Al menos 22
migrantes, entre ellos 13 niños, se ahogaron ayer en dos naufragios frente a las islas griegas de Kalymnos y
Rodas, una "tragedia humana" que supone una "vergüenza" para
Europa, según el primer ministro
Alexis Tsipras.
El naufragio cercano a Kalymnos, en el mar Egeo, se produjo al volcar un barco que transportaba desde Turquía a unas 150 personas, según los primeros testimonios. En la mañana de ayer se habían recuperado los cuerpos de 19 personas, entre las que había mujeres, niños y bebés, y se había rescatado a 138 personas.
Cerca de Rodas, más al sur, el naufragio de otro barco provocó el ahogamiento de una mujer, un niño y un bebé, y se seguía buscando a otras tres personas. Afortunadamente, se logró salvar a seis pasajeros.
Este drama se suma a los naufragios del miércoles y jueves, en los que murieron 17 personas, incluyendo 11 niños. Sólo en octubre, 68 personas, la mayoría de ellos niños, perdieron la vida cuando intentaron alcanzar Europa, según datos de la policía portuaria griega.
Vergüenza europea
Ante estos nuevos dramas que dan cuenta de la "tragedia humana" que se está produciendo, "siento vergüenza como dirigente europeo por la incapacidad de Europa para defender sus valores", reconoció el primer ministro Alexis Tsipras ante el parlamento griego.
Tsipras pidió a la Unión Europea (UE) "una condena oficial de la decisión (de algunos Estados miembros) de levantar muros y barreras y cerrar las fronteras" e instó a que se abran canales legales para que los refugiados lleguen a Europa.
El jefe de gobierno subrayó la urgencia de que Turquía "respete sus compromisos", frenando los flujos de migrantes desde su territorio.
"Nuestra primera obligación es salvar vidas y no permitir que el Egeo se convierta en un cementerio y para ello no pedimos ni un euro", dijo en respuesta a la oposición que le reprocha una presunta política de puertas abiertas.
Al menos 22
migrantes, entre ellos 13 niños, se ahogaron ayer en dos naufragios frente a las islas griegas de Kalymnos y
Rodas, una "tragedia humana" que supone una "vergüenza" para
Europa, según el primer ministro
Alexis Tsipras.
El naufragio cercano a Kalymnos, en el mar Egeo, se produjo al volcar un barco que transportaba desde Turquía a unas 150 personas, según los primeros testimonios. En la mañana de ayer se habían recuperado los cuerpos de 19 personas, entre las que había mujeres, niños y bebés, y se había rescatado a 138 personas.
Cerca de Rodas, más al sur, el naufragio de otro barco provocó el ahogamiento de una mujer, un niño y un bebé, y se seguía buscando a otras tres personas. Afortunadamente, se logró salvar a seis pasajeros.
Este drama se suma a los naufragios del miércoles y jueves, en los que murieron 17 personas, incluyendo 11 niños. Sólo en octubre, 68 personas, la mayoría de ellos niños, perdieron la vida cuando intentaron alcanzar Europa, según datos de la policía portuaria griega.
Vergüenza europea
Ante estos nuevos dramas que dan cuenta de la "tragedia humana" que se está produciendo, "siento vergüenza como dirigente europeo por la incapacidad de Europa para defender sus valores", reconoció el primer ministro Alexis Tsipras ante el parlamento griego.
Tsipras pidió a la Unión Europea (UE) "una condena oficial de la decisión (de algunos Estados miembros) de levantar muros y barreras y cerrar las fronteras" e instó a que se abran canales legales para que los refugiados lleguen a Europa.
El jefe de gobierno subrayó la urgencia de que Turquía "respete sus compromisos", frenando los flujos de migrantes desde su territorio.
"Nuestra primera obligación es salvar vidas y no permitir que el Egeo se convierta en un cementerio y para ello no pedimos ni un euro", dijo en respuesta a la oposición que le reprocha una presunta política de puertas abiertas.