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24 de Abril,  Jujuy, Argentina
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Nos estamos acostumbrando a vivir en riesgo

Jueves, 29 de enero de 2015 00:00

Es comisario inspector y director general del cuerpo de Bomberos dependiente de la Policía de Provincia de Jujuy, y docente de la cátedra de Seguridad y Protección contra el Incendio en las carreras de Seguridad en Higiene del Instituto de Formación para policías de la provincia.

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Es comisario inspector y director general del cuerpo de Bomberos dependiente de la Policía de Provincia de Jujuy, y docente de la cátedra de Seguridad y Protección contra el Incendio en las carreras de Seguridad en Higiene del Instituto de Formación para policías de la provincia.


¿En esta época de calor, donde la gente recurre a represas y lagos, cuáles son las recomendaciones desde el cuerpo de Bomberos y de qué manera trabajan al respecto?

Hay que tener en cuenta que todo espejo de agua: ríos, afluentes, canales, cuentan con servicios de prevención, pero en esta época estamos al cien por ciento alertas en zonas de peligros específicas y lamentablemente la gente se está acostumbrando a vivir en constante riesgo.

El caso principal es de los pescadores, que sin tomar las mínimas medidas de precaución y sin conocer los lugares, se internan río adentro y cuando el río crece no tienen cómo salir, ahí es cuando nosotros intervenimos y por suerte en estos últimos tiempos actuamos a tiempo y no tuvimos que lamentar víctimas fatales.

Luego en la zona donde se brinda servicios en la denominada "perilagos", se presta especial atención, se toma recaudos sobre las personas que practican algún deporte dentro del agua, paseo en embarcaciones y contamos en esta zona con dos embarcaciones. El personal de la División Lacustres, dependiente de Cuerpo de Bomberos, cuenta con "gomones" dispuestos en cada espejo de agua, donde se registra la mayor convocatoria de las personas y una dotación altamente capacitada para el rescate en agua. Además, contamos con cuatriciclos y una camioneta para cuidar los alrededores de la zona de los diques.

¿En la ciudad de San Salvador de Jujuy, existen lugares más peligrosos que otros donde la gente vive o concurre a pasar el día?

Es oportuno saber que desde el cuerpo se cuenta con un análisis de riesgos, donde en los últimos años se trabaja de forma permanente con otros organismos para evitar fatalidades.

En el caso de la margen del río Grande, en todo su recorrido de por sí es muy peligroso, pero en la costa de la zona sur de nuestra ciudad, a la altura del barrio Malvinas, es una zona muy crítica, donde estamos en constante vigilia. Las casas están muy próximas a la defensa del río, en ese sector se acumula mucha agua y cada vez que llueve es un verdadero problema para la gente, que en muchos casos se resisten a ser evacuados, por miedo a que sus cosas sean robadas.

Otros lugares que consideramos críticos en los últimos tiempos es en el barrio Los Perales, donde recientemente se formó un asentamiento muy cerca de un arroyo y detrás de la iglesia San Bartolomé en el barrio Chijra, las precarias viviendas se construyeron casi al nivel de la playa y cada vez que se registran precipitaciones, es sabido que tenemos que recurrir a esos lugares.

Los trabajos que se realizan en esos lugares, más allá del rescate y evacuación, es de achique y de desagüe.

Por fortuna no hay que lamentar víctimas, pero las pérdidas materiales son considerables.

A nivel estadístico ¿Se registraron más inundaciones en los últimos tiempos en nuestra ciudad?

Desde el cuerpo de Bomberos formamos parte del Consejo Provincial de Emergencia Climática que funciona en el Ministerio de Infraestructura y Planificación, donde se llevan a cabo determinaciones y pasos a seguir antes, durante y después de los siniestros. Y allí presentamos un informe advirtiendo sobre este tema.

La gente debe saber que el clima cambió bruscamente, que las precipitaciones aumentaron de manera considerable y que las zonas bajas, próximas al río son muy peligrosas, parece que la gente se está acostumbrando a vivir en riesgo y eso es lo que nos preocupa.

Se siguen construyendo precarios habitáculos muy cerca de la defensa de los ríos de nuestra ciudad, en zonas muy bajas y no sólo exponen sus vidas, sino también la de sus hijos.

Trabajamos sobre dos problemáticas, los cambios climáticos que están a la vista y el crecimiento demográfico en las zonas que consideramos peligrosas.