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Delicias en el cierre de la Semana Gastronómica

Lunes, 01 de septiembre de 2014 00:00
<span style=font-size: 12.222222328186035px;>CARNE DE LLAMA&nbsp;FUE EL PRODUCTO BASE DE LA ESPERADA CAZUELA ELABORADA EN LA PLAZA BELGRANO. SE DEGUSTÓ ENTRE LOS PRESENTES.</span>
Una cazuela gigante de llama, cocinada ante la atenta mirada del público en la plaza Belgrano, que luego degustaron y compartieron cientos de visitantes, y decenas de productores expositores sintetizaron el ameno cierre de la IV Semana Gastronómica. Conjugar degustaciones y venta de productos locales fue un éxito.
Hasta pasado el soleado mediodía se sucedieron horas de fluida convergencia de gente que se dejó tentar por los sabores locales, algunos de los cuales adquirían, mientras se cocinaba la cazuela de llama que luego probaron. Había quinoa, chía, papines, quesos, miel, dulces de yacón, harina de maíces diversos, originales fideos de maíz, quesillos, escabeches de llama, vinos y cervezas, y otros singulares de distintas zonas.
Año tras año se viene no sólo mejorando sino creciendo en muchos aspectos, en la cantidad de participantes en las cuatro regiones, los restaurantes, los productores que se han sumado, sino también en la calidad de los participantes", reflexionó el secretario de Turismo de la provincia, Juan José Martearena.
Fue quien destacó que al sumarse otros actores como el Ministerio de Producción y todos los institutos de gastronomía públicos como privados que acercaron su oferta, se pudo proyectar a las cuatro regiones de la provincia. Y es que hubo actividades en Fraile Pintado, en la zona de diques de El Carmen, en Purmamarca y en el centro comercial de esta capital, entre otros puntos.
Es así que en todas las instancias se buscó tanto mostrar la riqueza de productos, ponerlos en valor, a través de clases magistrales de cocina incorporarlos a la dieta cotidiana y revalorizarlos. "Por su riqueza ancestral se transforma en un atractivo turístico en sí mismo. No es casualidad que muchos turistas busquen estos productos, pregunten dónde comer papines andinos, y la quinoa que trasciende fronteras", precisó. Consideró que a la hora de identificar un producto con el destino Jujuy, "pecaríamos si sólo tomamos un producto, hay varias alternativas pero lo más fuerte y que más referencia hace a la gastronomía jujeña seguramente es la carne de llama, los papines andinos, la quinoa y el maíz en distintas elaboraciones", precisó Martearena.
Los aromas se confundían. Los alumnos del Instituto de Educación Superior Nº 6 de El Carmen convidaban souflé de pejerrey aprendido en la Tecnicatura en Comidas Regionales; otro grupo hacía quesillos de San Antonio; y Miriam Tapia de Reyes una cazuela de cayote.
La medalla del concurso del Instituto Quinoa entregado por la chef Mercedes Vilte Araya fue por segundo año para Rodrigo Ancasi, Matías Adorno, y Sergio Vilca; y su menú de pierna de llama a la estaca con salsa de fernet y miel, guarnición de rúcula, escarola, naranja, crocantes de nueces; sushi andino de queso de cabra, zanahoria y palta, pochoclo de quinoa y salsa de api.

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Una cazuela gigante de llama, cocinada ante la atenta mirada del público en la plaza Belgrano, que luego degustaron y compartieron cientos de visitantes, y decenas de productores expositores sintetizaron el ameno cierre de la IV Semana Gastronómica. Conjugar degustaciones y venta de productos locales fue un éxito.
Hasta pasado el soleado mediodía se sucedieron horas de fluida convergencia de gente que se dejó tentar por los sabores locales, algunos de los cuales adquirían, mientras se cocinaba la cazuela de llama que luego probaron. Había quinoa, chía, papines, quesos, miel, dulces de yacón, harina de maíces diversos, originales fideos de maíz, quesillos, escabeches de llama, vinos y cervezas, y otros singulares de distintas zonas.
Año tras año se viene no sólo mejorando sino creciendo en muchos aspectos, en la cantidad de participantes en las cuatro regiones, los restaurantes, los productores que se han sumado, sino también en la calidad de los participantes", reflexionó el secretario de Turismo de la provincia, Juan José Martearena.
Fue quien destacó que al sumarse otros actores como el Ministerio de Producción y todos los institutos de gastronomía públicos como privados que acercaron su oferta, se pudo proyectar a las cuatro regiones de la provincia. Y es que hubo actividades en Fraile Pintado, en la zona de diques de El Carmen, en Purmamarca y en el centro comercial de esta capital, entre otros puntos.
Es así que en todas las instancias se buscó tanto mostrar la riqueza de productos, ponerlos en valor, a través de clases magistrales de cocina incorporarlos a la dieta cotidiana y revalorizarlos. "Por su riqueza ancestral se transforma en un atractivo turístico en sí mismo. No es casualidad que muchos turistas busquen estos productos, pregunten dónde comer papines andinos, y la quinoa que trasciende fronteras", precisó. Consideró que a la hora de identificar un producto con el destino Jujuy, "pecaríamos si sólo tomamos un producto, hay varias alternativas pero lo más fuerte y que más referencia hace a la gastronomía jujeña seguramente es la carne de llama, los papines andinos, la quinoa y el maíz en distintas elaboraciones", precisó Martearena.
Los aromas se confundían. Los alumnos del Instituto de Educación Superior Nº 6 de El Carmen convidaban souflé de pejerrey aprendido en la Tecnicatura en Comidas Regionales; otro grupo hacía quesillos de San Antonio; y Miriam Tapia de Reyes una cazuela de cayote.
La medalla del concurso del Instituto Quinoa entregado por la chef Mercedes Vilte Araya fue por segundo año para Rodrigo Ancasi, Matías Adorno, y Sergio Vilca; y su menú de pierna de llama a la estaca con salsa de fernet y miel, guarnición de rúcula, escarola, naranja, crocantes de nueces; sushi andino de queso de cabra, zanahoria y palta, pochoclo de quinoa y salsa de api.