Debido a que en muchas regiones las construcciones no siguen las
normativas sismo-resistentes y son vulnerables, y que además están asentados en terrenos que no son aptos, el control de las obras resulta clave.
En este sentido el geólogo
Waldo Chayle sostuvo que esto suele suceder en asentamientos precarios y áreas rurales, que tampoco cumplirían con las normativas sismo-resistentes.
Por otro lado estimó que en las serranías hay que hacer un estudio pormenorizado sobre los riesgos sísmicos porque existen localidades como El Fuerte u Ocloyas, ubicadas en sectores pequeños pero que cuentan con habitantes. Es que las serranías tienen pequeños valles y al estar ubicados con orientación meridional, Norte-Sur, si hubiera un movimiento sísmico de la magnitud que tuvo El Fuerte, podrían llegar a tener problemas ya que las obras no cumplen con las normativas mencionadas.
Por ello consideró que es clave que haya controles e inspecciones para que las obras se estén haciendo bien, contemplando que en la ciudad existen edificios públicos muy antiguos que podrían llegar a dañarse, como el caso de los hospitales centenarios "San Roque" y "Pablo Soria", u otros de complejidad para evacuar como el de
Tribunales por sus reducidas escaleras. Consideró que en estos puntos las autoridades deberían evaluar, prevenir, además de hacer un estudio microsísmico.
Dijo que en los Valles hay muchas fallas pero se desconoce si se están moviendo, para planificar ya que además a Jujuy le corresponde las placas Sudamericana y la de Nazca del lado pacífico que se mueven 6.5 centímetros por año.
Es que existen fracturas de otras épocas en los ríos Chico, Grande, mientras las distintas terrazas serían consecuencias de movimientos de otras épocas,
No obstante aclaró que los movimientos que se producen en Chile se dan en el borde del Pacífico como consecuencia de que una placa se hunde debajo de la otra, y las ondas podrían llegar pero no en la misma magnitud que en territorio chileno.
Debido a que en muchas regiones las construcciones no siguen las
normativas sismo-resistentes y son vulnerables, y que además están asentados en terrenos que no son aptos, el control de las obras resulta clave.
En este sentido el geólogo
Waldo Chayle sostuvo que esto suele suceder en asentamientos precarios y áreas rurales, que tampoco cumplirían con las normativas sismo-resistentes.
Por otro lado estimó que en las serranías hay que hacer un estudio pormenorizado sobre los riesgos sísmicos porque existen localidades como El Fuerte u Ocloyas, ubicadas en sectores pequeños pero que cuentan con habitantes. Es que las serranías tienen pequeños valles y al estar ubicados con orientación meridional, Norte-Sur, si hubiera un movimiento sísmico de la magnitud que tuvo El Fuerte, podrían llegar a tener problemas ya que las obras no cumplen con las normativas mencionadas.
Por ello consideró que es clave que haya controles e inspecciones para que las obras se estén haciendo bien, contemplando que en la ciudad existen edificios públicos muy antiguos que podrían llegar a dañarse, como el caso de los hospitales centenarios "San Roque" y "Pablo Soria", u otros de complejidad para evacuar como el de
Tribunales por sus reducidas escaleras. Consideró que en estos puntos las autoridades deberían evaluar, prevenir, además de hacer un estudio microsísmico.
Dijo que en los Valles hay muchas fallas pero se desconoce si se están moviendo, para planificar ya que además a Jujuy le corresponde las placas Sudamericana y la de Nazca del lado pacífico que se mueven 6.5 centímetros por año.
Es que existen fracturas de otras épocas en los ríos Chico, Grande, mientras las distintas terrazas serían consecuencias de movimientos de otras épocas,
No obstante aclaró que los movimientos que se producen en Chile se dan en el borde del Pacífico como consecuencia de que una placa se hunde debajo de la otra, y las ondas podrían llegar pero no en la misma magnitud que en territorio chileno.