Francia mantuvo su nivel de alerta máxima y reforzó la seguridad en vísperas de la manifestación masiva de hoy, a la que asistirán numerosos líderes europeos, en repudio a los atentados islamistas que dejaron 17 muertos esta semana.
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Francia mantuvo su nivel de alerta máxima y reforzó la seguridad en vísperas de la manifestación masiva de hoy, a la que asistirán numerosos líderes europeos, en repudio a los atentados islamistas que dejaron 17 muertos esta semana.
Una marea humana de unas 700 mil personas invadió ayer las calles de varias ciudades de Francia, anunció el ministro del Interior Bernard Cazeneuve.
De Toulouse (sur), donde 80 mil personas se congregaron para expresar su repudio a los atentados, a Nantes (oeste), donde desfilaron más de 30 mil personas, los eventos espontáneos se multiplicaron en muchas ciudades del país.
Cazeneuve dijo que Francia adoptó "todas las medidas" necesarias para garantizar la seguridad de la marcha de hoy en la capital.
Se movilizarán en total 5.500 efectivos, policías y soldados, incluyendo 2.200 agentes encargados de proteger la manifestación directamente y los militares desplegados en el resto de la aglomeración parisina en el marco del plan antiterrorista Vigipirate.
Habrá 150 agentes de civil para proteger a las personalidades extranjeras, escoltadas por 56 equipos de motociclistas de la policía y francotiradores apostados en los tejados, precisó Cazeneuve.
Junto al presidente François Hollande asistirán la alemana Angela Merkel, el italiano Matteo Renzi, el español Mariano Rajoy y el británico David Cameron. El canciller ruso Serguei Lavrov y el primer ministro turco, Ahmet Davutoglu, también anunciaron su participación, entre muchos otros .
"Se adoptaron todas las medidas para que esta manifestación pueda desarrollarse en un clima de recogimiento, respeto y seguridad. Todas las disposiciones están adoptadas para garantizar la seguridad" de la gran marcha convocada tras la matanza de Charlie Hebdo, dijo Cazeneuve.
Fuentes policiales indicaron ayer que Hayat Boumeddiene, la esposa del yihadista muerto el viernes tras una toma de rehenes en una tienda judía de París, y que era activamente buscada por la policía francesa, había viajado a Turquía "hace cierto tiempo".
Requerida por su presunto rol en el asesinato de una mujer policía por su marido Amedy Coulibaly el jueves pasado en París, y por su eventual papel en la toma de rehenes que dejó cuatro muertos el viernes, la mujer probablemente ya no se encontraba en Francia cuando sucedieron los hechos.