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Arranca en Lima una semana decisiva para lograr un acuerdo sobre el clima en 2015

Martes, 09 de diciembre de 2014 00:00
Las negociaciones de la conferencia de Naciones Unidas sobre cambio climático en Lima entraron este lunes en la semana decisiva para avanzar hacia un nuevo pacto multilateral en 2015 que esté a la altura del desafío que plantea el calentamiento global. Tras una primera semana de intercambios entre las delegaciones de 195 países, la conferencia debe tomar ahora un giro más político, con la llegada a partir del martes de los ministros y del secretario general de la ONU, Ban Ki-moon. Los países deben asumir compromisos para reducir las emisiones de gases de efecto invernadero a fin de lograr el objetivo de la ONU de limitar a 2 grados centígrados el aumento del calentamiento global a finales de siglo. La temperatura promedio de la Tierra ya subió 0,8ºC con relación a la era preindustrial. "Si seguimos actuando como hasta ahora podríamos cambiar drásticamente la relación entre los seres humanos y el planeta. Podríamos asistir a migraciones masivas de cientos de millones de personas", afirmó en un nuevo informe el economista Nicholas Stern, experto en cambio climático.

Esfuerzos insuficientes
El actual nivel de emisiones de gases conduciría a un aumento de las temperaturas de entre 4°C y 5°C para 2100, una perspectiva que amenaza con causar problemas de seguridad alimentaria y de acceso al agua potable, así como eventos climáticos extremos. Previo a la conferencia, Estados Unidos, China y la Unión Europea ofrecieron tomar medidas adicionales para reducir sus emisiones, pero aún si éstas se aplican, el incremento de la temperatura para fines de siglo alcanzaría 3°C. Este escenario es mejor al planteado hasta ahora, pero aún insuficiente, según un informe de la organización Climate Action Tracker (CAT) conocido este lunes. La CAT afirma que ahora otros grandes emisores de carbono como India deberían anunciar sus planes de reducción, y advierte que, de 22 países que fueron analizados, "muy pocas promesas son consistentes con limitar el calentamiento global por debajo de los 2ºC". En ese sentido, el responsable estadounidense Todd Stern se declaró favorable a diferenciar las responsabilidades de cada uno de los países, pero hizo un llamado a actualizar las categorías en las que se les clasifica. "El mundo no se detiene, el mundo ha cambiado de manera dramática", dijo Stern en una conferencia de prensa, al subrayar que países que no fueron incluidos en 1992 en la categoría de importantes emisores de gases de efecto invernadero actualmente alcanzan niveles incluso superiores a aquellos que habían sido ya clasificados. Igualmente, el comisario europeo para el clima, Miguel Arias Cañete, expresó que pese a reconocer "la necesidad de respetar los principios de la convención para la diferenciación, no estamos de acuerdo con una interpretación rígida". "En este asunto, el mundo de 2015 o de 2020 no es el de 1992", destacó.

Tiempo de acción
Las organizaciones no gubernamentales reunidas en Lima se mostraban inquietas ante la lentitud para diseñar una visión compartida de las acciones que se llevarán a cabo. "Lamentablemente, los negociadores parecen haber olvidado que están aquí para enfrentar una emergencia planetaria", dijo Tasneem Essop del grupo ambientalista WWF. "Este es el momento para que los negociadores pasen a la acción e impidan que el debate se empantane", aseguró Romain Benicchio, de la asociación Oxfam Internacional. Y no solo las ONG hacen llamados de alerta. El ministro italiano para el medio ambiente, Francesco Le Camera, pidió dar un impulso a las negociaciones, especialmente en lo que atañe al financiamiento y la adaptación. "Contamos apenas con doce meses antes de (la conferencia de) París. Es muy importante avanzar al máximo en los días que nos quedan", dijo a la prensa. Paralelo a la conferencia, organizaciones indígenas latinoamericanas han comenzado a concentrarse en Lima en defensa de la conservación y de sus territorios. Este lunes debía instalarse la Cumbre de los Pueblos y se espera una gran manifestación para el miércoles, con el presidente boliviano Evo Morales a la cabeza.
El desafío de la adaptación
La cuestión del financiamiento ya prometido hasta 2020 complica las discusiones, pues la hoja de ruta para que los países desarrollados aporten a esa fecha 100.000 millones de dólares anuales para contener los efectos del calentamiento global, aún está por definirse. Adicionalmente, Naciones Unidas advirtió en un estudio que los costos de adaptación de los países en desarrollo para hacer frente al cambio climático son mucho más elevados de lo calculado y podrían alcanzar hasta 500.000 millones de dólares para 2050. El acuerdo que se espera sellar en la próxima conferencia del clima de la ONU en París, en diciembre 2015, seguirá al protocolo de Kyoto (2005-2020), que ya se había fijado como objetivo limitar las emisiones de gases a efecto invernadero pero que ha resultado muy insuficiente.
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Las negociaciones de la conferencia de Naciones Unidas sobre cambio climático en Lima entraron este lunes en la semana decisiva para avanzar hacia un nuevo pacto multilateral en 2015 que esté a la altura del desafío que plantea el calentamiento global. Tras una primera semana de intercambios entre las delegaciones de 195 países, la conferencia debe tomar ahora un giro más político, con la llegada a partir del martes de los ministros y del secretario general de la ONU, Ban Ki-moon. Los países deben asumir compromisos para reducir las emisiones de gases de efecto invernadero a fin de lograr el objetivo de la ONU de limitar a 2 grados centígrados el aumento del calentamiento global a finales de siglo. La temperatura promedio de la Tierra ya subió 0,8ºC con relación a la era preindustrial. "Si seguimos actuando como hasta ahora podríamos cambiar drásticamente la relación entre los seres humanos y el planeta. Podríamos asistir a migraciones masivas de cientos de millones de personas", afirmó en un nuevo informe el economista Nicholas Stern, experto en cambio climático.

