Una adolescente de 15 años que había denunciado que dos jóvenes la habían secuestrado en el partido de Quilmes, para luego violarla en un descampado de la zona, finalmente le confesó a sus padres que todo había sido un invento.
Según informaron fuentes policiales, la menor se quebró y contó que se había encontrado con dos jóvenes, con quienes fue hasta un lugar donde tuvo relaciones sexuales con uno de ellos, y como no podía justificar la llegada a su casa horas después de lo habitual mintió sobre lo que había pasado. Los investigadores realizaron relevamientos y rastrillajes en la zona, y entrevistas con vecinos de la supuesta víctima y del lugar donde habría ocurrido el rapto.
También, junto con personal del municipio y del Centro de Monitoreo local analizaron los registros fílmicos de las cámaras de seguridad de la zona, y en ningún caso obtuvieron información de interés para la causa.
La investigación también incluyó un pormenorizado análisis de la cuenta de Facebook de la menor y su historial, donde se hallaron dos contactos con características similares a las de los posibles autores del hecho.
Asimismo, durante varios días, y también junto a los padres, se inspeccionaron mensajes de texto, como así también mensajes privados, comentarios y links de amigos en común de esa red social, y se estableció que aquellos eran amigos de la adolescente.
Tras ello, la menor contó que todo había sido un invento para justificar su llegada tarde.
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Una adolescente de 15 años que había denunciado que dos jóvenes la habían secuestrado en el partido de Quilmes, para luego violarla en un descampado de la zona, finalmente le confesó a sus padres que todo había sido un invento.
Según informaron fuentes policiales, la menor se quebró y contó que se había encontrado con dos jóvenes, con quienes fue hasta un lugar donde tuvo relaciones sexuales con uno de ellos, y como no podía justificar la llegada a su casa horas después de lo habitual mintió sobre lo que había pasado. Los investigadores realizaron relevamientos y rastrillajes en la zona, y entrevistas con vecinos de la supuesta víctima y del lugar donde habría ocurrido el rapto.
También, junto con personal del municipio y del Centro de Monitoreo local analizaron los registros fílmicos de las cámaras de seguridad de la zona, y en ningún caso obtuvieron información de interés para la causa.
La investigación también incluyó un pormenorizado análisis de la cuenta de Facebook de la menor y su historial, donde se hallaron dos contactos con características similares a las de los posibles autores del hecho.
Asimismo, durante varios días, y también junto a los padres, se inspeccionaron mensajes de texto, como así también mensajes privados, comentarios y links de amigos en común de esa red social, y se estableció que aquellos eran amigos de la adolescente.
Tras ello, la menor contó que todo había sido un invento para justificar su llegada tarde.