En el diagnóstico positivo en cáncer es clave la contención psicológica para afrontar los tratamientos médicos como sus efectos: malestares y la caída del cabello. Es que también es importante trabajar en el plano emocional para acompañar el tratamiento
En este sentido, el psicólogo Andrés Jaramillo de la Fundación ARS y del hospital "Pablo Soria", explicó que entre los problemas más comunes de las pacientes se encuentran, abordar el miedo a la muerte que muchas experimentan al principio.
Durante el tratamiento sistémico, otro impacto fuerte que experimentan es la caída del cabello, con lo cual se aborda la temática, al entender que pueden recuperarlo.
Mientras, otras dificultades tienen que ver con la imagen corporal, algo que no es reversible e implica afrontar la cicatriz o la sensación de mutilación de las mamas, algo que deben trabajar en contención, pese a que actualmente se puede hablar de la reconstrucción de las mamas mediante prótesis.
Recomiendan reforzar la espiritualidad como un complemento pero no reemplazar el tratamiento con ello, ni dejarlo.
"Está demostrado que cuando uno tiene un posicionamiento positivo el tiempo de efectos secundarios, síntomas y de recaída es menor; y a su vez si es negativo los tiempos de recuperación son más largos, los efectos secundarios tienden a ser más persistentes, y las percepciones con el tratamiento suelen ser más negativas, y tienden a abandonar el tratamiento", dijo.
Lo mismo sucede cuando en casos de cáncer de útero, pese a que se trata de preservar la capacidad reproductiva, si hay extirpación privilegiando la vida, suelen surgir dificultades emocionales, dolor y tristeza, que se deben trabajar enfatizando en que se pueden crear otros proyectos de vida.
"Las personas suelen estar mucho más vulnerables emocionalmente, muchas veces con reacción emocional depresiva, pero quiero diferenciarla de la depresión, son reacciones emocionales que suelen tener cargas importantes de intensidad congruentes con la situación que uno está atravesando", explicó Jaramillo. Aclaró que en estos casos no es que la persona esté depresiva sino que tiene una situación emocional intensa, de desesperanza, tristeza, angustia que tienen que trabajarla, mientras son pocos las que suelen llegar a depresión. "La idea de suicidio no es muy frecuente", afirmó sin embargo dijo que la enfermedad genera en algunas el pensamiento en torno a la muerte, de plantearse lo que sucederá si no va a estar más, y qué le pasará a su familia.
Otro plano importante es el espiritual, que estimó debe trabajarse desde la religiosidad o complementar con tratamientos que les permita sentirse mejor, sean dietas, gotas, flores de Bach, cadenas de oración que aporten a la tranquilidad, como algo complementario y no alternativo ni de reemplazo al tratamiento médico, de modo de no buscar soluciones mágicas.
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En el diagnóstico positivo en cáncer es clave la contención psicológica para afrontar los tratamientos médicos como sus efectos: malestares y la caída del cabello. Es que también es importante trabajar en el plano emocional para acompañar el tratamiento
En este sentido, el psicólogo Andrés Jaramillo de la Fundación ARS y del hospital "Pablo Soria", explicó que entre los problemas más comunes de las pacientes se encuentran, abordar el miedo a la muerte que muchas experimentan al principio.
Durante el tratamiento sistémico, otro impacto fuerte que experimentan es la caída del cabello, con lo cual se aborda la temática, al entender que pueden recuperarlo.
Mientras, otras dificultades tienen que ver con la imagen corporal, algo que no es reversible e implica afrontar la cicatriz o la sensación de mutilación de las mamas, algo que deben trabajar en contención, pese a que actualmente se puede hablar de la reconstrucción de las mamas mediante prótesis.
Recomiendan reforzar la espiritualidad como un complemento pero no reemplazar el tratamiento con ello, ni dejarlo.
"Está demostrado que cuando uno tiene un posicionamiento positivo el tiempo de efectos secundarios, síntomas y de recaída es menor; y a su vez si es negativo los tiempos de recuperación son más largos, los efectos secundarios tienden a ser más persistentes, y las percepciones con el tratamiento suelen ser más negativas, y tienden a abandonar el tratamiento", dijo.
Lo mismo sucede cuando en casos de cáncer de útero, pese a que se trata de preservar la capacidad reproductiva, si hay extirpación privilegiando la vida, suelen surgir dificultades emocionales, dolor y tristeza, que se deben trabajar enfatizando en que se pueden crear otros proyectos de vida.
"Las personas suelen estar mucho más vulnerables emocionalmente, muchas veces con reacción emocional depresiva, pero quiero diferenciarla de la depresión, son reacciones emocionales que suelen tener cargas importantes de intensidad congruentes con la situación que uno está atravesando", explicó Jaramillo. Aclaró que en estos casos no es que la persona esté depresiva sino que tiene una situación emocional intensa, de desesperanza, tristeza, angustia que tienen que trabajarla, mientras son pocos las que suelen llegar a depresión. "La idea de suicidio no es muy frecuente", afirmó sin embargo dijo que la enfermedad genera en algunas el pensamiento en torno a la muerte, de plantearse lo que sucederá si no va a estar más, y qué le pasará a su familia.
Otro plano importante es el espiritual, que estimó debe trabajarse desde la religiosidad o complementar con tratamientos que les permita sentirse mejor, sean dietas, gotas, flores de Bach, cadenas de oración que aporten a la tranquilidad, como algo complementario y no alternativo ni de reemplazo al tratamiento médico, de modo de no buscar soluciones mágicas.