A pesar de las advertencias lanzadas desde el Municipio, la venta de pirotecnia en la vía pública fue grosera y desmedida. Los vendedores ambulantes de cohetes invadieron los principales lugares de tránsito peatonal y vehicular de la capital jujeña, sin que se advirtieran controles ni acciones tendientes a evitar esta actividad comercial informal. Los días previos a la Navidad la comuna había informado sobre un plan para ordenar la venta ambulante de pirotecnia y disponer de un espacio específico, pero en las vísperas de la Nochebuena, el “negocio” copó varios puntos estratégicos de la ciudad.
inicia sesión o regístrate.
A pesar de las advertencias lanzadas desde el Municipio, la venta de pirotecnia en la vía pública fue grosera y desmedida. Los vendedores ambulantes de cohetes invadieron los principales lugares de tránsito peatonal y vehicular de la capital jujeña, sin que se advirtieran controles ni acciones tendientes a evitar esta actividad comercial informal. Los días previos a la Navidad la comuna había informado sobre un plan para ordenar la venta ambulante de pirotecnia y disponer de un espacio específico, pero en las vísperas de la Nochebuena, el “negocio” copó varios puntos estratégicos de la ciudad.
Fue común ver en la tarde del miércoles vendedores ambulantes pertrechados y muy bien organizados, de tal forma que dejaron la impresión de que todo estaba meticulosamente pensado de antemano, o avalado por alguna autoridad del Municipio local, e incluso por una institución bien calificada por la sociedad, como es Bomberos, aunque la tarea de control tiene en este caso una responsabilidad tan amplia que requiere de esfuerzos y acciones coordinadas, inclusive, con algunas áreas del Gobierno provincial.
Más allá de la lucha que se quiere instalar en Jujuy para erradicar el comercio informal, el control de la venta de pirotécnica tiene como segunda misión, de igual o más importancia que la pelea contra la competencia desleal que denuncian los comercios que pagan alquileres y sueldos de sus empleados, la prevención de incidentes que pueden ser de gravedad para los que manipulan estos productos, típicos de fin de año, y para quienes los adquieren, sobre todo por la calidad y su vigencia.
Verdaderos centros de compras a cielo abierto se instalaron en diversos lugares. La rotonda de Chijra, los alrededores de la Escuela Normal, la plazoleta “Eva Perón”, avenida Azopardo y su intersección con Almirante Brown y numerosos espacios públicos de San Salvador de Jujuy fueron copados por los vendedores ambulantes, por sus mostradores improvisados y carpas.
Mayor concentración
Pero el lugar de mayor concentración fue el playón de estacionamiento de 19 de Abril, entre Otero y puente Gorriti. Allí se instaló más de un centenar de personas dedicadas a los negocios de estación, en este caso de cohetes de distintos tamaños, precios y poder de detonación. Todo a la luz y a la vista de todos.
El día después, ya en la jornada de Navidad, el panorama en el tradicional estacionamiento de vehículos era desolador y reflejaba la ligereza de esta clase de negocios que aprovechan las ventas de ocasión para instalar una suerte de polo comercial y dejar luego el lugar utilizado a su suerte. El basural que quedó disperso en toda la zona hablaba a la claras de la poca responsabilidad y la escasa importancia que se le otorga al cuidado de la higiene de la ciudad y a las mínimas normas de convivencia social.
Evidentemente, las responsabilidades en este tema son compartidas. Habrá que esperar que este desborde no vuelva a producirse en las horas previas al cambio de año.