El proyecto tiene como eje referencial el personaje del Quijote, la intención es fomentar la lectura y, los lenguajes artísticos (lenguaje musical y corporal) entorno al Monumento y generar una mayor significación a la propuesta.
"Proponemos que los chicos imaginen la lectura de una manera creativa, incentivando, a seguir los ideales del personaje, del héroe lector, que deseó transformar la realidad a partir de su experiencia de lectura" contó la referente
Natalia Ricalde.
Promover la obra generó un puente entre la fantasía y lo vivencial, dió lugar a situaciones de aprendizaje acompañadas por el humor, la alegría y el afecto por el picaresco personaje.
La propuesta tiene continuidad con los participantes porque venimos realizando los encuentros desde agosto, esto provocó mayor interés, y participación, notamos que al sentirse protagonista, apropiarse del personaje, desarrollamos la atención y observamos como los cuentos de colores, formas, texturas, fortalecen la memoria visual, auditiva y la comunicación. Todo se consiguió fusionando con el arte, un acercamiento feliz, que en un futuro se transformará en un hábito lector.
Los niños participan principalmente como oyentes y luego como relatores y recreadores del cuento escuchado con sus compañeros.
"Hemos acercado y motivado un acercamiento a la obra de una forma placentera y recreativa para desarrollar el poder liberador de la palabra" destacó.
La convocatoria fue positiva, los docentes se sumaron a la iniciativa, de esta aventura quijotesca.
"Consideramos que la lectura es una práctica social sumamente positiva y se vió en los niños una vivencia desde lo significativo, y compartida se maximiza con sus pares".
El proyecto tiene como eje referencial el personaje del Quijote, la intención es fomentar la lectura y, los lenguajes artísticos (lenguaje musical y corporal) entorno al Monumento y generar una mayor significación a la propuesta.
"Proponemos que los chicos imaginen la lectura de una manera creativa, incentivando, a seguir los ideales del personaje, del héroe lector, que deseó transformar la realidad a partir de su experiencia de lectura" contó la referente
Natalia Ricalde.
Promover la obra generó un puente entre la fantasía y lo vivencial, dió lugar a situaciones de aprendizaje acompañadas por el humor, la alegría y el afecto por el picaresco personaje.
La propuesta tiene continuidad con los participantes porque venimos realizando los encuentros desde agosto, esto provocó mayor interés, y participación, notamos que al sentirse protagonista, apropiarse del personaje, desarrollamos la atención y observamos como los cuentos de colores, formas, texturas, fortalecen la memoria visual, auditiva y la comunicación. Todo se consiguió fusionando con el arte, un acercamiento feliz, que en un futuro se transformará en un hábito lector.
Los niños participan principalmente como oyentes y luego como relatores y recreadores del cuento escuchado con sus compañeros.
"Hemos acercado y motivado un acercamiento a la obra de una forma placentera y recreativa para desarrollar el poder liberador de la palabra" destacó.
La convocatoria fue positiva, los docentes se sumaron a la iniciativa, de esta aventura quijotesca.
"Consideramos que la lectura es una práctica social sumamente positiva y se vió en los niños una vivencia desde lo significativo, y compartida se maximiza con sus pares".