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El Papa celebró a los mártires y ecumenismo

Domingo, 29 de noviembre de 2015 01:30
PAPA FRANCISCO / EL PONTÍFICE ASISTIÓ AL SANTUARIO DE LOS MÁRTIRES ANGLICANOS.
Miles de ugandeses recibieron ayer con fervor al papa Francisco, que honró la memoria de 45 anglicanos y católicos, martirizados en el siglo XIX, y pidió a las parroquias locales que se abran a los pobres.
"Hoy (por ayer) recordamos con gratitud el sacrificio de los mártires ugandeses. Recordamos también a los mártires anglicanos, su muerte por Cristo testimonia el ecumenismo", dijo el Papa desde Uganda, un país que cuenta más de 40% de católicos y 30% de anglicanos.
El pontífice asistió al santuario de los mártires anglicanos en compañía de decenas de los obispos de esta confesión, con los que rezó, para después desplazarse al templo católico donde celebró una misa.
"Todos estos testigos han cultivado el don del Espíritu Santo en sus vidas y han dado libremente testimonio de su fe en Jesucristo, aún a costa de su vida, y muchos de ellos a muy temprana edad", añadió Francisco.
También lanzó un llamado a todas las comunidades presentes en Uganda, a no olvidar a los pobres.
El santo padre celebró la misa en el santuario de Namugongo, cerca de la capital Kampala, donde 45 cristianos fueron martirizados en 1886 por no abjurar de su fe.
Los asistentes estallaron en gritos de júbilo y cantos cuando vieron llegar a Francisco al templo, que se encuentra al aire libre. Entre 200.000 y 300.000 personas se habían congregado desde antes del amanecer en un parque para asistir a la misa.
El Papa se arrodilló ante el altar que contiene los restos del santo Charles Luanga, una de las víctimas de la masacre.
A la ceremonia también acudieron el presidente de Sudán del Sur, Salva Kiir; su homólogo ugandés, Yoweri Museveni; y fieles católicos del vecino Sudán del Sur, en guerra civil, que viajaron doce horas en autobús.
El testimonio de los mártires, señaló el Papa, "muestra a todos que los placeres mundanos y el poder terrenal no dan alegría ni paz duradera".
"Es la fidelidad a Dios, la honradez y la integridad de la vida, así como la genuina preocupación por el bien de los otros que nos llevan a esa paz", agregó el santo padre.
Los mártires honorados por el papa eran pajes de Mwanga II, rey de los Baganda (1884-1888), uno de los pueblos de la actual Uganda. El monarca consideraba que la influencia de los misioneros europeos debilitaba su poder y destruía las tradiciones.
Llamado a no olvidar a los pobres
Después de la visita al santuario de los mártires anglicanos, el Papa Francisco se desplazó a la casa de caridad de Nalukolongo para reunirse con pobres de todas las religiones y edades.
"Me gustaría lanzar un llamado a todas las parroquias y las comunidades presentes en Uganda, y en el resto de África, a no olvidar a los pobres", dijo Francisco desde una iglesia.
"La cultura actual de lo desechable provoca un desprecio, sobre todo hacia los niños que todavía no nacen, los jóvenes y las personas de edad", agregó el máximo pontífice.
Después de Kenia, Uganda es la segunda etapa de la gira africana de Francisco.
Hoy, el Papa volará a Bangui, capital de la República Centroafricana, devastada desde 2013 por una guerra civil con tintes religiosos, en la última y más peligrosa etapa de su gira por el continente, adonde llevará un mensaje de paz y reconciliación.

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Miles de ugandeses recibieron ayer con fervor al papa Francisco, que honró la memoria de 45 anglicanos y católicos, martirizados en el siglo XIX, y pidió a las parroquias locales que se abran a los pobres.
"Hoy (por ayer) recordamos con gratitud el sacrificio de los mártires ugandeses. Recordamos también a los mártires anglicanos, su muerte por Cristo testimonia el ecumenismo", dijo el Papa desde Uganda, un país que cuenta más de 40% de católicos y 30% de anglicanos.
El pontífice asistió al santuario de los mártires anglicanos en compañía de decenas de los obispos de esta confesión, con los que rezó, para después desplazarse al templo católico donde celebró una misa.
"Todos estos testigos han cultivado el don del Espíritu Santo en sus vidas y han dado libremente testimonio de su fe en Jesucristo, aún a costa de su vida, y muchos de ellos a muy temprana edad", añadió Francisco.
También lanzó un llamado a todas las comunidades presentes en Uganda, a no olvidar a los pobres.
El santo padre celebró la misa en el santuario de Namugongo, cerca de la capital Kampala, donde 45 cristianos fueron martirizados en 1886 por no abjurar de su fe.
Los asistentes estallaron en gritos de júbilo y cantos cuando vieron llegar a Francisco al templo, que se encuentra al aire libre. Entre 200.000 y 300.000 personas se habían congregado desde antes del amanecer en un parque para asistir a la misa.
El Papa se arrodilló ante el altar que contiene los restos del santo Charles Luanga, una de las víctimas de la masacre.
A la ceremonia también acudieron el presidente de Sudán del Sur, Salva Kiir; su homólogo ugandés, Yoweri Museveni; y fieles católicos del vecino Sudán del Sur, en guerra civil, que viajaron doce horas en autobús.
El testimonio de los mártires, señaló el Papa, "muestra a todos que los placeres mundanos y el poder terrenal no dan alegría ni paz duradera".
"Es la fidelidad a Dios, la honradez y la integridad de la vida, así como la genuina preocupación por el bien de los otros que nos llevan a esa paz", agregó el santo padre.
Los mártires honorados por el papa eran pajes de Mwanga II, rey de los Baganda (1884-1888), uno de los pueblos de la actual Uganda. El monarca consideraba que la influencia de los misioneros europeos debilitaba su poder y destruía las tradiciones.
Llamado a no olvidar a los pobres
Después de la visita al santuario de los mártires anglicanos, el Papa Francisco se desplazó a la casa de caridad de Nalukolongo para reunirse con pobres de todas las religiones y edades.
"Me gustaría lanzar un llamado a todas las parroquias y las comunidades presentes en Uganda, y en el resto de África, a no olvidar a los pobres", dijo Francisco desde una iglesia.
"La cultura actual de lo desechable provoca un desprecio, sobre todo hacia los niños que todavía no nacen, los jóvenes y las personas de edad", agregó el máximo pontífice.
Después de Kenia, Uganda es la segunda etapa de la gira africana de Francisco.
Hoy, el Papa volará a Bangui, capital de la República Centroafricana, devastada desde 2013 por una guerra civil con tintes religiosos, en la última y más peligrosa etapa de su gira por el continente, adonde llevará un mensaje de paz y reconciliación.

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