La madre del niño de 9 años encontrado muerto dentro de un tambor, cubierto por una bolsa de nailon y tapado con un colchón, tierra y otros desechos, en la ciudad chubutense de Rawson, declaró ante la Justicia que ella no lo mató pero admitió que intentó quemar su cadáver y lo colocó donde lo hallaron, por lo que seguirá detenida.
Se trata de María Celia Rojas (32), de nacionalidad paraguaya, quien prestó declaración durante su audiencia de control de detención ante la jueza Ivana González.
Según las fuentes, el hijo de Rojas padecía una parálisis cerebral, por lo que permanecía tendido e inmóvil sobre su cama, donde su madre dijo haberlo encontrado muerto, tras lo cual, decidió ocultar su cadáver en un tambor de 200 litros.
"Por la noche no dormía, generalmente lo hacía de día y así estuvo tres días hasta que una mañana lo vi con la nariz presionada contra el colchón donde dormía. Estaba morado por eso lo levanté y me di cuenta que estaba muerto y no supe qué hacer", relató la mujer. Luego, Rojas dijo: "Lo envolví en una manta y me quedé junto a él hasta que el cuerpo empezó a despedir olor entonces lo envolví en bolsas y lo quise quemar, después le puse tierra para apagar el fuego y lo volví a cubrir con una manta hasta que lo metí en una bolsa y lo dejé en el tambor donde antes teníamos arena, puse el colchón encima y ahí lo dejé".
"Eso hice, intenté quemarlo y lo oculté, pero no lo maté", explicó la mujer que agregó que la última vez que vio a su hijo con vida fue el sábado 6 de diciembre pasado, por lo que el cuerpo del niño estuvo dentro del tambor 17 días.
El hecho ocurrió en una precaria vivienda, adonde concurrió la expareja de Rojas, con quien tiene hijos aunque no era el padre del niño fallecido, que alertó a la Policía del hallazgo, porque había un fuerte olor nauseabundo y sospechaba que algo no estaba bien, según las fuentes.
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La madre del niño de 9 años encontrado muerto dentro de un tambor, cubierto por una bolsa de nailon y tapado con un colchón, tierra y otros desechos, en la ciudad chubutense de Rawson, declaró ante la Justicia que ella no lo mató pero admitió que intentó quemar su cadáver y lo colocó donde lo hallaron, por lo que seguirá detenida.
Se trata de María Celia Rojas (32), de nacionalidad paraguaya, quien prestó declaración durante su audiencia de control de detención ante la jueza Ivana González.
Según las fuentes, el hijo de Rojas padecía una parálisis cerebral, por lo que permanecía tendido e inmóvil sobre su cama, donde su madre dijo haberlo encontrado muerto, tras lo cual, decidió ocultar su cadáver en un tambor de 200 litros.
"Por la noche no dormía, generalmente lo hacía de día y así estuvo tres días hasta que una mañana lo vi con la nariz presionada contra el colchón donde dormía. Estaba morado por eso lo levanté y me di cuenta que estaba muerto y no supe qué hacer", relató la mujer. Luego, Rojas dijo: "Lo envolví en una manta y me quedé junto a él hasta que el cuerpo empezó a despedir olor entonces lo envolví en bolsas y lo quise quemar, después le puse tierra para apagar el fuego y lo volví a cubrir con una manta hasta que lo metí en una bolsa y lo dejé en el tambor donde antes teníamos arena, puse el colchón encima y ahí lo dejé".
"Eso hice, intenté quemarlo y lo oculté, pero no lo maté", explicó la mujer que agregó que la última vez que vio a su hijo con vida fue el sábado 6 de diciembre pasado, por lo que el cuerpo del niño estuvo dentro del tambor 17 días.
El hecho ocurrió en una precaria vivienda, adonde concurrió la expareja de Rojas, con quien tiene hijos aunque no era el padre del niño fallecido, que alertó a la Policía del hallazgo, porque había un fuerte olor nauseabundo y sospechaba que algo no estaba bien, según las fuentes.