Llegó a Jujuy desde Bolivia cuando 1apenas tenía veinte años y con esfuerzo pudo rápidamente establecerse, porque "lo que distingue a los bolivianos son las ganas de trabajar y superarse". Así lo aseguró Alcira Iriarte, boliviana de nacimiento pero jujeña de corazón, quien como numerosos ciudadanos que llegaron desde el vecino país, recordó ayer el 189º de la independencia de Bolivia en el acto organizado por el Municipio capitalino. Hoy Alcira tiene ochenta y siete años y reconoce que le debe mucho a la provincia, por brindarle trabajo y albergar al resto de sus descendientes.
Alcira llegó a la provincia en 1947 con su marido y su hijo de apenas tres meses desde Tarata -Bolivia- cuando "Jujuy era un rancherío", citó la mujer explicando que pisó suelo argentino en busca de nuevas oportunidades, como la mayoría de los bolivianos. Cumpliendo sus expectativas, apenas llegó el marido de Alcira consiguió trabajo en una imprenta, mientras que su esposa empezó a invertir dinero para levantar en el barrio Gorriti un bar, que sería uno de los primeros de la ciudad y que se mantuvo abierto hasta hace algunos años.
Según la anciana mujer, lo que caracteriza a los bolivianos, que hoy son alrededor de 26 mil en la provincia, son sus significativas ganas de trabajar y su ambición por lograr una vida mejor. Es por eso que ella rápidamente logró poner en funcionamiento el comercio, que le sirvió de sustento a la familia inmigrante. "Jujuy es hermoso, estuve aquí desde los veinte años y por tanto trabajar pude construir mi casa de tres pisos. Llegué con mi marido hace más de sesenta años con un hijo, y tuvo dos hijos más que son argentinos. Estuvimos y estamos mejor que en Bolivia, porque aquí hay más trabajo, les debemos mucho a los jujeños", dijo Alcira, diciendo entre risas y casi en secreto, que en su opinión los bolivianos son mucho más trabajadores que los argentinos y por eso la mayoría tiene un buen pasar.
Alcira Iriarte como muchos otros bolivianos presenció ayer un acto organizado por el Municipio sobre avenida El Éxodo, encabezado por el intendente Raúl Jorge, el senador Gerardo Morales, el cónsul general de Bolivia en Argentina, Ramiro Tapia, la cónsul de Bolivia en la provincia Evelín Agreda, y el presidente de la Asociación Boliviana, Ramiro Gutiérrez. Teniendo como mensaje principal la integración, se izaron las Banderas y entonaron las estrofas de los Himnos de cada país.
El primero en dirigirse a los presentes fue Gutiérrez, quien agradeció a Jujuy por abrirle las puertas a los bolivianos y por adoptar muchos de sus valores culturales como la música y la gastronomía. Por su lado la cónsul Evelin Agreda destacó el interés del municipio capitalino por el apoyo para celebrar la jornada y su interés por integrar a ambos países; mientras que el intendente Raúl Jorge destacó que "agosto es un mes muy especial para los habitantes de San Salvador de Jujuy", porque además de recordar sus patronales, se la recuerdan mediante el acto de la independencia de Bolivia, la integración entre argentinos y bolivianos.
Finalmente se procedió a la entrega de presentes a los funcionarios del vecino país, para luego trasladarse al palco para iniciar el desfile, en un clima festivo y de hermandad, que cerraron el acto con un "viva Bolivia", seguido por el "viva Jujuy".
En otro orden, las autoridades municipales anunciaron que viajarán la próxima semana a Cochabamba para participar de las fiestas en honor a la Virgen de Urkupiña.
Alcanzaste el límite de notas gratuitas
inicia sesión o regístrate.
inicia sesión o regístrate.
Alcanzaste el límite de notas gratuitas
Nota exclusiva debe suscribirse para poder verla
Llegó a Jujuy desde Bolivia cuando 1apenas tenía veinte años y con esfuerzo pudo rápidamente establecerse, porque "lo que distingue a los bolivianos son las ganas de trabajar y superarse". Así lo aseguró Alcira Iriarte, boliviana de nacimiento pero jujeña de corazón, quien como numerosos ciudadanos que llegaron desde el vecino país, recordó ayer el 189º de la independencia de Bolivia en el acto organizado por el Municipio capitalino. Hoy Alcira tiene ochenta y siete años y reconoce que le debe mucho a la provincia, por brindarle trabajo y albergar al resto de sus descendientes.
Alcira llegó a la provincia en 1947 con su marido y su hijo de apenas tres meses desde Tarata -Bolivia- cuando "Jujuy era un rancherío", citó la mujer explicando que pisó suelo argentino en busca de nuevas oportunidades, como la mayoría de los bolivianos. Cumpliendo sus expectativas, apenas llegó el marido de Alcira consiguió trabajo en una imprenta, mientras que su esposa empezó a invertir dinero para levantar en el barrio Gorriti un bar, que sería uno de los primeros de la ciudad y que se mantuvo abierto hasta hace algunos años.
Según la anciana mujer, lo que caracteriza a los bolivianos, que hoy son alrededor de 26 mil en la provincia, son sus significativas ganas de trabajar y su ambición por lograr una vida mejor. Es por eso que ella rápidamente logró poner en funcionamiento el comercio, que le sirvió de sustento a la familia inmigrante. "Jujuy es hermoso, estuve aquí desde los veinte años y por tanto trabajar pude construir mi casa de tres pisos. Llegué con mi marido hace más de sesenta años con un hijo, y tuvo dos hijos más que son argentinos. Estuvimos y estamos mejor que en Bolivia, porque aquí hay más trabajo, les debemos mucho a los jujeños", dijo Alcira, diciendo entre risas y casi en secreto, que en su opinión los bolivianos son mucho más trabajadores que los argentinos y por eso la mayoría tiene un buen pasar.
Alcira Iriarte como muchos otros bolivianos presenció ayer un acto organizado por el Municipio sobre avenida El Éxodo, encabezado por el intendente Raúl Jorge, el senador Gerardo Morales, el cónsul general de Bolivia en Argentina, Ramiro Tapia, la cónsul de Bolivia en la provincia Evelín Agreda, y el presidente de la Asociación Boliviana, Ramiro Gutiérrez. Teniendo como mensaje principal la integración, se izaron las Banderas y entonaron las estrofas de los Himnos de cada país.
El primero en dirigirse a los presentes fue Gutiérrez, quien agradeció a Jujuy por abrirle las puertas a los bolivianos y por adoptar muchos de sus valores culturales como la música y la gastronomía. Por su lado la cónsul Evelin Agreda destacó el interés del municipio capitalino por el apoyo para celebrar la jornada y su interés por integrar a ambos países; mientras que el intendente Raúl Jorge destacó que "agosto es un mes muy especial para los habitantes de San Salvador de Jujuy", porque además de recordar sus patronales, se la recuerdan mediante el acto de la independencia de Bolivia, la integración entre argentinos y bolivianos.
Finalmente se procedió a la entrega de presentes a los funcionarios del vecino país, para luego trasladarse al palco para iniciar el desfile, en un clima festivo y de hermandad, que cerraron el acto con un "viva Bolivia", seguido por el "viva Jujuy".
En otro orden, las autoridades municipales anunciaron que viajarán la próxima semana a Cochabamba para participar de las fiestas en honor a la Virgen de Urkupiña.