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Enredos y diversión con "las piraterías del capitán Jack"

Martes, 24 de noviembre de 2015 01:30
PIRATERÍAS EN EL COLISEO / EL CAPITÁN JACK, EL VIEJO ZAETA, EL MANCO, CARA CORTADA, PATA DE PALO, EL TUERTO Y PERRO NEGRO, LA DONCELLA E INTERVENTORA EN ACCIÓN.
Cuando los piratas se reunieron en la taberna, se pusieron de acuerdo en muchas cosas y al mismo tiempo, muchas sorpresas se descubrieron y, con ellas, también ciertos cuestionamientos sobre el bien y el mal.
Y es que los espectadores que lograron ver la obra protagonizada por los internos del Establecimiento Penitenciario 1 y dirigida por Néstor "Yiyi" Maidana, descubrieron las historias en piraterías que se hicieron visibles en la sala mayor del Teatro Mitre, donde dieciocho pintorescos personajes contaron una pieza, suspendida en esa fina línea que separa el bien del mal o viceversa.
La escena que acaparaba todas las miradas era el interior de una taberna, acaso todo un mundo interior en el que, se podía ver, convivían barriles, toneles y botellas, copas, piratas y apuestas. Allí, en ese interior donde giraba la vida fácil y el dinero "mal habido", aparecieron el capitán Jack y los bucaneros como "El Viejo Zaeta", "El Manco", "Cara Cortada", "El Zurdo", "Fortachón", "Pata de Palo", "El Tuerto", "Perro Negro", "Matarrata" y "Laucha" quienes fueron los personajes llenos de color que hacían homenaje a los piratas de algún mundo perdido, con trajes tan vistosos como llenos de una gracia que enseguida fue aplaudida por todos en escena.
Y fueron al mar, y fueron timoneles de una obra que los reunió con una doncella cuya suerte era tanta como monedas de oro portaba en su bolsillo. A pesar de estar en un ambiente masculino, la doncella no dejó de mantenerse firme y apostar junto a los piratas. Y jugar con la suerte de su lado. "¡Colorado el 16!" se escuchaba luego en la voz de "Cara Cortada" desde la mesa de apuestas, rodeada de monedas e intenciones clandestinas y, a la vez, centro ocasional de danzas circulares con canciones de alta mar.
En ese mismo lugar donde después "El Manco" debía aprender a escribir y resolver problemas de matemática con el capitán Jack, el "Pata de Palo" debía pasar al frente y pagar su apuesta bailando con dificultad o donde "Perro Negro" también formaba parte del cuadro corsario. Así nacían y renacían, y entre ellos entretejían las historias que terminaban en un denominador común, las risas. Las situaciones y las bromas fueron de la partida en una obra donde también participó un procurador y una interventora, que iban a imponer el "orden" junto a un par de viejitos chochos que se prestaron al juego de los tratos oscuros. Los piratas en la taberna y la ¿mala vida? fueron encontrados por las "autoridades" pero no fueron sancionados por esta situación, en cambio, los enviados de la ley terminaron negociando por monedas de oro; el cierre de ese lugar. Los piratas cuestionaron la labor del procurador y de la interventora porque allí, eran la ley, no tenían que negociar con piratas y éstos deberían responder a las normas legales, pagando impuestos. Pero al final, se pusieron de acuerdo en que el mal tiene una relación de complemento con el bien y viceversa y que los malos accionares pueden ser vistos como buenos y lo aparentemente bueno y legal puede comprarse con dinero... del malo. Es así que la taberna siguió abierta y ellos, todos, compartiendo una fiesta.
Haciendo teatro en contexto de encierro con “Yiyi”...
"Gracias a Dios, en septiembre, se cumplieron 10 años consecutivos de los trabajos intensivos y la creación del taller de teatro del Establecimiento Penitenciario 1 de Jujuy" dijo el director de la obra Néstor "Yiyi" Maidana que contó a nuestro diario sobre esta gran tarea que vive con emoción. Y es que en todos estos años hay mucho de qué hablar, en lo que se refiere a la actividad teatral en contexto de encierro.
