La médica Patricia Gallardo que integra la Fundación "Sayani" y explicó que en el país faltan estudios de prevalencia con lo cual no hay números acerca de cada enfermedad, por lo que se supone que es similar a la de la población mundial que indica en términos de enfermedades hepáticas.
En este sentido indicó que los registros de la población mundial indican que afectan al 1,4 % de hepatitis C, que es viral, pero en Santa Fe o Córdoba tiene una prevalencia más alta de entre 5 y 7 % según algunos estudios. Anunció que la Asociación Argentina para el Estudio de Enfermedades del Hígado (Aaeeh) está organizando hacer estudios de prevalencia.
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En relación a esteatosis hepática (hígado graso) tampoco hay registros por ser consecuencia de otras enfermedades: obesidad, sedentarismo, insulino- resistencia, síndrome metabólico, diabetes. Aclaró que no es lo mismo decir esteatosis que es grasa en el hígado que la esteato-hepatisis que es inflamación por grasa, daño de la salud hepática y fibrosis, dureza o daño que puede evolucionar a cirrosis hepática. Aunque no todos los pacientes pasan a esto, del 3 al 15 % pasan al estado más grave aunque no hay estudios de prevalencia.
La médica dijo que en la experiencia y en vinculación a otros profesionales se habla de alrededor de 300 pacientes aunque se desconoce un número cierto, sin embargo se amplía a niños con obesidad y esteatosis hepática y un porcentaje se podría convertir en esteato-hepatisis o cirrosis hepática y daño hepático crónico.
"El desafío como sociedad hepatológica y como Fundación desde la parte de docencia es acompañar en esto, hacer estudios de prevalencia y diagnósticos de situación de dónde estamos parados", precisó la médica. Advirtió sobre algunos mitos, asegurando que no existen una dieta hepato-protectora ni medicamentos que limpien el hígado, por lo que instó a tener cuidado con productos de moda como batidos y algunos productos homeopáticos que no son serios, y que pueden ser hepato-tóxicos.
Dijo que es clave la alimentación saludable y evitar el alcohol porque es el único "hepato-tóxico" demostrado; del que las mujeres tienen menos tolerancia al consumo.