¿Quieres recibir notificaciones de alertas?

22°
24 de Abril,  Jujuy, Argentina
PUBLICIDAD

Solución saludable y ecológica para reemplazar tampones

Domingo, 11 de enero de 2015 12:50
Buenos Aires, 11 enero (NA) -- En medio de la polémica por si faltan o no tampones en las farmacias y en las góndolas de los supermercados, una empresa argentina ofrece para las mujeres una solución saludable y ecológica que permite reemplazarlos.

Se trata de una copa menstrual que fue inventada en el año 1937 en Estados Unidos, que esta avalada por la comunidad científica y que desde 2013, comenzó a fabricarse en el país superando sus previsiones de ventas y ya cuenta con más de 6 mil usuarias.
La copa está confeccionada en silicona atóxica y es 100 por ciento hipoalergénica, inhibe el crecimiento de bacterias, respeta la higiene femenina y evita la alteración del PH; por lo que puede utilizarse hasta 12 horas continuas.
"Las mujeres que cambiaron a la copa comprobaron que su uso es más práctico, higiénico y saludable que las opciones tradicionales. Nuestro emprendimiento surgió luego de ser usuarias de copas importadas, con la motivación de acercar un producto nacional, con respaldo científico y todas las certificaciones que se necesitan en nuestro país", explicó Luciana Comes, socia fundadora de Maggacup, la primera copa menstrual fabricada en el país.
La ginecóloga Ana Coll, que apoya el proyecto desde sus inicios comentó que "me parece fantástico que la fabriquemos acá, porque la pone al alcance de muchas más mujeres y es una facilidad en relación con el período: una alternativa muy cómoda, higiénica y ecológica".
La copa cuenta con registros en la Administración Nacional de Medicamentos, Alimentos y Tecnología Médica (ANMAT); ensayos dérmicos en el Instituto Nacional de Tecnología Industrial (INTI); y de la Facultad de Bioquímica y Farmacia de la UBA que avalan su calidad. "Hace un año que uso mi copa y estoy feliz. Me encuentro de vacaciones y no tengo que estar pensando en llevar mis toallitas o tampones a donde voy. Me resultó muy cómoda y eficaz, así que no puedo evitar recomendarla", señaló Laura Zárate que es profesora de arte y usa la copa. "Muchas usuarias se volcaron a esta opción porque es un producto saludable, práctico y por su compromiso con el cuidado del medio ambiente", indicó Comes.
Si bien hay registros de utilización de la copa desde el año 1867, la primera patente fue presentada en 1937 en Estados Unidos por Leona Chalmers. Hoy, con la evolución y la seguridad que aportan los nuevos materiales, las copas se comercializan con éxito en todo el mundo, principalmente en Europa y de las 30 marcas que se comercializan a nivel mundial, sólo Maggacup es de industria argentina.

Alcanzaste el límite de notas gratuitas
inicia sesión o regístrate.
Alcanzaste el límite de notas gratuitas
Nota exclusiva debe suscribirse para poder verla
Buenos Aires, 11 enero (NA) -- En medio de la polémica por si faltan o no tampones en las farmacias y en las góndolas de los supermercados, una empresa argentina ofrece para las mujeres una solución saludable y ecológica que permite reemplazarlos.

Se trata de una copa menstrual que fue inventada en el año 1937 en Estados Unidos, que esta avalada por la comunidad científica y que desde 2013, comenzó a fabricarse en el país superando sus previsiones de ventas y ya cuenta con más de 6 mil usuarias.
La copa está confeccionada en silicona atóxica y es 100 por ciento hipoalergénica, inhibe el crecimiento de bacterias, respeta la higiene femenina y evita la alteración del PH; por lo que puede utilizarse hasta 12 horas continuas.
"Las mujeres que cambiaron a la copa comprobaron que su uso es más práctico, higiénico y saludable que las opciones tradicionales. Nuestro emprendimiento surgió luego de ser usuarias de copas importadas, con la motivación de acercar un producto nacional, con respaldo científico y todas las certificaciones que se necesitan en nuestro país", explicó Luciana Comes, socia fundadora de Maggacup, la primera copa menstrual fabricada en el país.
La ginecóloga Ana Coll, que apoya el proyecto desde sus inicios comentó que "me parece fantástico que la fabriquemos acá, porque la pone al alcance de muchas más mujeres y es una facilidad en relación con el período: una alternativa muy cómoda, higiénica y ecológica".
La copa cuenta con registros en la Administración Nacional de Medicamentos, Alimentos y Tecnología Médica (ANMAT); ensayos dérmicos en el Instituto Nacional de Tecnología Industrial (INTI); y de la Facultad de Bioquímica y Farmacia de la UBA que avalan su calidad. "Hace un año que uso mi copa y estoy feliz. Me encuentro de vacaciones y no tengo que estar pensando en llevar mis toallitas o tampones a donde voy. Me resultó muy cómoda y eficaz, así que no puedo evitar recomendarla", señaló Laura Zárate que es profesora de arte y usa la copa. "Muchas usuarias se volcaron a esta opción porque es un producto saludable, práctico y por su compromiso con el cuidado del medio ambiente", indicó Comes.
Si bien hay registros de utilización de la copa desde el año 1867, la primera patente fue presentada en 1937 en Estados Unidos por Leona Chalmers. Hoy, con la evolución y la seguridad que aportan los nuevos materiales, las copas se comercializan con éxito en todo el mundo, principalmente en Europa y de las 30 marcas que se comercializan a nivel mundial, sólo Maggacup es de industria argentina.

Temas de la nota