@Normal:"Muchos colaboraron con el taller, el ’Chiqui’ Bermúdez que fue el que me llevó el Servicio Penitenciario en 2005 y ahí hicimos la creación de estos talleres en el Establecimiento Penitenciario 1. Lo que se logró fue que el teatro continúe todo lo que pudiese", recordó.
Es importante destacar que el teatro cobró un gran valor para los internos que encontraron en las clases una libertad de acción, muy propia de las disciplinas artísticas.
"Gracias a todos los jefes que pasaron hemos podido lograr hacer todo lo que hemos hecho. Estuvo Villarroel, luego Domínguez, Martín Tapia y, actualmente, Tejerina, con quienes pude tratar y recibir las mayores voluntades además del interés que pusieron en todo lo que se hizo" aseguró "Yiyi" quien creyó desde el inicio en esta actividad artística.
También forman parte de este taller, Néstor Ayarde, Patricia Balcarce, Sonia Lacsi, Hernán Cari, Patricia Vidal y sus alumnos de la Escuela Provincial de Arte 1 "Medardo Pantoja", quienes estuvieron incondicionalmente en la parte educativa y luego en lo contable y escenográfico, junto al director.
"Mi agradecimiento es eterno para todos, a quienes estuvieron en el detalle de la zapatería, del tapizado, muchísimas cosas para que nosotros podamos tener los elementos para que podamos ser hermanos, unidos en la faz teatral y que se note la calidad que tiene en la parte humana de los internos" comentó.
Y es que en éstos diez años de arte en escena, pasó una cantidad considerable de actores, pero solo dos crecieron junto a la actividad y son Silvio Sivila y Fabián Tolaba que cumplieron diez años consecutivos haciendo teatro.
Es de destacar que se estrenaron cerca de 48 obras y puestas en escena, no sólo en el Teatro Mitre, sino también en la sala "Martín Raúl Galán" y en distintos Establecimientos Penitenciarios como el 2 y el 8 federales, y 3 y 5 de la provincia.
"Todo gracias a la voluntad y a la satisfacción de decir: ’esto vale’ y queda en los chicos, en los alumnos que siempre estuvieron conmigo y que me dieron la oportunidad de volver a nacer y agradezco a Dios por la posibilidad de poder hacer y por los 50 años de teatro, un trabajo honesto y leal a la acción artística", finalizó "Yiyi".
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Cuando los piratas se reunieron en la taberna, se pusieron de acuerdo en muchas cosas y al mismo tiempo, muchas sorpresas se descubrieron y, con ellas, también ciertos cuestionamientos sobre el bien y el mal.
Y es que los espectadores que lograron ver la obra protagonizada por los internos del Establecimiento Penitenciario 1 y dirigida por Néstor "Yiyi" Maidana, descubrieron las historias en piraterías que se hicieron visibles en la sala mayor del Teatro Mitre, donde dieciocho pintorescos personajes contaron una pieza, suspendida en esa fina línea que separa el bien del mal o viceversa.
La escena que acaparaba todas las miradas era el interior de una taberna, acaso todo un mundo interior en el que, se podía ver, convivían barriles, toneles y botellas, copas, piratas y apuestas. Allí, en ese interior donde giraba la vida fácil y el dinero "mal habido", aparecieron el capitán Jack y los bucaneros como "El Viejo Zaeta", "El Manco", "Cara Cortada", "El Zurdo", "Fortachón", "Pata de Palo", "El Tuerto", "Perro Negro", "Matarrata" y "Laucha" quienes fueron los personajes llenos de color que hacían homenaje a los piratas de algún mundo perdido, con trajes tan vistosos como llenos de una gracia que enseguida fue aplaudida por todos en escena.
Y fueron al mar, y fueron timoneles de una obra que los reunió con una doncella cuya suerte era tanta como monedas de oro portaba en su bolsillo. A pesar de estar en un ambiente masculino, la doncella no dejó de mantenerse firme y apostar junto a los piratas. Y jugar con la suerte de su lado. "¡Colorado el 16!" se escuchaba luego en la voz de "Cara Cortada" desde la mesa de apuestas, rodeada de monedas e intenciones clandestinas y, a la vez, centro ocasional de danzas circulares con canciones de alta mar.
