El Tribunal Oral Federal 5 ordenó investigar una escucha que vincularía al juez
Norberto Oyarbide con una red de trabajo esclavo, a partir de la protección a dueños de
talleres textiles clandestinos. Se trata de una escucha de mediados de 2012 en una causa contra integrantes de
banda acusada de trata laboral en talleres clandestinos, que finalmente fueron condenados a penas de hasta cinco años de prisión, y en la cual se aseguraba que el juez iba a dirigir la investigación "para otro lado".
La escucha llamó la atención de los jueces Oscar Hergott, Sergio Paduczak y Ángel Nardiello, que decidieron hacer la denuncia ante el posible "delito de acción pública" y "en razón de que la misma potencialmente involucra a funcionarios públicos".
La investigación es contra una banda de que captaba personas en Bolivia: en el caso se acreditó que al menos 32 personas fueron traídas desde ese país a la Argentina y eran obligadas a trabajar en pésimas condiciones en talleres clandestinos que proveían a primeras marcas, tales como Kosiuko, Siamo Fuori y Motor Oil, entre otras.
En junio de 2012, se registró una comunicación entre un intermediario de las empresas de nombre Emilio y quien sería un abogado, Alejandro, en la que ambos hablaban sobre la investigación que en ese momento estaba en curso. "¿Alejandro hay alguna novedad?", pregunta Emilio, a lo que éste le responde: "Tenemos novedades, en el Juzgado nos dieron certeza que ustedes no van a estar mas ni escuchados, ni nada, que van a tomar para otro lado y nos pidieron tiempo con el tema de la ropa. Cuánto tiempo no establecieron pero nos dijeron que nos quedemos tranquilos que no pasa nada". "Yo voy a ver si veo a las muchachos al estudio aunque esto paso el día viernes, después que usted me mando las cosas o el jueves no me acuerdo, quiero ver si hoy martes tenemos alguna precisión más y si levantaron el secreto de sumario", agregó.
La escucha tiene relevancia porque la investigación de Oyarbide no avanzó contra los empresarios, ya que a juicio oral fueron enviados sólo los responsables de los talleres clandestinos, pese a que la
Cámara Federal le había ordenado al juez que avanzara hacia arriba en la escala de responsabilidades. En un tramo de la causa se realizó un juicio abreviado, instado por el fiscal Horacio Azzolín para evitar una revictimización, y fueron condenadas 12 personas, aunque otras tantas siguen bajo investigación. Esta es la segunda vez en menos de un año que Oyarbide es investigado por irregularidades en el trámite de una causa: a fin de año fue denunciado luego de que reconociera haber frenado un allanamiento a una financiera tras un llamado de la
Casa Rosada en el que le advertían sobre un posible pedido de coimas por parte de los policías encargados del operativo.
El Tribunal Oral Federal 5 ordenó investigar una escucha que vincularía al juez
Norberto Oyarbide con una red de trabajo esclavo, a partir de la protección a dueños de
talleres textiles clandestinos. Se trata de una escucha de mediados de 2012 en una causa contra integrantes de
banda acusada de trata laboral en talleres clandestinos, que finalmente fueron condenados a penas de hasta cinco años de prisión, y en la cual se aseguraba que el juez iba a dirigir la investigación "para otro lado".
La escucha llamó la atención de los jueces Oscar Hergott, Sergio Paduczak y Ángel Nardiello, que decidieron hacer la denuncia ante el posible "delito de acción pública" y "en razón de que la misma potencialmente involucra a funcionarios públicos".
La investigación es contra una banda de que captaba personas en Bolivia: en el caso se acreditó que al menos 32 personas fueron traídas desde ese país a la Argentina y eran obligadas a trabajar en pésimas condiciones en talleres clandestinos que proveían a primeras marcas, tales como Kosiuko, Siamo Fuori y Motor Oil, entre otras.
En junio de 2012, se registró una comunicación entre un intermediario de las empresas de nombre Emilio y quien sería un abogado, Alejandro, en la que ambos hablaban sobre la investigación que en ese momento estaba en curso. "¿Alejandro hay alguna novedad?", pregunta Emilio, a lo que éste le responde: "Tenemos novedades, en el Juzgado nos dieron certeza que ustedes no van a estar mas ni escuchados, ni nada, que van a tomar para otro lado y nos pidieron tiempo con el tema de la ropa. Cuánto tiempo no establecieron pero nos dijeron que nos quedemos tranquilos que no pasa nada". "Yo voy a ver si veo a las muchachos al estudio aunque esto paso el día viernes, después que usted me mando las cosas o el jueves no me acuerdo, quiero ver si hoy martes tenemos alguna precisión más y si levantaron el secreto de sumario", agregó.
La escucha tiene relevancia porque la investigación de Oyarbide no avanzó contra los empresarios, ya que a juicio oral fueron enviados sólo los responsables de los talleres clandestinos, pese a que la
Cámara Federal le había ordenado al juez que avanzara hacia arriba en la escala de responsabilidades. En un tramo de la causa se realizó un juicio abreviado, instado por el fiscal Horacio Azzolín para evitar una revictimización, y fueron condenadas 12 personas, aunque otras tantas siguen bajo investigación. Esta es la segunda vez en menos de un año que Oyarbide es investigado por irregularidades en el trámite de una causa: a fin de año fue denunciado luego de que reconociera haber frenado un allanamiento a una financiera tras un llamado de la
Casa Rosada en el que le advertían sobre un posible pedido de coimas por parte de los policías encargados del operativo.