Actualmente en el Servicio Penitenciario Provincial menos de la mitad de los reclusos trabajan, y los que lo hacen sólo cobran un incentivo que no supera los doscientos pesos, así lo aseguro el jefe de la institución, Rubén Tejerina. El titular del servicio explicó que sería “difícil” que la provincia adhiera a reformas que impulsen crear un régimen laboral para los convictos con idénticos derechos que los de una persona libre, incluyendo aguinaldo y vacaciones, por el bajo presupuesto con el que se trabaja en la institución.
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Actualmente en el Servicio Penitenciario Provincial menos de la mitad de los reclusos trabajan, y los que lo hacen sólo cobran un incentivo que no supera los doscientos pesos, así lo aseguro el jefe de la institución, Rubén Tejerina. El titular del servicio explicó que sería “difícil” que la provincia adhiera a reformas que impulsen crear un régimen laboral para los convictos con idénticos derechos que los de una persona libre, incluyendo aguinaldo y vacaciones, por el bajo presupuesto con el que se trabaja en la institución.
Las declaraciones, se deben a que la Cámara Federal de Casación Penal advirtiera recientemente que la lucha contra la inseguridad sólo será posible si se brinda empleo a los reos e hiciera hincapié en equiparar los derechos de personas privadas de su libertad con un asalariado común, bajo el principio constitucional de “igual remuneración por igual tarea”. En este sentido el jefe del Penitenciario Provincial indicó la noticia llegó a la institución a través de los medios de prensa, señaló que hay que tener presente que es una decisión judicial tomada y que demandará nuevos -y numerosos- trámites para que las nuevas propuestas sean implementadas, más aún en los penitenciarios provinciales, donde los reclusos no se encuentran agremiados.
En el encuentro de titulares penitenciarios del NOA y NEA, se debatió sobre afiliaciones a gremios de reclusos y salarios.
Con respecto a la situación laboral de los presos en la provincia, aunque está previsto que por ley se pague el trabajo penitenciario, actualmente el servicio brinda contención a alrededor de 650 presos. De este grupo, sólo el 20% de los penados realiza un “labor terapia” y otro 20% realiza trabajos de mantenimiento, pero ellos cobran un incentivo a la capacitación laboral que no supera los $200. Si bien no cobran un sueldo, se les brinda los servicios de atención médica, alimentación y servicios de gabinete de sicología y asistentes sociales. De este 40% de personas privadas de su libertad que trabaja, muy pocas cumplen con las 6 horas de trabajo, y en tanto sólo este conjunto podría enmarcase en los nuevos beneficios que se intentan brindar desde el gremio que nuclea a los presos de los Penitenciarios Federales. Hasta el momento el jefe del Penitenciario local no fue consultado por el tema, pero indicó que serían beneficios muy lejanos a la idiosincrasia de trabajo en Jujuy por el reducido presupuesto con el que cuenta la institución.
En relación, advirtió que la lucha contra la inseguridad sólo será posible si se les da empleo a los reclusos, el jefe del Penitenciario expresó que en la institución a su cargo los reclusos trabajan con límites preestablecidos y con control permanente dentro del ámbito, pero que no se garantiza lo mismo cuando los penados recuperan su libertad. "El trabajo tienen mucho que ver con la conducta y la disciplina, las mejora, porque ven en sus pequeñas producciones mejores condiciones económicas".
Trabajo en contexto de encierro
Son numerosos los trabajos realizados por personas privadas de su libertad: artesanías, tejidos y elementos realizados en cerámica como vasijas, y piezas antropomorfas; con el objetivo de recaudar fondos para invertir en insumos y continuar el proceso de aprendizaje. Para los docentes que brindan estas capacitaciones, es fundamental continuar con las formación de los reclusos, ya que luego de cursar tres años de taller reciben el título de técnicos ceramistas o bien certificaciones de promotores culturales.