles pasado ante el juez de instrucción Gustavo Herrera, a quien le mostró la marca con su propio nombre que le había hecho su pareja, mientras que los forenses que la revisaron hallaron marcas de golpes en su cuerpo.
El novio de la muchacha fue inmediatamente detenido por la Policía, después de que interviniera en el caso el fiscal, José Rodríguez Chazarreta.
En forma extraoficial se señaló que el joven había admitido que el episodio de violencia en el que tatuó a su novia con el elemento cortante se había producido en una noche en la que ambos estaban alcoholizados y drogados.
Días más tarde se presentó la concubina del padre del joven a denunciar que era víctima de maltrato por parte del hombre, un portero de escuela que también fue detenido.
La mujer mencionó que tanto el portero como su hijo tenían a la violencia contra las mujeres como parte de sus costumbres.
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La denuncia fue radicada por la joven ante el juez de instrucción Gustavo Herrera, en la provincia de Río Negro. La denuncia fue radicada por la joven ante el juez de instrucción Gustavo Herrera, en la provincia de Río Negro.
Una joven de 20 años que había denunciado a su novio en la ciudad rionegrina de Cipolletti por violencia de género luego de que la tatuara con un cuchillo, presentación que derivó en la detención del agresor, sorprendentemente pidió que cese la investigación judicial.
La víctima se presentó ante las autoridades judiciales y si bien no modificó la historia que anteriormente había relatado, aseveró que ya no estaba interesada en impulsar las actuaciones contra su pareja, un joven de 26 años que permanecía detenido en la comisaría 21 de esa ciudad del Alto Valle del Río Negro.
A pesar de los deseos de la joven, desde la Fiscalía que intervino en el caso pusieron en duda la libertad del imputado, ya que informaron que en dicha entidad no avalarían decisiones que interrumpan las investigaciones.
Según la información difundida por un medio gráfico local, la joven había radicado la denuncia el miércoles pasado ante el juez de instrucción Gustavo Herrera, a quien le mostró la marca con su propio nombre que le había hecho su pareja, mientras que los forenses que la revisaron hallaron marcas de golpes en su cuerpo.
El novio de la muchacha fue inmediatamente detenido por la Policía, después de que interviniera en el caso el fiscal, José Rodríguez Chazarreta.
En forma extraoficial se señaló que el joven había admitido que el episodio de violencia en el que tatuó a su novia con el elemento cortante se había producido en una noche en la que ambos estaban alcoholizados y drogados.
Días más tarde se presentó la concubina del padre del joven a denunciar que era víctima de maltrato por parte del hombre, un portero de escuela que también fue detenido.
La mujer mencionó que tanto el portero como su hijo tenían a la violencia contra las mujeres como parte de sus costumbres.

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