¿Qué enfoque le dio al tema de agricultura familiar en el marco del Congreso?
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¿Qué enfoque le dio al tema de agricultura familiar en el marco del Congreso?
- La jornada tiene que ver con las relaciones de la universidad con la agricultura familiar. Estamos en el marco del Año de la Agricultura Familiar, propuesto por Naciones Unidas, creemos que en Argentina claramente se ha podido avanzar en estrategias de ampliación de derechos de sectores populares, desde la llegada del presidente Néstor Kirchner hasta el día de hoy. Necesitamos aunar esfuerzos y profundizar estrategias de apropiación y ampliación de derechos en el marco de la ruralidad. Muchas veces nuestro pueblo del interior profundo se ve complicado por condiciones objetivas, adversas, a poder seguir produciendo alimentos sanos. Se debe entender que el pequeño productor, el agricultor familiar, la comunidad campesina, pueblos originarios, no sólo producen alimentos sino también biodiversidad, y la importancia de poder cambiar los paradigmas. No sólo es la cuestión del economicismo sino de la identidad cultural, y la agricultura familiar vive en nuestros campos, por construir una Patria y un proyecto agrario nacional y popular, tiene que ver con escuchar más esos derechos de lo que se viene reconociendo.
¿Cuáles son las estrategias que se aplican en este sentido en zonas como Jujuy?
-Venimos trabajando desde hace muchos años en la Subsecretaría de Agricultura Familiar y tenemos una delegación provincial de agricultura familiar donde está Rubén Daza, y se hace históricamente el acompañamiento del pequeño productor. Esto es desde el acceso al crédito hasta tecnología, con trabajo interdisciplinario, también con el Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (Inta). A partir de la llegada de Emilio Pérsico en la Subsecretaría, se intenta darle mayor volumen político, económico a la agricultura familiar. Creemos que se necesita más presupuesto para poder generar una política integral, desde normativas específicas desde nuestro Congreso, para que protejan la agricultura familiar hasta las posibilidades de políticas de acceso al agua para producción y consumo; trabajo en políticas de hábitat. En Argentina necesitamos que se dé una política de acceso a la tierra. El Estado de derecho, el Estado nacional, provincial y municipal, tenemos que trabajar para generar las condiciones objetivas para que nuestros jóvenes no se vayan y puedan seguir produciendo en condiciones de dignidad, de posibilidad de poder crecer económicamente también.
¿En cuánto a esta relación con la universidad, hay una estrategia en común, una complementariedad?
-En el caso de la Facultad de Ciencias Agrarias, con el decano Mario Bonillo, tenemos importantes coincidencias en cómo abordar la problemática. Las políticas neoliberales de los años ‘90 en Argentina han hecho creer que la agricultura familiar es el atraso, y que la agricultura industrial y el agro-negocio es el progreso. Para la construcción de un proyecto agrario inclusivo, y que no se excluya a nadie, se tiene que pensar en lógicas de complementariedad. La agricultura familiar es estratégica para esta cuestión y por supuesto, el campo de conocimiento, del estudio de las ciencias sociales y del campo universitario es claro. Se puede formar profesionales que estén al servicio de los sectores populares en la Argentina, con poder alimentar a la mayor cantidad de habitantes y también cuidar nuestro medio ambiente.
¿En esta dicotomía de pequeños y de grandes agricultores, ustedes buscan que se organicen, se asocien, que crezcan o que se mantengan en la forma que se vienen desarrollando?
-Hay que vencer esos paradigmas, hablar de pequeño productor muchas veces lo condena aunque quiera progresar. El paradigma de progreso no tiene que ver solamente con el aumento económico, sino con la construcción de un modelo armónico. Jujuy tiene una inmensa variedad de productores de los Valles bajos, de los altos, y eso es lo que queremos, la construcción de un modelo agrario participativo. La cuestión del conocimiento y las universidades es clave, en momentos donde la sociedad está haciendo agenda, los precios de los alimentos. En tanto y en cuanto tengamos tres o cuatro corporaciones del agronegocio, de la agroindustria a nivel global, a nivel mundial, manejen la posibilidad o no de poner los alimentos en la mesa de los argentinos, eso vulnera nuestra soberanía económica, nuestra independencia. Entonces creemos que fortalecer la agricultura familiar nos va a permitir equilibrar esa balanza.