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Comenzaron los preparativos para "recibir" hoy a los fieles difuntos

Domingo, 01 de noviembre de 2015 01:30
FLORES / LE DAN COLOR A LA CEREMONIA DE RECEPCIÓN DE LOS DIFUNTOS.
Cuando parte un ser querido, el sentimiento que aflora en la mayoría de sus allegados es la tristeza por la ausencia física. Sin embargo, hoy es el único día del año en que el sentimiento se transforma en alegría y respeto, porque los difuntos "retornarán" exactamente al mediodía al mundo terrenal para compartir un día completo con sus familiares. En cada hogar, los aguarda un colorido altar con ofrendas, es decir, las comidas y bebidas preferidas de "las almitas". A raíz de esta costumbre se recordará mañana el Día de las fieles difuntos.
La tradición no sería la misma sin las ofrendas: palomas, cruces, coronas, escaleras, figuras de personas y animales hechos de masa que se colocan en un altar dedicado a las almas. Es por eso que ayer fue multitudinaria la cantidad de familias que se acercaron a la vieja terminal para comprarlas. Otros en cambio las prepararon en su casa. Éste fue el caso de Elba Castro, quien gentilmente recibió a El Tribuno de Jujuy para explicar el modo en que prepara la mesa de sus difuntos. "La costumbre empieza con el preparado de las ofrendas para recibir a las almitas", explicó Elba, quien aprendió la costumbre de sus abuelos, todos tilcareños.
Según la Iglesia Católica hoy, 1 de noviembre, se celebra el Día de todos los santos y mañana el Día de las fieles difuntos.
Según cuenta la creencia popular es fundamental hacer ofrendas en forma de cruz, para representar a Jesucristo, y de escalera para que las almas puedan bajar y después subir hacia el "otro mundo". Es indispensable también colocar flores, porque significan "la eternidad de las almas". Además de las masas, familias más tradicionales preparan comidas regionales, como picantes o empanadas, así como bebidas. Del mismo modo pueden colocarse dulces, como empanadillas, rosquetes, maicenas, tortas, pochoclos, frutas y todos los postres que le gustaban al difunto. Otras ofrendas que nunca faltan en las mesas jujeñas, son la coca y el cigarrillo.
La segunda parte del ritual se inicia hoy, porque antes del mediodía debe prepararse una ceremonia especial para comenzar a recibir a las almas. "Después de las doce y con la mesa lista, se recuerda a nuestros difuntos queridos, recordamos buenos momentos en ese altar y rezamos", dijo Elba, quien relató que la mesa queda servida durante toda la tarde y noche. La tradición antiguamente era tan arraigada, que los familiares pasaban toda la jornada alrededor de la mesa de ofrendas compartiendo relatos y anécdotas hasta el amanecer.
La última parte del ritual finaliza mañana, Día de los fieles difuntos, cuando se "despacha al alma" después del mediodía. Luego de ese horario se convidan las ofrendas a invitados que se acercan a las casas para recordar a quienes partieron y la mayoría de las familias aprovecha la tarde para visitar los cementerios y concurrir a misa. Esto debe ocurrir después de las 12 del mediodía, cuando los difuntos se despedirán nuevamente hasta el 2 de noviembre del próximo año.
"Ellos seguramente van a estar con nosotros, cómo no van a venir si preparamos todas las ofrendas para ellos", reflexionó Elba Pérez.
Ofrendas en la ex Terminal
Desde el año 1975, Gladis Sánchez pone a la venta sus ofrendas y bebidas regionales en la calle Zegada.
Gladis indicó que las figuras que más le compra la gente son las de personitas, palomas, cruces y escaleras; mientras que la bebida que más compran es la chicha, por lo que la semana pasada comenzó su trabajo para preparar el maíz y el maní. "Desde hace muchos años que vengo porque de verdad hoy bajan las almitas a comer, y es importante que encuentren todo lo que a ellos les gusta", relató Gladis, quien también prepara el altar en su casa.
Acompañada por su familia, la vendedora relató algunos detalles de la costumbre. Indicó que si se trata de un difunto mayor, se debe colocar un mantel negro, mientras que si es un niño, debe ser blanco. En ambos casos se adorna el lugar con flores, coronas y cadenas de papel, para que el difunto sepa que esperan "con alegría" su visita. Además si el deceso ocurrió hace un año, los preparativos se inician una semana antes del 1 de noviembre y deben ser más sustanciosos porque "el finadito acaba de partir y extraña mucho", dijo Gladis. En cambio si el deceso sucedió hace más de un año, basta con un día de preparación.
"Antes hacía pocas ofrendas para vender, pero cada año hago más y a veces hasta me faltan. Hoy en día las familias prefieren comprar porque muchas no tienen tiempo para hacer las ofrendas, por el trabajo, los estudios. Ya no hay tanto tiempo como antes para los preparativos", dijo Gladis, que vendió sus ofrendas por docena y las bebidas por botellas.

