La principal mezquita de Bruselas fue evacuada ayer y 11 personas fueron descontaminadas de manera preventiva tras el hallazgo de un paquete con un polvo blanco que podría ser ántrax, informaron autoridades, con la capital de Bélgica y de la Unión Europea (UE) en alerta máxima desde la masacre del 13-N en París.
También ayer, fuerzas policiales registraron una casa en una ciudad del sur de Bélgica cercana a la frontera con Francia en un operativo vinculado a los ataques de París que terminó sin detenidos, informaron la Fiscalía Federal de Bélgica y medios del país europeo.
Bélgica ingresó en alerta máxima el fin de semana pasado por temor a un ataque similar a los cometidos por el Estado Islámico (EI) en la capital francesa el 13 de noviembre pasado, luego de constatarse que los atentados, que dejaron 130 muertos, fueron organizados en ese pequeño país limítrofe con Francia.
La Policía belga busca a Salah Abdeslam, un francés de 26 años nacido en Bélgica y sospechoso de participar en los atentados de la capital francesa, y a Mohamed Abrini, de 31 años, quien fue visto con él dos días antes de los ataques.
Investigadores franceses han dicho que Abdeslam, que es objeto de una orden de captura internacional y cuyo hermano se inmoló en uno de los ataques en París, regresó a Bélgica al día siguiente de los atentados, pero desde entonces se le perdió la pista.
Desde principios de esta semana, varias mezquitas de Bélgica han recibido cartas de amenazas firmadas a nombre del "Estado Cristiano".
De esta manera, ayer, la Gran Mezquita de Bruselas, el principal templo musulmán de Bélgica, ubicado cerca de las principales instituciones de la Unión Europea y de muchas embajadas, debió ser evacuada luego de que una persona encontrara un paquete que contenía un polvo blanco y alertara de inmediato a las autoridades.
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La principal mezquita de Bruselas fue evacuada ayer y 11 personas fueron descontaminadas de manera preventiva tras el hallazgo de un paquete con un polvo blanco que podría ser ántrax, informaron autoridades, con la capital de Bélgica y de la Unión Europea (UE) en alerta máxima desde la masacre del 13-N en París.
También ayer, fuerzas policiales registraron una casa en una ciudad del sur de Bélgica cercana a la frontera con Francia en un operativo vinculado a los ataques de París que terminó sin detenidos, informaron la Fiscalía Federal de Bélgica y medios del país europeo.
Bélgica ingresó en alerta máxima el fin de semana pasado por temor a un ataque similar a los cometidos por el Estado Islámico (EI) en la capital francesa el 13 de noviembre pasado, luego de constatarse que los atentados, que dejaron 130 muertos, fueron organizados en ese pequeño país limítrofe con Francia.
La Policía belga busca a Salah Abdeslam, un francés de 26 años nacido en Bélgica y sospechoso de participar en los atentados de la capital francesa, y a Mohamed Abrini, de 31 años, quien fue visto con él dos días antes de los ataques.
Investigadores franceses han dicho que Abdeslam, que es objeto de una orden de captura internacional y cuyo hermano se inmoló en uno de los ataques en París, regresó a Bélgica al día siguiente de los atentados, pero desde entonces se le perdió la pista.
Desde principios de esta semana, varias mezquitas de Bélgica han recibido cartas de amenazas firmadas a nombre del "Estado Cristiano".
De esta manera, ayer, la Gran Mezquita de Bruselas, el principal templo musulmán de Bélgica, ubicado cerca de las principales instituciones de la Unión Europea y de muchas embajadas, debió ser evacuada luego de que una persona encontrara un paquete que contenía un polvo blanco y alertara de inmediato a las autoridades.