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Los museos despiertan la curiosidad

Miércoles, 14 de octubre de 2015 01:30

¿Cuál es valor de tener un Centro de Interpretación como el que se presentó en la provincia?

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¿Cuál es valor de tener un Centro de Interpretación como el que se presentó en la provincia?

Es resaltar y valorizar toda una región muy importante de Jujuy; además será un lugar donde se pondrá en relevancia la diversidad que allí existe. Así podemos hablar de la diversidad productiva, cultural y natural. Estas variedades que conviven, tanto en el departamento San Pedro como en toda la región, generaron esta idea de armar un portal para la biodiversidad.

Acá la gente se encontrará con un espacio que contará con la última tecnología, apelará a la instalación artística y a la documentación para contar porqué esta diversidad se da en esta región. Más allá de eso, habilitar un museo de estas características significará mayor turismo, cultura, identidad y patrimonio. Hoy los museos en el mundo son lugares emblemáticos que fomentan el turismo cultural, el cual está muy de moda.

¿Qué nos muestran o enseñan los museos en general?

Ellos son una manera contemporánea de contar una historia; sobre todo los modernos centros de interpretación donde está presente el relato y la emoción, cosa que no ocurre en los museos antiguos. Los nuevos museos en el mundo han cambiado los paradigmas, ya no son el imperio del objeto exhibido; son el imperio del sujeto, del que viene a visitarlo. Se han democratizado, esto quiere decir que "la cosa" se cuenta para la gente, no para valorar el objeto solamente, el cual está al servicio de ese relato que al público le interesa. Entonces se organiza el recorrido de una manera que no expulse al visitante.

¿Qué es entonces un museo "no democrático"?

Es aquel en el que yo, que no soy especialista en pintura por ejemplo, sé dónde está el cuadro de tal artista por el mapa que me dieron en la puerta. Tenemos que hacerlo llegar al visitante para que sepa dónde está tal o cual obra o artista, organizarlo de manera didáctica, narrativa, hacerlo ameno, contar historias y ponerles notas de color, entre otras acciones. Democratizarlo significa también no expulsar a quienes los visitan; si el recorrido es muy difícil de hacer, la propia gente se siente expulsada.

Esta democratización que hace referencia, ¿atrajo a nuevos públicos?

Absolutamente, esto comenzó con los museos deportivos; hoy el museo de Boca, el cual yo hice, lleva 280 mil personas por año; el museo histórico de San Luis es un lugar donde van cientos de niños todos los meses porque allí se cuenta la historia de San Luis y de nuestro país de una manera amena, tanto con maquetas animadas como a través de historias mezcladas con fílmicos y escenografía. Los nuevos museos atraen a la gente porque son entretenidos.

Las diferentes políticas de Estado, tanto provinciales como nacionales, ¿acompañaron a este crecimiento que tienen los museos?

Definitivamente sí. Tecnópolis es un ejemplo de eso ya que usa técnicas de las que estamos hablando para contar y narrar estos episodios. Pero más allá de eso uno tiene que buscar una idea diferente, yo hice el Museo del Vino en Cafayate y me propuse no hacer un museo más de los cientos que hay; el vino se hace igual desde Cristo a la fecha, entonces busque hacer un museo del vino que hable de otras cosas. Así entonces buscamos mostrar el trabajo para su elaboración, el clima que necesita su producción, un homenaje al agua porque sin ella no hay vino, al frío, al calor, a la tierra y a la poesía de Cafayate, por ejemplo. Así se empiezan a cruzar los elementos y dan un museo distinto.

Antes que un diseñador yo soy un narrador, me encanta narrar y hacer emocionar a la gente. Me siento a ver los temas desde la ignorancia, aquella que me dice que acá va a venir alguien tan ignorante como yo y le tengo que contar sobre el hielo glaciar, por poner un ejemplo.

Le tengo que contar como es, le tengo que contar a alguien que sabe del hielo glaciar lo mismo que yo, nada. Es un aprendizaje que tenemos que hacer en conjunto, yo para contarlo y de esa manera poder contárselo a la gente. El secreto es ayudar a mirar.

¿Qué va a encontrar aquella persona que visite un museo?

Le va a despertar la curiosidad, que es una de las condiciones más maravillosas del ser humano; después aumentaran su cultura, que es algo que no cuesta y tampoco pesa.

Tenemos que ir con los chicos y con los nietos porque se establece con un diálogo que empieza con el ¿por qué papá? o ¿por qué abuelo? y eso es fecundo.

Por último, ¿tuvo la posibilidad de recorrer los museos de la provincia?

He recorrido algunos, sobre todo aquellos que tienen que ver con la arqueología y con la historia de Jujuy; la verdad es que hay un patrimonio que hay que valorar y que creo que hace falta, en algunos de ellos, una puesta en valor de muchas cosas.

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