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Testimonios complicaron situación de la acusada

Viernes, 04 de julio de 2014 12:29

Comenzó ayer el juicio oral y público a Verónica Noemí Berdú, acusada de asesinar a su esposo, Carlos Ariel Trincado, el 1 de junio del año pasado en la casa donde vivían, en Alto Comedero.

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Comenzó ayer el juicio oral y público a Verónica Noemí Berdú, acusada de asesinar a su esposo, Carlos Ariel Trincado, el 1 de junio del año pasado en la casa donde vivían, en Alto Comedero.

En la audiencia se presentaron siete de los ocho testigos previstos ante el Tribunal Criminal II. Sin dudas que esta audiencia será la más importante de este juicio.

Solo basta decir que prestaron su declaración el amante de Berdú, quien confirmó la relación extramatrimonial que mantenia con la acusada, dos de sus tres hijos, quienes aportaron datos vitales, un compañero de trabajo de la víctima, el cual confirmó la infidelidad de la mujer, una sobrina de la acusada, un hermano de Trincado, que era chofer de colectivos de larga distancia, y el novio de su hija mayor.

El primero en declarar fue Leandro Juan Ortustegui, quien habría mantenido una relación extramatrimonial con Berdú durante años, y cuya momentánea detención, horas después del hecho, fue vital para conocer cómo y por qué había ocurrido el crimen del colectivero.

En su testimonio "Leo", como era conocido, reconoció que tenía una relación amorosa con la acusada, quien le había dicho que estaba separada de la víctima, y también confirmó que conocía y hablaba con los tres hijos de Berdú. Pero luego afirmó, ante una consulta del fiscal Gustavo Almirón, que previo al crimen de Trincado había mantenido una charla con Berdú, quien le había referido que se quería separar a "toda costa" de su marido y que lo tenían que "quitar del medio como sea".

Ante esta aparente contradicción, Almirón le leyó un párrafo de su declaración ante el fiscal que investigó el hecho, en el que "Leo" relataba haber recibido un mensaje de texto de la acusada, minutos después del crimen, en el que le decía: "Leo, ¡ya está!, mañana hablamos".

El testigo dijo no recordar ese sms y argumentó que "me tuvieron detenido tres o cuatro días incomunicado, sin poder llamar abogado y me dijeron que si quería salir tenía que declarar ante un fiscal. Después los policías me hicieron firmar una hoja ... Y si, hice lo que hice era porque quería salir".

Otro testimonio fue el de Jesica Mariel Trincado, hija de la víctima y la acusada, quien dijo que la noche previa al crimen había compartido un asado en la casa de un amigo de su padre, en el que "mi mamá estaba mandándose mensajes de texto todo el tiempo con Leo" y "mi papá no era tonto, y la miraba de reojo".

La joven también dijo que conocía a "Leo", y que años atrás sus padres se habían separado temporalmente porque "ella - por la acusada - ya conocía a ese hombre. Por eso yo me fui de la casa a lo de mi tía, y luego le conté todo a mi papá".

También dijo que minutos después del crimen, al llegar hasta el lugar del hecho, se acostó al lado de su padre y "cuando lo ví, ya no tenía signos vitales. Me llamó la atención que tenía los anteojos puestos".

Otro testimonio importante escuchado ayer fue el de la sobrina de Trincado y Berdú, Gimena Ochoa, quien relató un diálogo que había mantenido con la acusada cuando ya estaba detenida. Dijo que le contó cómo había sido el homicidio del chofer de colectivos.

Al respecto la testigo dijo "ella -por su tía y acusada- me contó que quería terminar la relación con Leo, pero él no quería y la había amenazado con hacerle daño a su hija Jesica". Por eso "antes del asado al que fueron todos ellos, me contó que Leo se le había aparecido en la casa y a pesar de esto pudo evitarlo. Cuando volvieron del asado, mi tío -por la víctima- quiso arreglar el auto y ella le dijo que no..."

Agregó que "mi tía me contó que le dijo a mi tío que no saliera. En ese momento me dijo que le había llegado un mensaje de texto de Leo de que estaba afuera, y que por eso ella salió primero y trató de esconder a” su amante. Ochoa dijo que Berdú también le dijo que Trincado salió detrás de ella, y “que ahí Leo apareció. Ella se fue adentro para que ellos hablaran y al ver que mi tío no entraba, salió y lo vio tirado en el piso y a Leo arrodillado sobre él. Leo le dijo que dijera que había sido un robo, porque sino le mataba al hijo", acotó.