En ese mismo lugar donde después "El Manco" debía aprender a escribir y resolver problemas de matemática con el capitán Jack, el "Pata de Palo" debía pasar al frente y pagar su apuesta bailando con dificultad o donde "Perro Negro" también formaba parte del cuadro corsario. Así nacían y renacían, y entre ellos entretejían las historias que terminaban en un denominador común, las risas. Las situaciones y las bromas fueron de la partida en una obra donde también participó un procurador y una interventora, que iban a imponer el "orden" junto a un par de viejitos chochos que se prestaron al juego de los tratos oscuros. Los piratas en la taberna y la ¿mala vida? fueron encontrados por las "autoridades" pero no fueron sancionados por esta situación, en cambio, los enviados de la ley terminaron negociando por monedas de oro; el cierre de ese lugar. Los piratas cuestionaron la labor del procurador y de la interventora porque allí, eran la ley, no tenían que negociar con piratas y éstos deberían responder a las normas legales, pagando impuestos. Pero al final, se pusieron de acuerdo en que el mal tiene una relación de complemento con el bien y viceversa y que los malos accionares pueden ser vistos como buenos y lo aparentemente bueno y legal puede comprarse con dinero... del malo. Es así que la taberna siguió abierta y ellos, todos, compartiendo una fiesta.
Haciendo teatro en contexto de encierro con “Yiyi”...
"Gracias a Dios, en septiembre, se cumplieron 10 años consecutivos de los trabajos intensivos y la creación del taller de teatro del Establecimiento Penitenciario 1 de Jujuy" dijo el director de la obra Néstor "Yiyi" Maidana que contó a nuestro diario sobre esta gran tarea que vive con emoción. Y es que en todos estos años hay mucho de qué hablar, en lo que se refiere a la actividad teatral en contexto de encierro.
@Normal:"Muchos colaboraron con el taller, el ’Chiqui’ Bermúdez que fue el que me llevó el Servicio Penitenciario en 2005 y ahí hicimos la creación de estos talleres en el Establecimiento Penitenciario 1. Lo que se logró fue que el teatro continúe todo lo que pudiese", recordó.
Es importante destacar que el teatro cobró un gran valor para los internos que encontraron en las clases una libertad de acción, muy propia de las disciplinas artísticas.
"Gracias a todos los jefes que pasaron hemos podido lograr hacer todo lo que hemos hecho. Estuvo Villarroel, luego Domínguez, Martín Tapia y, actualmente, Tejerina, con quienes pude tratar y recibir las mayores voluntades además del interés que pusieron en todo lo que se hizo" aseguró "Yiyi" quien creyó desde el inicio en esta actividad artística.
También forman parte de este taller, Néstor Ayarde, Patricia Balcarce, Sonia Lacsi, Hernán Cari, Patricia Vidal y sus alumnos de la Escuela Provincial de Arte 1 "Medardo Pantoja", quienes estuvieron incondicionalmente en la parte educativa y luego en lo contable y escenográfico, junto al director.
"Mi agradecimiento es eterno para todos, a quienes estuvieron en el detalle de la zapatería, del tapizado, muchísimas cosas para que nosotros podamos tener los elementos para que podamos ser hermanos, unidos en la faz teatral y que se note la calidad que tiene en la parte humana de los internos" comentó.
Y es que en éstos diez años de arte en escena, pasó una cantidad considerable de actores, pero solo dos crecieron junto a la actividad y son Silvio Sivila y Fabián Tolaba que cumplieron diez años consecutivos haciendo teatro.
Es de destacar que se estrenaron cerca de 48 obras y puestas en escena, no sólo en el Teatro Mitre, sino también en la sala "Martín Raúl Galán" y en distintos Establecimientos Penitenciarios como el 2 y el 8 federales, y 3 y 5 de la provincia.
"Todo gracias a la voluntad y a la satisfacción de decir: ’esto vale’ y queda en los chicos, en los alumnos que siempre estuvieron conmigo y que me dieron la oportunidad de volver a nacer y agradezco a Dios por la posibilidad de poder hacer y por los 50 años de teatro, un trabajo honesto y leal a la acción artística", finalizó "Yiyi".