SALTA (Agencia). Eran las 2 de la mañana. Todos en la casa descansaban en las habitaciones de la parte superior de la vivienda, cuando de repente, un ruido en la planta baja despertó y llamó la atención del padre de la familia. El hombre bajó para ver qué sucedía y se dio que en comedor se encontraban dos hombres encapuchados. "Quedate tranquilo. No hagas nada. Somos Policías", le dijo uno de ellos. Lejos de quedarse quieto se acercó y ahí arrancó la peor pesadilla.
Los dos sujetos despertaron al resto de la familia, cuatro en total, y los llevaron a todos al living del hogar. Los ladrones le exigieron al dueño de la casa la plata que tenía. "Danos todo el dinero que tenés guardado". El hombre fue y trajo un bolso donde se encontraban guardados 10.000 pesos. Evidentemente los malvivientes tenían el dato preciso que en esa casa del barrio San Carlos había esa importante suma de plata. Lejos de tomar el "botín" y huir del lugar, los ladrones pidieron más. "Vos tenés más plata. Trae todo". Cuando recibieron la negativa del padre de la familia, quien les dijo que no tenía más dinero, uno de ellos tomó a la hija del matrimonio de 15 años y le apuntó con un arma en la cabeza. "Si no hay más nos llevamos a la chica", dijo uno de ellos.
El padre desesperado buscó otros 4 mil pesos. Se los dio y les pidió que no le hagan nada a su hija. Pero otra vez le volvieron a exigir más. "Era todo lo que tenía. No hay más dinero en la casa", les señaló el hombre. Los ladrones, entonces, le pidieron un anillo de oro que tenía puesto en ese momento, valuado en unos 4 mil pesos, según denunció luego a la Policía; un reloj pulsera y de un Rosario. En total los malvivientes se llevaron unos 30 a 35 mil pesos entre dinero en efectivo y cosas de valor de la vivienda, antes de escaparse del lugar por una ventaja.
"Lo más duro para el padre fue cuando los ladrones tomaron por rehén a su hija y le exigieron más dinero", dijo un uniformado a El Tribuno sobre el atraco sufrido por esta familia en el barrio San Carlos.
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SALTA (Agencia). Eran las 2 de la mañana. Todos en la casa descansaban en las habitaciones de la parte superior de la vivienda, cuando de repente, un ruido en la planta baja despertó y llamó la atención del padre de la familia. El hombre bajó para ver qué sucedía y se dio que en comedor se encontraban dos hombres encapuchados. "Quedate tranquilo. No hagas nada. Somos Policías", le dijo uno de ellos. Lejos de quedarse quieto se acercó y ahí arrancó la peor pesadilla.
Los dos sujetos despertaron al resto de la familia, cuatro en total, y los llevaron a todos al living del hogar. Los ladrones le exigieron al dueño de la casa la plata que tenía. "Danos todo el dinero que tenés guardado". El hombre fue y trajo un bolso donde se encontraban guardados 10.000 pesos. Evidentemente los malvivientes tenían el dato preciso que en esa casa del barrio San Carlos había esa importante suma de plata. Lejos de tomar el "botín" y huir del lugar, los ladrones pidieron más. "Vos tenés más plata. Trae todo". Cuando recibieron la negativa del padre de la familia, quien les dijo que no tenía más dinero, uno de ellos tomó a la hija del matrimonio de 15 años y le apuntó con un arma en la cabeza. "Si no hay más nos llevamos a la chica", dijo uno de ellos.
El padre desesperado buscó otros 4 mil pesos. Se los dio y les pidió que no le hagan nada a su hija. Pero otra vez le volvieron a exigir más. "Era todo lo que tenía. No hay más dinero en la casa", les señaló el hombre. Los ladrones, entonces, le pidieron un anillo de oro que tenía puesto en ese momento, valuado en unos 4 mil pesos, según denunció luego a la Policía; un reloj pulsera y de un Rosario. En total los malvivientes se llevaron unos 30 a 35 mil pesos entre dinero en efectivo y cosas de valor de la vivienda, antes de escaparse del lugar por una ventaja.
"Lo más duro para el padre fue cuando los ladrones tomaron por rehén a su hija y le exigieron más dinero", dijo un uniformado a El Tribuno sobre el atraco sufrido por esta familia en el barrio San Carlos.