PURMAMARCA (Corresponsal). La realización de las ofrendas como una forma de recordar y recibir a las almas de los fieles difuntos más queridos es una tradición que se mantiene firme en distintas comunidades de esta localidad. Abuelos, padres y nietos, vecinos y amigos se reunieron el lunes para conmemorar al que ya no está en esta vida terrenal.
Los preparativos para recibir a "las almitas" de los fieles difuntos y especialmente para aquellas que fueron "nuevas", es decir que fallecieron recientemente, comenzaron en Purmamarca, Chalala y otros lugares desde el sábado.
La mesa no fue levantada sin antes rezar y pedir permiso, las personas encargadas fueron las de mayor edad.
Como es el caso de la familia Ramos del barrio 10 Viviendas, quienes en la madrugada del lunes esperaron entre rezos, charlas y juegos al alma de Carmen Paredes, una vecina muy reconocida en el pueblo.
La familia con la colaboración de muchos amigos comenzó a realizar las ofrendas el sábado porque la cantidad debía ser mucha para compartir con los invitados. Los panes en forma de palomitas, animales, estrellas, tréboles, escaleras, entre otras, estuvieron listos para el domingo, día en que se preparó la gran mesa acompañada de golosinas, frutas, queso, bebidas, coca y cigarrillo.
Los vecinos y familiares se acercaron a rezar por la tarde noche.
Todas las ofrendas, dulces y bebidas fueron repartidas. Las "guaguas" (muñecos hechos de pan) fueron bautizadas.
El lunes por la mañana los feligreses participaron de la misa ofrecida en el cementerio del pueblo y luego en el barrio 10 Viviendas y al pie de los cerros de siete colores se congregaron para finalmente realizar en tradicional reparto de ofrendas.
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PURMAMARCA (Corresponsal). La realización de las ofrendas como una forma de recordar y recibir a las almas de los fieles difuntos más queridos es una tradición que se mantiene firme en distintas comunidades de esta localidad. Abuelos, padres y nietos, vecinos y amigos se reunieron el lunes para conmemorar al que ya no está en esta vida terrenal.
Los preparativos para recibir a "las almitas" de los fieles difuntos y especialmente para aquellas que fueron "nuevas", es decir que fallecieron recientemente, comenzaron en Purmamarca, Chalala y otros lugares desde el sábado.
La mesa no fue levantada sin antes rezar y pedir permiso, las personas encargadas fueron las de mayor edad.
Como es el caso de la familia Ramos del barrio 10 Viviendas, quienes en la madrugada del lunes esperaron entre rezos, charlas y juegos al alma de Carmen Paredes, una vecina muy reconocida en el pueblo.
La familia con la colaboración de muchos amigos comenzó a realizar las ofrendas el sábado porque la cantidad debía ser mucha para compartir con los invitados. Los panes en forma de palomitas, animales, estrellas, tréboles, escaleras, entre otras, estuvieron listos para el domingo, día en que se preparó la gran mesa acompañada de golosinas, frutas, queso, bebidas, coca y cigarrillo.
Los vecinos y familiares se acercaron a rezar por la tarde noche.
Todas las ofrendas, dulces y bebidas fueron repartidas. Las "guaguas" (muñecos hechos de pan) fueron bautizadas.
El lunes por la mañana los feligreses participaron de la misa ofrecida en el cementerio del pueblo y luego en el barrio 10 Viviendas y al pie de los cerros de siete colores se congregaron para finalmente realizar en tradicional reparto de ofrendas.