Los derechos del niños, niñas y adolescentes en los medios de comunicación aun permanecen invisibilizados; los adultos hablan por ellos en varios casos. ¿Cómo trabajan esta concientización para revertir esa situación en las diferentes provincias?
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Los derechos del niños, niñas y adolescentes en los medios de comunicación aun permanecen invisibilizados; los adultos hablan por ellos en varios casos. ¿Cómo trabajan esta concientización para revertir esa situación en las diferentes provincias?
Junto con el Consejo Asesor de la Comunicación Audiovisual y la Infancia (Conacai) de Afsca tenemos mucha esperanza en futuros comunicadores, periodistas y por ello buscamos el apoyo de las universidades y las carreras de Ciencias de la Comunicación. Pensamos que pueden tener una mirada más abierta, propensa a aceptar y reflexionar sobre conceptos que van cambiando en el derecho, pero falta en los usos sociales, comunicacionales, culturales. Si bien todos los actores que estamos involucrados en este propósito como Unicef, siempre estamos en diálogo con los periodistas de distintos medios, y hay muchos que son abiertos y aceptan dialogar, tratar de cambiar los lenguajes, porque buscamos principalmente que la niñez y la adolescencia estén presentes en la comunicación, en las noticias y no solamente cuando "hacen" algo malo. Y cuando hay algo que está mal, cuando se falta a la ley, que sea tratado como una persona con derechos. Lo que no significa no responsabilizarse, porque ese es un mito muy antiguo, muy tramposo.
Ud. hizo hincapié en que la ley vigente es como avanzada para la sociedad en la que vivimos, y por ello cuesta hacernos cargo de lo que hay que cumplir.
Claro. Siempre es difícil difundir e implantar en los cuerpos sociales derechos que si uno los cumple determina un cambio de las prácticas. Porque las prácticas se deben a algo, tenemos un sistema comunicacional que tiene sobre la niñez y la juventud una mirada de mucho control. Eso se debe a algo, a una estructura de poder. Cambiar esa mirada es aceptar que esa mirada de controlar y de sujetar a las personas es complicada, debe ser modificada, no es nada fácil. Hay sociedades que lo han logrado con la inclusión de la niñez y la adolescencia a no controlar para sancionar. Por supuesto que necesitan cuidado y protección, pero eso no implica impedir que se expresen, prácticamente es lo que ocurre en nuestro país.
La ley de medios para algunos medios hegemónicos es como un control estricto, y no la cumplen. ¿Qué lectura hacen uds?
No existe tal control, lo que si hay es una disposición legal que dice que la expresión, la difusión de información, de opiniones, la libertad de expresión, se ejercen respetando otros derechos. O sea no es que en aras de la libertad de expresión puedo tapar al público con una mentira. La libertad de expresión rige plenamente en Argentina, está claro que las cosas que escuchamos de los gobernantes indican que los estándares de libertad de expresión son de los más altos a los que se puede aspirar; pero si hay que hacer todo eso sin dañar o vulnerar a alguien, derechos de otras personas. En cuanto a lo que dicen las empresas es notable que han gozado a lo largo de la historia Argentina de una posición exclusiva de dominación que ahora no quieren ceder. Esto es natural es como el ABC de la vida, pasa que rige una ley que dice que la comunicación debe ser abierta, inclusiva con muchos actores, debe ser democrática, debe tener muchas voces y que el público pueda elegir lo que más le gusta.
¿La Defensoría del Público qué evaluación hace llegando al 10 de diciembre?
Notamos que hay audiencias cada vez más conscientes, se va superando aquella idea de que uno era el lector del diario, o en nuestro caso oyente de radio o mirando televisión sin decir nada, y puede pasar cualquier cosa y uno no tiene derechos. Está creciendo la noción que uno como receptor de la comunicación es un actor de la comunicación, y tiene derechos: si se sintió insultado, el horario para niños con lenguaje apropiado, o imágenes que perturban o exceso de violencia. Es decir progresivamente se van haciendo conscientes y lo notamos, porque sigue creciendo la cantidad de personas que recurren a nosotros. La ley de Servicios de Comunicación Audiovisual llega a diciembre sin ser cumplida en su totalidad. Es muy preocupante porque sigue sin cumplirse la desconcentración de medios que está prevista en esta ley. Esto ha ocurrido por una complicidad de sectores de la justicia con sectores empresariales, y esperamos que la democracia pueda solucionar este conflicto.