El Día Mundial del Riñón permitió difundir que la prevención es fundamental para evitar las enfermedades renales debido a que son totalmente silenciosas, es decir asintomáticas. En la provincia, instituciones dedicadas a la terapia renal recordaron la fecha y los profesionales advirtieron que hipertensos y diabéticos son quienes deben ser más cautelosos.
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El Día Mundial del Riñón permitió difundir que la prevención es fundamental para evitar las enfermedades renales debido a que son totalmente silenciosas, es decir asintomáticas. En la provincia, instituciones dedicadas a la terapia renal recordaron la fecha y los profesionales advirtieron que hipertensos y diabéticos son quienes deben ser más cautelosos.
La conmemoración se recuerda cada año el segundo jueves de marzo, iniciativa que surgió en el 2006 con el objetivo de promover la salud renal a partir de la prevención, partiendo de la premisa de que la enfermedad renal crónica es nociva y tratable. En la provincia el nefrólogo que trabaja en conjunto con el CucaiJuy y además es director del instituto de terapia renal Diaverum Jujuy, Dennis Bueno, destacó que los riñones tienen por función eliminar los desechos adquiridos por nuestro organismo, regular la presión arterial, elimina el exceso de líquido y además colabora con la eliminación de los medicamentos ingeridos, entre otras importantes funciones.
El especialista manifestó que en Jujuy cerca de 80 mil personas conviven con enfermedades renales, aunque la mayoría no lo sepa. Bueno explicó que los riñones “no avisan” cuando pierden su capacidad de funcionamiento porque lo hacen de manera lenta y aclaró que sólo cuando la patología se encuentra demasiado avanzada se deja de orinar y es en ese momento cuando el paciente se preocupa. Aunque no se identifican síntomas comunes, la enfermedad renal generalmente se manifiesta con la elevación de niveles de elementos tóxicos en el cuerpo que antes eran eliminados a través de la orina. En respuesta pueden generarse diferentes indicios de la dolencia que van desde las náuseas, porque el estómago absorbe los tóxicos, hasta picazón, producida por la elevación del fósforo que no es desechado.
“La única forma de que los médicos sepamos cómo funcionan los riñones, es haciendo análisis”, destacó Bueno agregando que la clave para tratar la enfermedad es la prevención. Siguiendo esta premisa recomendó que, si bien se aconseja que toda la población se realice un análisis de orina al menos una vez el año, quienes tengan síntomas de hipertensión, diabetes -o sus familiares-, quienes se automedican y las personas mayores, deben realizarse frecuentemente controles y si es necesario una ecografía renal.
Dependiendo del grado de insuficiencia renal, la enfermedad puede controlarse impidiendo su avance. “Una vez que un paciente llega a diálisis se da una situación irreversible”, dijo quien tiene a su cargo numerosos pacientes con ese tratamiento.