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21 de Mayo,  Jujuy, Argentina
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Salvó su vida de milagro al recibir dos puñaladas

Miércoles, 07 de octubre de 2015 01:30
<b>INSEGURIDAD</b> / ESQUINA DONDE OCURREN VIOLENTOS ASALTOS EN LOS ÚLTIMOS TIEMPOS.
Un nuevo caso de inseguridad conmociona a los vecinos del barrio Santa Rita. Esta vez le tocó a un joven de 20 años que salvó su vida de milagro, luego de ser apuñalado dos veces delante de su novia, apenas descendieron del colectivo.
El lamentable episodio ocurrió el viernes último alrededor de las 21.30, cuando el joven Facundo Argote junto a su novia descendieron en una parada de colectivo de línea, entre avenida Vespucio y Leopoldo Bárcena, para dirigirse a su hogar distante a menos de 50 metros.
Los sujetos agredieron al joven de 20 años y se fueron sin robarle nada en absoluto. La novia resultó ilesa al violento ataque

En esas circunstancias, y según consta en la denuncia realizada, dos sujetos se abalanzaron sobre la pareja y sin mediar palabras atacaron a Facundo. En ese momento la novia del joven gritó y uno de los delincuentes arremetió contra la integridad física de Argote. Él intentó defenderse, respondió los ataques tirando manotazos y trató de salir corriendo de la zona de peligro. "Llegué como pude hasta un ciber que está muy cerca de donde me atacaron, salieron unos perros pero nadie más me escuchó. Hasta eso los delincuentes ya se habían ido y en ese momento sentí que algo me corría por el lado de la panza y el pecho, cuando me fijé me di cuenta que tenía toda la ropa manchada de sangre", dijo Facundo.
De inmediato dieron intervención al personal del Same, quienes lo trasladaron al hospital "Pablo Soria", quedando internado hasta el día de ayer. "Recién ahora estoy tomando magnitud de todo lo que pasó, se abalanzaron sobre mí y me atacaron sin mediar palabras, me pegaron dos puntazos en la zona del pecho, muy cerca del corazón y como si nada se fueron", continuó.
La denuncia fue radicada en la Seccional 32º del barrio Malvinas y lamentablemente es un hecho más de inseguridad en esa zona, donde la ausencia de los recorridos policiales es nula y los episodios de robos son una constante.
La avenida Vespucio en particular es blanco de sendos ataques de "motochorros", donde además de asaltar a transeúntes, los delincuentes ingresaron a más de un negocio armados con fines de robo. "No es la primera vez que pasan estas cosas, mis hermanas también fueron víctimas de robos cuando descienden del colectivo. Esta cuadra en particular es una zona muy oscura y es muy común ver grupos de personas tomando bebidas alcohólicas en la esquina", dijo Facundo Argote.
El joven de 20 años no es de salir mucho, su vida cotidiana se basa en estar con su novia, estudiar y trabajar a través de redes sociales y canales de internet. Pero sus vecinos se mostraron conmocionados por el violento episodio que le tocó vivir y exigieron presencia policial de manera urgente en la zona.
"Hay una sola seccional con menos de 30 efectivos para los barrios Santa Rita, Malvinas, San Pedrito y todos los asentamientos de los alrededores. Nosotros tenemos que vivir como presos, encerrados tras las rejas para que los delincuentes no nos roben ", dijo indignada una señora de apellido López.

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Un nuevo caso de inseguridad conmociona a los vecinos del barrio Santa Rita. Esta vez le tocó a un joven de 20 años que salvó su vida de milagro, luego de ser apuñalado dos veces delante de su novia, apenas descendieron del colectivo.
El lamentable episodio ocurrió el viernes último alrededor de las 21.30, cuando el joven Facundo Argote junto a su novia descendieron en una parada de colectivo de línea, entre avenida Vespucio y Leopoldo Bárcena, para dirigirse a su hogar distante a menos de 50 metros.
Los sujetos agredieron al joven de 20 años y se fueron sin robarle nada en absoluto. La novia resultó ilesa al violento ataque

En esas circunstancias, y según consta en la denuncia realizada, dos sujetos se abalanzaron sobre la pareja y sin mediar palabras atacaron a Facundo. En ese momento la novia del joven gritó y uno de los delincuentes arremetió contra la integridad física de Argote. Él intentó defenderse, respondió los ataques tirando manotazos y trató de salir corriendo de la zona de peligro. "Llegué como pude hasta un ciber que está muy cerca de donde me atacaron, salieron unos perros pero nadie más me escuchó. Hasta eso los delincuentes ya se habían ido y en ese momento sentí que algo me corría por el lado de la panza y el pecho, cuando me fijé me di cuenta que tenía toda la ropa manchada de sangre", dijo Facundo.
De inmediato dieron intervención al personal del Same, quienes lo trasladaron al hospital "Pablo Soria", quedando internado hasta el día de ayer. "Recién ahora estoy tomando magnitud de todo lo que pasó, se abalanzaron sobre mí y me atacaron sin mediar palabras, me pegaron dos puntazos en la zona del pecho, muy cerca del corazón y como si nada se fueron", continuó.
La denuncia fue radicada en la Seccional 32º del barrio Malvinas y lamentablemente es un hecho más de inseguridad en esa zona, donde la ausencia de los recorridos policiales es nula y los episodios de robos son una constante.
La avenida Vespucio en particular es blanco de sendos ataques de "motochorros", donde además de asaltar a transeúntes, los delincuentes ingresaron a más de un negocio armados con fines de robo. "No es la primera vez que pasan estas cosas, mis hermanas también fueron víctimas de robos cuando descienden del colectivo. Esta cuadra en particular es una zona muy oscura y es muy común ver grupos de personas tomando bebidas alcohólicas en la esquina", dijo Facundo Argote.
El joven de 20 años no es de salir mucho, su vida cotidiana se basa en estar con su novia, estudiar y trabajar a través de redes sociales y canales de internet. Pero sus vecinos se mostraron conmocionados por el violento episodio que le tocó vivir y exigieron presencia policial de manera urgente en la zona.
"Hay una sola seccional con menos de 30 efectivos para los barrios Santa Rita, Malvinas, San Pedrito y todos los asentamientos de los alrededores. Nosotros tenemos que vivir como presos, encerrados tras las rejas para que los delincuentes no nos roben ", dijo indignada una señora de apellido López.