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20 de Mayo,  Jujuy, Argentina
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Homenajearon a Teodoro Laguna en la escuela que lleva su nombre

Miércoles, 11 de junio de 2014 10:21

 

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Entre un oratorio derruido que aún conserva los frescos del retablo y una capilla en cuya cúpula la cruz está ladeada como sombrero de malevo, se alza la escuela 316 de Casa Grande. Subiendo por la quebrada de Coraya, camino de Humahuaca al Aguilar, es un valle privilegiado por el verde en medio de tanta puna. La escuela lleva el nombre de Teodoro Laguna, que repite el apellido de varios de sus once alumnos.

De un poema de su autoría que les leyó a esos once alumnos Héctor Vilca, Suboficial Principal de la Armada Argentina oriundo de Tiraxi, extraemos algunos versos que nos explican algo: “tal vez en la vida no habrías tenido renombre más amplio ni cumbre en tu ser, morir por la patria te ha discernido tu premio al futuro cumplido deber.” Y pocos versos antes dice que “hoy hay una escuela que resguarda tu nombre.”

Quisimos conocer a este joven por cuya memoria se movilizó este riconcito aguilareño del departamento de Humahuaca, y este 10 de junio tuvimos la oportunidad de encontrarnos en Casa Grande con gente que nos lo pudo decir. La madre de Teodoro era prima de la madre de Mariano Salas, quien empieza a contarnos sus recuerdos.

Mariano Salas nos habla de “una familia muy humilde de campesinos. Cuando se estaba yendo para el servicio militar, le hicimos la despedida. Fue en medio de una señalada, y en una de esas coplas dice que este es el nuevo remate, sacadito del mes de enero, voy a servir a mi patria vestido de marinero. Vivía con su papá y sus hermanos y tenían su haciendita de corderitos, cabritos, su rastrojito”, recuerda.

Cuando Teodoro terminó séptimo grado en esta misma escuela, don Lalo Cortés, su director, lo conchaba como portero “en calidad de changa”, nos dice Mariano. “Cuando empieza la guerra de Malvinas nos llegaban noticias suyas de tanto en tanto por cartas que les mandaba a sus padres. No había otra comunicación en aquella época, una radio era mucho para nosotros. Para tener más noticias había que caminar kilómetros y ver a la gente que trabajaba en la empresa minera.”

Sergio Laguna, intendente del Aguilar, nos dice que “soy su sobrino. Él vivía en la casa de enfrente de mis abuelos, y compartíamos en los puestos cuando pasteábamos las ovejas. Ya en ese año de 1982 todos los días hacíamos el rosario pidiendo que les vaya bien a todos los soldados y en especial a Teodoro.”

Nos dice que “mi abuela, que era su tía, sabía preguntar: ¿qué estará haciendo mi wawa? Después llegó la noticia de que había fallecido cuando hundieron el crucero General Belgrano, donde se había embarcado, y pronto terminaba la guerra. Mis abuelos estaban en el puesto y se vinieron a ver a doña Francisca, la mamá de Teodoro. Entonces sus hijos se los llevaron, dejaron su hacienda casi abandonada porque fue muy drástico todo.”

Sergio Laguna recuerda con tristeza que de ahí en más quedaron las casas y los rastrojos abandonados. “El abuelo Pedro, su papá, ya venía de vez en cuando pero no era lo mismo. Yo recuerdo a Teodoro del carnaval con su poncho colorado y su caja, él era de alegrar las cuadrillas.”

Clementina Salas cantará coplas en el acto. Usa un poncho rojo. Luego conversamos con ella y recuerda que “nosotros estudiamos juntos de primero a séptimo grado. Terminamos séptimo tres alumnos: yo, Clementina Melania y Teodoro. Veníamos juntos a la escuela porque Teodoro vivía un poco más abajo que yo, siempre caminando.”

Jacinto Laguna era el hermano menor de Teodoro. Cinco hermanos, de los que hoy quedan tres. “Su recuerdo lo llevo en el corazón”, nos dice. “Jugaba mucho al fútbol y al básquet. Él se quedó pero yo me fui a Humahuaca y hoy me siento orgulloso de que la escuela lleve el nombre de mi hermano. Su nombre, que era de acá de la zona.”

Gumersindo Condorí estuvo presente en el acto como ex combatiente. Llegó con una delegación de la que también participaron miembros de la Armada, que hicieron donativos para la escuela. “Yo también estuve en el crucero”, nos dice. “Lo hundieron el 2 de mayo. Él estaba trabajando de mozo de oficiales en el casino, y lo vi por última vez a las 4 de la tarde, cuando se hundió el barco.”

Condorí fue rescatado tras navegar casi 50 horas con sólo dos salvavidas. “El crucero fue hundido con dos torpedos, uno en proa y otro en sala de máquinas. Nos despedimos y él se quedó en el buque. Tenía que morir nomás, no se podía salvar. Sólo me dijo: pronto se vamos a ver.”

Al año del hundimiento del Belgrano, Mariano Salas estaba comiendo un asado con Lalo Cortés: “era un 1º de mayo”, recuerda, “y en una de esas el director nos dice que no quiere recordar, que le hace mal. Teodoro era muy buen alumno y era mi ahijado, nos dice, entonces se nos ocurre que esta escuela debería llevar su nombre. Así lo hicimos, y tres años después, el 2 de abril de 1986, pudimos concretarlo. Para nosotros es un orgullo.”

Nora Beatriz Silisque es la directora de la escuela 316, Teodoro Laguna, desde hace quince años. “Los chiquitos son muy buenos, muy cariñosos, un poco cohibidos pero cuando se dan, se dan con todo. Caminan hora y media para llegar a la escuelita y tengo la satisfacción de decir que, no todos, pero hay algunos que están por recibirse, uno de ellos en 6º de la escuela industrial del Aguilar.”

Agrega que “lastimosamente hay algunos que no continúan sus estudios por problemas económicos. Trasladarse a la mina todos los días es costoso. Si tuviera que decir algo que nos falta es una escuela secundaria para que sigan estudiando. Nosotros les explicamos quien fue Teodoro Laguna. Algunos son sus familiares y lo conocen bien. Así les hacemos ver que no sólo San Martín y Belgrano fueron héroes, también los chicos que fueron a Malvinas.”

Héctor Simón Vilca es encargado de la División Naval Jujuy. Nos habla de la aventura que fue llegar a Casa Grande, “y vimos como flamearon las banderas de los chicos cuando llegábamos. Por eso me partí cuando leí el poema que le dediqué a Teodoro ante esta gente sencilla, humilde, que con pocas cosas hacen una fiesta patria. Ojalá que toda la gente pudiera ver lo que yo vi acá.”