Esfuerzos insuficientes
El actual nivel de emisiones de gases conduciría a un aumento de las temperaturas de entre 4°C y 5°C para 2100, una perspectiva que amenaza con causar problemas de seguridad alimentaria y de acceso al agua potable, así como eventos climáticos extremos. Previo a la conferencia, Estados Unidos, China y la Unión Europea ofrecieron tomar medidas adicionales para reducir sus emisiones, pero aún si éstas se aplican, el incremento de la temperatura para fines de siglo alcanzaría 3°C. Este escenario es mejor al planteado hasta ahora, pero aún insuficiente, según un informe de la organización Climate Action Tracker (CAT) conocido este lunes. La CAT afirma que ahora otros grandes emisores de carbono como India deberían anunciar sus planes de reducción, y advierte que, de 22 países que fueron analizados, "muy pocas promesas son consistentes con limitar el calentamiento global por debajo de los 2ºC". En ese sentido, el responsable estadounidense Todd Stern se declaró favorable a diferenciar las responsabilidades de cada uno de los países, pero hizo un llamado a actualizar las categorías en las que se les clasifica. "El mundo no se detiene, el mundo ha cambiado de manera dramática", dijo Stern en una conferencia de prensa, al subrayar que países que no fueron incluidos en 1992 en la categoría de importantes emisores de gases de efecto invernadero actualmente alcanzan niveles incluso superiores a aquellos que habían sido ya clasificados. Igualmente, el comisario europeo para el clima, Miguel Arias Cañete, expresó que pese a reconocer "la necesidad de respetar los principios de la convención para la diferenciación, no estamos de acuerdo con una interpretación rígida". "En este asunto, el mundo de 2015 o de 2020 no es el de 1992", destacó.

Tiempo de acción
Las organizaciones no gubernamentales reunidas en Lima se mostraban inquietas ante la lentitud para diseñar una visión compartida de las acciones que se llevarán a cabo. "Lamentablemente, los negociadores parecen haber olvidado que están aquí para enfrentar una emergencia planetaria", dijo Tasneem Essop del grupo ambientalista WWF. "Este es el momento para que los negociadores pasen a la acción e impidan que el debate se empantane", aseguró Romain Benicchio, de la asociación Oxfam Internacional. Y no solo las ONG hacen llamados de alerta. El ministro italiano para el medio ambiente, Francesco Le Camera, pidió dar un impulso a las negociaciones, especialmente en lo que atañe al financiamiento y la adaptación. "Contamos apenas con doce meses antes de (la conferencia de) París. Es muy importante avanzar al máximo en los días que nos quedan", dijo a la prensa. Paralelo a la conferencia, organizaciones indígenas latinoamericanas han comenzado a concentrarse en Lima en defensa de la conservación y de sus territorios. Este lunes debía instalarse la Cumbre de los Pueblos y se espera una gran manifestación para el miércoles, con el presidente boliviano Evo Morales a la cabeza.
El desafío de la adaptación
La cuestión del financiamiento ya prometido hasta 2020 complica las discusiones, pues la hoja de ruta para que los países desarrollados aporten a esa fecha 100.000 millones de dólares anuales para contener los efectos del calentamiento global, aún está por definirse. Adicionalmente, Naciones Unidas advirtió en un estudio que los costos de adaptación de los países en desarrollo para hacer frente al cambio climático son mucho más elevados de lo calculado y podrían alcanzar hasta 500.000 millones de dólares para 2050. El acuerdo que se espera sellar en la próxima conferencia del clima de la ONU en París, en diciembre 2015, seguirá al protocolo de Kyoto (2005-2020), que ya se había fijado como objetivo limitar las emisiones de gases a efecto invernadero pero que ha resultado muy insuficiente.