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Cuando parte un ser querido, el sentimiento que aflora en la mayoría de sus allegados es la tristeza por la ausencia física. Sin embargo, hoy es el único día del año en que el sentimiento se transforma en alegría y respeto, porque los difuntos "retornarán" exactamente al mediodía al mundo terrenal para compartir un día completo con sus familiares. En cada hogar, los aguarda un colorido altar con ofrendas, es decir, las comidas y bebidas preferidas de "las almitas". A raíz de esta costumbre se recordará mañana el Día de las fieles difuntos.
La tradición no sería la misma sin las ofrendas: palomas, cruces, coronas, escaleras, figuras de personas y animales hechos de masa que se colocan en un altar dedicado a las almas. Es por eso que ayer fue multitudinaria la cantidad de familias que se acercaron a la vieja terminal para comprarlas. Otros en cambio las prepararon en su casa. Éste fue el caso de Elba Castro, quien gentilmente recibió a El Tribuno de Jujuy para explicar el modo en que prepara la mesa de sus difuntos. "La costumbre empieza con el preparado de las ofrendas para recibir a las almitas", explicó Elba, quien aprendió la costumbre de sus abuelos, todos tilcareños.
Según la Iglesia Católica hoy, 1 de noviembre, se celebra el Día de todos los santos y mañana el Día de las fieles difuntos.
Según cuenta la creencia popular es fundamental hacer ofrendas en forma de cruz, para representar a Jesucristo, y de escalera para que las almas puedan bajar y después subir hacia el "otro mundo". Es indispensable también colocar flores, porque significan "la eternidad de las almas". Además de las masas, familias más tradicionales preparan comidas regionales, como picantes o empanadas, así como bebidas. Del mismo modo pueden colocarse dulces, como empanadillas, rosquetes, maicenas, tortas, pochoclos, frutas y todos los postres que le gustaban al difunto. Otras ofrendas que nunca faltan en las mesas jujeñas, son la coca y el cigarrillo.
La segunda parte del ritual se inicia hoy, porque antes del mediodía debe prepararse una ceremonia especial para comenzar a recibir a las almas. "Después de las doce y con la mesa lista, se recuerda a nuestros difuntos queridos, recordamos buenos momentos en ese altar y rezamos", dijo Elba, quien relató que la mesa queda servida durante toda la tarde y noche. La tradición antiguamente era tan arraigada, que los familiares pasaban toda la jornada alrededor de la mesa de ofrendas compartiendo relatos y anécdotas hasta el amanecer.
La última parte del ritual finaliza mañana, Día de los fieles difuntos, cuando se "despacha al alma" después del mediodía. Luego de ese horario se convidan las ofrendas a invitados que se acercan a las casas para recordar a quienes partieron y la mayoría de las familias aprovecha la tarde para visitar los cementerios y concurrir a misa. Esto debe ocurrir después de las 12 del mediodía, cuando los difuntos se despedirán nuevamente hasta el 2 de noviembre del próximo año.
"Ellos seguramente van a estar con nosotros, cómo no van a venir si preparamos todas las ofrendas para ellos", reflexionó Elba Pérez.
Ofrendas en la ex Terminal
Desde el año 1975, Gladis Sánchez pone a la venta sus ofrendas y bebidas regionales en la calle Zegada.
Gladis indicó que las figuras que más le compra la gente son las de personitas, palomas, cruces y escaleras; mientras que la bebida que más compran es la chicha, por lo que la semana pasada comenzó su trabajo para preparar el maíz y el maní. "Desde hace muchos años que vengo porque de verdad hoy bajan las almitas a comer, y es importante que encuentren todo lo que a ellos les gusta", relató Gladis, quien también prepara el altar en su casa.
Acompañada por su familia, la vendedora relató algunos detalles de la costumbre. Indicó que si se trata de un difunto mayor, se debe colocar un mantel negro, mientras que si es un niño, debe ser blanco. En ambos casos se adorna el lugar con flores, coronas y cadenas de papel, para que el difunto sepa que esperan "con alegría" su visita. Además si el deceso ocurrió hace un año, los preparativos se inician una semana antes del 1 de noviembre y deben ser más sustanciosos porque "el finadito acaba de partir y extraña mucho", dijo Gladis. En cambio si el deceso sucedió hace más de un año, basta con un día de preparación.
"Antes hacía pocas ofrendas para vender, pero cada año hago más y a veces hasta me faltan. Hoy en día las familias prefieren comprar porque muchas no tienen tiempo para hacer las ofrendas, por el trabajo, los estudios. Ya no hay tanto tiempo como antes para los preparativos", dijo Gladis, que vendió sus ofrendas por docena y las bebidas por botellas.

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