La Quebrada termina por elegir, en Humahuaca, a la tercera de sus soberanas primaverales. Fue entre diez candidatas que representaban cada cual a un establecimiento escolar de un departamento que se extiende desde la tierra minera del Aguilar hasta la puerta de los valles que abre Iturbe, y que desde Uquía asciende hacia la naciente trescruceña de la Puna.
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La Quebrada termina por elegir, en Humahuaca, a la tercera de sus soberanas primaverales. Fue entre diez candidatas que representaban cada cual a un establecimiento escolar de un departamento que se extiende desde la tierra minera del Aguilar hasta la puerta de los valles que abre Iturbe, y que desde Uquía asciende hacia la naciente trescruceña de la Puna.
Una gran cantidad de público en el complejo parroquial porque la elección de la reina departamental tiene allí el atractivo de sus duelos de hinchadas con el atronar de trompetas, saxos y banderas coloridas que luego se extendieron por las plazas y calles humahuaqueñas, los años que las voces de Marcelo Cáceres y Alejandro Montoya han hecho ya una tradición en el anuncio y un arte del decorado que, esta vez, le tocó a la Colegio Secundario de Uquía.
Pero entonces lo que todos esperaban, en torno a lo cual tiene sentido tanta fiesta. El desfile de las candidatas, el vals y los números artísticos mientras el jurado decidía que las dos princesas eran de la misma ciudad de Humahuaca, María Cristina Cabral de la escuela Normal en segunda lugar, y Marlene Milagros Avalos Ruiz, del Polimodal, en primero, cuando la corona, la capa y el cetro de reina quedaron para Uquía en el nombre de su candidata: Agustina Benavidez.